Un Error de la Luna (+18)

17- CONFESIONES DE COPAS

~PDV AINE~

Al ver correr a Lúa supe que necesitaba un poco de espacio para poder asimilar todo esto, era demasiado para ella, sobre todo porque Odín no tiene que enterarse de que ella puede saber sobre su verdadero origen.

—¿Qué miran par de chuchos? —Me giré al notar que los tres hombres me miraban cómo si estuvieran exigiendo una explicación.

—¿Qué eres? —La voz de Lowell sonó cortante y seca.

—No creas que porque hicimos un trato entre nosotros para enamorarla, vayamos a pasar por desaparecido que tú puedes usar magia. —Se explicó Alain.

—Y que sabes sobre nosotros. —Terminó de explicarse Malik.

—Es cierto que puedo usar magia y que sé sobre la existencia de los licántropos y de los demás seres mitológicos. —Acomodo mis manos en mi cintura—. Pero no pienso decirles nada respecto a ella. —Los miré a los tres, tratando de descifrar quién sería el que se gane el corazón de mi pequeña y rebelde amiga.

Me alejé en su búsqueda.

La encontré en un pequeño claro con su cabeza hundida entre sus brazos, no hizo falta preguntar para saber que su mente se encontraba en un estado caótico.

—¿Puedo? —pregunté mientras me sentaba a su lado.

—Pero si ya te sentaste. —Me reprochó mientras levantaba su cabeza.

—Esta bien, tienes razón. —Levanté mis manos—. Vengo en son de paz. —Sin que me diera tiempo a reaccionar su cuerpo se abalanzó sobre el mío en un desesperado abrazo.

Sus brazos apretaron más mi cuerpo y sus lágrimas comenzaban a deslizarse por mi hombro.

—Ya, tranquila, mi pequeña rebelde. —Pasaba mi mano por su cabeza buscando que pudiera tranquilizarse—. Dime ¿qué sientes?

—Que voy a morir. —respondió mientras se sorbía los mocos que caían por su nariz; era como ver a una niña llorando desesperada, era muy graciosa su cara—. No te rías de mi imbécil. —Y su mano en forma de puño me dio un leve golpe sobre el hombro.

—Perdón, pero no podía evitarlo, tu cara es muy graciosa. —Cuando vi que amenazó con darme otro traté de ponerme lo más seria que pude—. ¿Por qué sientes que vas a morir?

—Porque siento que estoy profundamente enamorada de los tres, y no quiero que me hagan sufrir cómo ya lo hicieron en el pasado. —Su cabeza se volvió a esconder entre sus piernas.

—No será de la misma forma, de hecho esta vez los que salgan heridos serán dos de ellos. —Traté de que pudiera entender la diferencia—, sin contar que tu ex era bien feo, no se compara con musculitos, el señor gigante y don intelectual.

—Dios, nunca cambias Aine, pero tienes razón.

—Claro que la tengo, ellos son sexys, aunque no tengan mucho cerebro.

—Por cierto…¿cuándo pensabas decirme qué puedes usar magia? ¿De dónde eres, o qué eres?

—No soy ningún bicho raro, soy tu amiga. —dije claramente ofendida—. Y en cuanto a lo otro, no pensaba decirte nada, no imaginé que esos tres se fueran a juntar tan pronto.