Sus sueños se convirtieron en pesadillas y no vio las consecuencias de sus deseos hasta que fue demasiado tarde.
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Ella sueña con aventuras y romances tan interesantes co...
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OCTUBRE
Las chicas y yo habíamos quedado para vernos y para poder ponernos al día sobre las últimas noticias en persona, además de despejarnos un rato. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.
Nos reunimos aquella tarde del viernes, a mediados del mes, en casa de Eulissa.
—Cuanto tiempo sin vernos —saludó la anfitriona cuando me abrió la puerta y me envolvió en un cálido abrazo—. Por fin hemos conseguido quedar de nuevo.
—También te extrañé —sonreí correspondiendo a su gesto.
Fui la primera en llegar, las demás eran las más tardonas, solían llegar cuarto de hora tarde, como poco, en aparecer. Cuando estuvimos todas, nos esparcimos por el salón y nos pusimos cómodas mientras sonaba la música de fondo.
—¿Qué estáis haciendo al final? —preguntó Eulissa, al grupo—. ¿Qué tal en vuestro nuevo instituto?
—Al final he decidido estudiar el grado artístico en la escuela de Artes —nos contó Vir—. Y, de momento, me gusta todo lo que estamos viendo.
—Junto conmigo —agregó Noe—. Estamos estudiando juntas al final.
—Me alegro. No estaréis solas.
—Sí, yo me decanté al final por Artes porque sabía que iba a ir Noe —explicó Vir.
—Yo no sé qué carrera estudiar en un futuro, pero me decidí por hacer el científico biosanitario —dijo Eu.
—También me pasa lo mismo —coincidí con mi amiga—. Yo elegí un mixto del biológico, orientado a la rama de la zoología.
Noe y Vir estaban entusiasmadas de estudiar juntas en el mismo centro, nos contaron con ilusión cada detalle: profesores, materias... Eu y yo no conocíamos a nadie, todos eran compañeros nuevos, pero estaríamos estudiando algo que nos gustaba.
—Lo difícil será elegir carrera —comentó Eu, soltando un largo suspiro al final.
—Pues sí —afirmé.
—Yo sí sé —dijo Noe—, quiero estudiar Bellas Artes.
—Yo reconstrucción o escultura, aún no me decido por cuál de las dos —añadió Vir.
—Alguna idea tendréis vosotras, seguro —animó Noe.
—No tengo ni idea de que hacer —respondió Eu—. Me gustan muchas cosas: bailar, pintar, dibujar, la química...
—Tenemos dos años para pensarlo —dije—. Tampoco tengo ni idea de que estudiaré, me gustan muchas cosas, pero me asusta la idea de dedicarme a ello toda mi vida... Son cosas muy distintas.
Después de hablar un rato más sobre el futuro y nuestras dudas y miedos, cambiamos de tema. Se estaba volviendo una conversación con un mal sabor de boca y con un gusto amargo.
