~PDV ALAIN~
Después de todo este tiempo y de lo que tuve que sufrir por no poder estar con mi matte, ahora por fin me siento completo, y no tiene que ver sólo con que hallamos tenido el mejor sexo de todos, esto va mucho más allá.
Estar con Lúa era tocar el cielo con las manos, besarla era perderme en la infinidad del universo, y sentir sus caricias eran la adicción que mi cuerpo reclamaba.
Mientras volvíamos a la mansión, supe muy a mi pesar, que teníamos que presentar a Lúa a nuestras manadas, no sólo porque deberían saber lo que pasaba con nosotros cuatro sino porque también de esa forma estaría más protegida.
—¿Dónde han estado? —preguntó Lowell acercándose hacia ella sin reparo.
—Ese no es el vestido que llevabas esta mañana. —Como siempre a Malik no se le pasaba nada por alto.
—Estuvimos en la plaza y una joven me lo regaló porque un tonto gigante me tiró a la fuente. —Respuesta muy inteligente, aunque se que Malik no se lo cree del todo, y logro divisar tristeza en sus ojos.
—Estuve pensando en algo que debemos hacer con urgencia. —sentencié.
—Creo que debemos presentar esta noche a Lúa a las manadas. —Aine, que siempre estaba un paso delante de nosotros me sacó las palabras de la boca.
—Correcto. —Me dirigí hacia ellos imponiendo todo mi poder.
—¿Te parece contarles a todos que sus dos alphas y su rey tienen la misma matte? Creo que es cruel para el pueblo. —Lowell se quejó.
—Me parece que el pueblo debe saber ante todo, lo bueno y lo malo que le pasa a sus líderes. —Definitivamente Malik tenía otra perspectiva de la vida.
—De todos modos no les estoy consultando, es una decisión que tomé. —Me puse de pie para dirigirme hasta mi despacho—. Ya me comuniqué con cada uno de sus bettas y en dos horas haremos la presentación oficial.
~PDV LÚA~
La situación se volvió tensa cuando regresamos con los demás. Estoy segura que Malik ha notado que me he acostado con Alain, la tristeza en su rostro era algo que no me podía ocultar, pero lo que me pasara con cada uno de ellos era algo que él no podía controlar.
El silencio nos envolvió a todos cuando Alain se marchó a su despacho a hacer los últimos arreglos para dentro de un rato. Sentir la tensión en el aire era doloroso, tanto que hasta ganas de llorar me daban.
—Vamos querida. —Aine parecía leer a la perfección mis sentimientos—, hay que ponerte linda para dentro de un rato.
—Más linda, querrás decir. —Lowell lograba que todo fuera más sencillo, aunque se que él también sufría.
—¡Claro, claro! Haré que todos se queden con la boca abierta cuando la vean. —Y de una manera muy obvia me arrastró hasta alguna habitación en el piso de arriba.
—Gracias. —Fue lo único que pude decir.
—Se que les duele cuando estas con alguno íntimamente. —Se cruzó de piernas sobre una enorme cama.
—Un momento ¿tu como sabes? —El asombro se apoderó de mi.
—Querida. —Puso su sonrisa pícara de lado—, hueles a sexo intenso en todas partes. —Mi rostro tiene que haber sido terrible porque ella inmediatamente estalló en risa.
—No es lo que tu crees.
—No tienes que darme ninguna explicación, ni a mi ni a ellos. Todos saben cómo son las cosas, saben que tienes que elegir a uno, y los sentimientos y emociones no se dirigen, sólo se dejan fluir. —Acorté nuestras distancias en un abrazo cálido y reconfortante, algo que extrañaba de ella desde que empezó toda esta locura—. A bañarse ahora, te tengo que dejar espléndida.
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Un Error de la Luna (+18)
LobisomemLúa no es una chica común, ella es descendiente de divinidades y solo busca su placer por el mundo. Es una joven libre. Mi primer libro sobre hombres lobos con el inconfundible e infaltable toque de romance. La historia posee contenido adulto, y que...