~PDV LÚA~
Han pasado tres meses desde que sucedió lo de Daren, tres meses desde que tomé mi decisión. No fue fácil pero me siento plena.
Alain no sufrió lo mismo que Lowell, al menos en el aspecto físico, porque se que por dentro estaba destrozado, tanto que no quería verme ni hablar, y no lo culpaba.
—¿En qué piensas hermosa? —Malik me sacó de mis pensamientos con un suave beso en mi frente.
—En todo y nada. —respondí mirándolo con amor.
—Sabes amor que no puedes mentirme. —Tomó mi mano y entrelazó sus dedos.
—Lo se. —suspiré y dirigí mi vista al pequeño lago que se había vuelto mi lugar preferido en el bosque.
—Entonces dime. —Serenó su tono, sabía que de esa forma podría sacarme todo.
—Es Alain, me preocupa. —No quise mirarlo a los ojos, Malik podía ser un amor pero su territorialidad salía a flote cuando se trataba de otro hombre, pero más si era Alain—. Han pasado tres meses y todavía no quiere verme ni hablarme.
—No te preocupes hermosa. —Sostuvo mi mentón y me obligó a verlo a los ojos, en ellos se reflejaba comprensión—. Tienes que entender que perdió a su otra mitad, perdió al amor de su vida y se culpa por eso.
—¿Por qué no puede ser como con Lowell? —Me recosté sobre su regazo mientras acariciaba mis cabellos.
—Supongo que porque Lowell en realidad tenía a otra persona destinada. —Y me pregunté cómo irían las cosas con Inna.
—Hablando de eso, voy a ir ahora mismo a verla. —Hizo un tierno puchero porque no quería que lo dejara—. Será sólo un rato. —Me excusé—. Aine no tiene tiempo para mi desde que está viviendo con Galo y la verdad es que tengo curiosidad por saber cómo van las cosas entre Inna y Lowell.
—De acuerdo. —Sonreí haciéndole ojitos—. Quien se puede negar a esos hermosos ojos.
Me acomodé a su lado y lo besé recordando todo lo que habíamos vivido en este tiempo, pero sobre todo recordando lo que habíamos vivido juntos éstos tres meses.
Emprendí mi camino hacia la manada de Lowell, las cosas con él tardaron un poco en acomodarse, pero al final lo entendió y me dio permiso de entrar y salir de su territorio cuando quisiera, sabía cuánto amaba la nieve.
Iba sumida en mis pensamientos que no sentí que alguien me seguía. Me detuve por un momento a hacer un muñeco de nieve, estaba de buen humor, cuando alguien se lanzó a mi espalda y grité de terror.
—No grites Lúa, soy Inna. —Trató de calmarme mientras se bajaba de mi espalda.
—¡No lo vuelvas a hacer idiota! —Me acomodé en el suelo mientras trataba de regular mi respiración, mi pecho subía y bajaba rápidamente.
—Lo siento, pero me pareció buena idea asustarte. —dijo riendo acostada en la nieve.
—Aún no puedo entender cómo todos los demás te temen. —Exhalé y me recosté a su lado.
—Porque sólo tu, y Lowell claro está, son los únicos que me conocen de verdad. —Afirmó y se puso a hacer angelitos, acción que imité.
Estuvimos un rato recostadas en la nieve haciendo angelitos, el tiempo con ella pasaba rápido, y era divertido estar así, solo siendo nosotras, no era absolutamente nada seria como le hacía creer a los demás.
—A todo esto ¿Qué te trae por aquí? —Se sentó para mirarme mejor.
—Sólo quería saber cómo iban las cosas con musculitos. —Ante mi apodo no pudo aguantar la risa.
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Un Error de la Luna (+18)
WerewolfLúa no es una chica común, ella es descendiente de divinidades y solo busca su placer por el mundo. Es una joven libre. Mi primer libro sobre hombres lobos con el inconfundible e infaltable toque de romance. La historia posee contenido adulto, y que...