XVII

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—¿Qué estás haciendo aquí? —preguntó Stiles, corriendo al lado de Hannah, jadeando. La rubia intentó mantener su paso lo más humano posible, pero era fácil querer acelerar cuando la vida de su amiga peligraba.

—Vine por Lydia. Igual que ustedes.

—¿Cómo entraste?

—Me deshice de unos guardias —Stiles enarcó una ceja—. Tranquilo, solamente los noqueamos. Vivirán.

—¿Sabes a dónde vamos?

—Sigo su esencia —explicó—. Es difícil con tantos aromas por aquí, pero creo que vamos por el buen camino. Ahora, tenemos que apresurarnos. Theo nos sigue.

—¿Qué crees que quiera?

—Probablemente algo terrible —suspiró.

Iban a dar una vuelta por el pasillo cuando Hannah lo detuvo, olfateando el aire. De una patada, tiró una puerta de metal revelando el baño de chicos. Todos estaban temblando, probablemente temerosos de ellos. Sin prestarles atención, Hannah condujo a Stiles hasta una coladera.

—Fueron por aquí —señaló.

—Probablemente conduce a los túneles —murmuró Stiles—. Pero son kilómetros y kilómetros de ellos. Ya podrían estar en cualquier parte.

—Lydia está herida y él es un anciano. No pueden ir demasiado lejos.

Hannah levantó la coladera, y soltando a Stiles, comenzó a bajar. 

🌙🌙🌙🌙🌙

Rayos cargados de electricidad volaban por la morgue. Derek y Malia estaban intentando protegerse, pero Kira estaba fuera de control. Repentinamente se detuvo.

—¿Kira? —la llamó Malia, preocupada. Derek se puso de pie, seguido de Malia. La chica se acercó a ver a Kira, descubriéndola tirada en el suelo inconsciente.

Hizo ademán de acercarse, pero Derek la detuvo.

—Es peligroso —le dijo.

—Es mi amiga —gruñó Malia, empujando a Derek para zafarse de su agarre. Tentativamente se acercó a Kira, y estaba a punto de tocarla cuando escuchó una voz extraña.

—Yo no haría eso —inmediatamente, Malia alzó la vista, enderezándose. Derek se aproximó a su lado, mirando desafiante al intruso. Malia lo reconoció como Josh—. Aun emana electricidad —explicó el chico, al pie de la puerta—. Puedo sentirla desde aquí. Yo puedo ayudarla.

—¿Por qué? —exigió saber Malia. Derek le miró, no confiando ni por un segundo en él.

—Porque necesito su ayuda. Con él —se hizo a un lado, revelando a Corey. El chico estaba apoyado contra la pared, sollozando en dolor.

—No —siseó Derek.

—Hannah dijo que lo harías.

—¡Hannah nunca...! —exclamaron Malia y Derek al mismo tiempo, deteniéndose al instante de que se dieron cuenta.

Se voltearon a ver entre ellos. Claro. Era tan propio de Hannah mandar a un chico herido, aunque fuera enemigo, con la promesa de que ellos le ayudarían. Hannah tenía debilidad por las causas perdidas y los chicos indefensos.

Podía quejarse de Scott todo lo que quisiera, pero en ocasiones Hannah era igual que él. 

Killing /teen wolf |running #5|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora