~PDV ALAIN~
Ver a Elmer muerto a mis pies y a Akasma llorando sobre su cadáver me enloqueció, no permitiría que mataran a la gente que quiero.
—Que no quede ninguno vivo. —gruñó Oleic.
—No quedará nadie. —gruñí en respuesta.
Me transformé en el rey alpha que era y comencé a masacrar, sin importarme nada, a cuanto sangre fría se me pusiera en el camino.
Me alivié cuando llegaron los demás, pero al llegar bajé la guardia y no vi cuando asesinaron a Akasma.
—¿Qué pasa Gran Rey, no te gusta lo que ves? —La voz de Daren hizo que la sangre me hirviera aun más.
—Da la cara maldito. —gruñí buscándolo—. Devuelve a Lúa, ella no te pertenece.
—De hecho, a ti tampoco.
—¿Qué sabrás tu de amor? —Le respondí perdiendo la paciencia.
—Lo mismo que tu de libertad.
Su voz dejó de hablar y en ese mismo instante una horda de vampiros saltó de la nada sobre mi.
Tenía a algunos tratando de romperme las patas, a algunos sobre el lomo mordiendo y clavando sus dagas, y otro en mi hocico que trataba de cortarme el cuello.
Miré a mi alrededor, cansado por la pelea, mi vista estaba nublada por la sangre que ya no sabía si era mía o de ellos. Observé que todos estaban haciendo su mayor esfuerzo por terminar con todo de una vez.
—Alain… —Sentí mi nombre a lo lejos—. Alain… —Volví a sentir que me llamaban.
—Es ella. —dijo Oleic.
—Debe ser una trampa. —Malik se puso a mi lado.
—¿Tu también la escuchas?
—Si pero sólo siento que dice mi nombre, por eso se que es una trampa. —Se explicó.
—Alain. —dijo apareciendo en medio del bosque toda lastimada y amarrada con las manos hacia atrás.
Me importó un carajo lo que pensaran, yo la seguí, ella me necesitaba y yo a ella.
Corrí tan rápido como pude, la estaba perdiendo de vista, y en un abrir y cerrar de ojos su figura se desvaneció dejándome sólo en el corazón del bosque.
Una risa macabra, que conocía bastante bien, se dejó oír. Fui rodeado por una infinidad de imágenes de Daren, sin saber cuál era el verdadero comencé a atacar a cada uno, pero estaba cansado y mis heridas no se habían recuperado del todo.
Sentí un fuerte ardor en el pecho y al bajar la vista vi como mi pecho se fue tiñendo de sangre y Daren sacaba una espada de plata de mi corazón.
La visión se iba desvaneciendo, y antes de caer inconsciente pensando en que había perdido todo, escuché su dulce voz gritar mi nombre, sabía que realmente era ella.
~PDV MALIK~
El muy estúpido de Alain no me hizo caso y se fue tras la trampa de Daren, se fue directo a la boca del lobo, qué irónico. No me quedó más que seguir a mi rey.
Cuando por fin lo pude alcanzar, fui testigo de la peor escena, el maldito vampiro estaba desenterrando una espada de plata del corazón de Alain. Cayó muerto y cuando estaba por atacar el grito de Lúa me detuvo.
—¡Maldito bastardo! —gritó desconsolada—. ¿Cómo pudiste? —Las lágrimas caían por su bello rostro.
—Nadie se interpondrá en mi camino cariño. —Se acercaba a ella lentamente—. Tú eres mía. —Y al tratar de besarla pasó algo impensado.
Todo a su alrededor se iluminó, un rayó cayó en su cuerpo y pensé que había muerto, pero ella logró moverse con total libertad.
—¿Qué demonios? —preguntó un Daren asombrado.
—Todo el tiempo has sabido que soy hija de Máni y fuiste tan estúpido en pensar que era una simple humana. —rió de una manera que me pareció aterradora y sexy a la vez.
Sin quitarle la vista de encima, en lo que fue un milisegundo me guiñó un ojo, haciéndome entender que sabía de mi presencia y que estuviera atento. Cuánto más me podría sorprender esta mujer.
—Te equivocaste de mujer. —Caminó dos pasos hacia él.
—No podrás hacer nada cariño, tus pequeños perritos no son nada para mi. Papi tendrá que venir a salvarte.
—¿Eso crees? —La mirada de Daren fue de confusión—. ¡Ahora! —Y esa era la señal que necesitaba.
Daren no se esperó que desde atrás saltara hasta tomar su cabeza y sacarla de su cuerpo. Lo que quedó de su cuerpo cayó al suelo convirtiéndose en ceniza que se esparció por el bosque y dejando todo en oscuridad por unos segundos.
Cada uno de sus súbditos corrió la misma suerte que él, y los que no fueron transformados por Daren y se salvaron de ser cenizas fueron desterrados por Aine colocando una barrera protectora sobre nuestro territorio.
Ambos corrimos hasta donde se encontraba Alain, no había tiempo de festejar, mi rey estaba muriendo a pesar de que estuviéramos compitiendo por la misma luna.
Lúa se tiró sobre sus brazos llorando y manchando su rostro de sangre. Alain no reaccionaba, estaba inconsciente.
Aine apareció a nuestro lado junto con Inna y Lowell y entre ellos cargaron a Alain, que había vuelto a su forma humana, hasta su casa en su manada.
Todo era felicidad, pero la situación de Alain era crítica, la espada había perforado parte de su corazón. Había que esperar lo peor.
ESTÁS LEYENDO
Un Error de la Luna (+18)
Loup-garouLúa no es una chica común, ella es descendiente de divinidades y solo busca su placer por el mundo. Es una joven libre. Mi primer libro sobre hombres lobos con el inconfundible e infaltable toque de romance. La historia posee contenido adulto, y que...