Corromper a un caballero (Mario Bautista y __)

19

    Mario no tardó ni dos segundos en acceder a la propuesta de _______ de seguir adelante con el viaje, metió las maletas en la cajuela del coche y enseguida salieron rumbo a Cuernavaca.

Pero durante el trayecto, en la carretera, Mario miraba de reojo a _______ de cuando en cuando. Se había mostrado dispuesta a seguir el viaje, pero no había dicho ni una sola palabra desde que habían salido.

- ¿Segura que estás bien? - preguntó Mario mirando fijamente la carretera.

_______ se volvió para mirarlo y él también la miró.

- Sí, estoy bien. No te preocupes.

Bueno, en una carretera, en un carro que iba a 100 km/hrs, ________ no iba a poder evitar que hablara con él.

- ¿Y por qué estás tan callada?

- ¿De qué quieres hablar? - Sabía a qué se refería, pero no quería tocar el tema de Mauricio.

- De ti, quiero que hablemos de ti, ________.

- ¿De mí? ¿Pero por qué de mí? Podemos hablar del clima... del paisaje... - intentó desviar el tema.

- ¿Qué te dijo el tal Mauricio? - decidió que lo mejor era ir directo al grano, y la miró.

- ¿Mauricio? Nada... deberías ver el camino en lugar de verme a mí, vamos a chocar.

- No te preocupes no va a pasar nada de eso y no te pareces nada a la _______ que conozco, dime qué pasó. - Y miró de nuevo el camino.

_______ suspiró.

- Es un hombre imbécil y prepotente. Llega a la casa como si nada hubiera pasado, como si debiera estar eternamente agradecida porque él está mi lado - dijo cruzándose de brazos enfadada.

- ¿Todavía lo quieres? - hacer esa pregunta le dolió un poco.

- No, claro que no. - Pero la seguridad con la que ______ le contestó le hizo sentir un poco mejor. - ¿Por qué piensas eso? - Preguntó ________ extrañada.

- No sé... es que hablas como si te doliera mucho lo que te hizo.

- Me dolió lo que me hizo, Mario, me mintió, me usó, se robó mis pinturas, claro que me dolió lo que me hizo. Pero lo que más me molesta es que el hombre ni siquiera tiene la decencia de pedir disculpas, regresa a mi vida como... como... - estaba tan enfadada que no sabía cómo describir la situación.

- ¿Ves? A eso es a lo que me refiero. Hablas como si no pudieras soportar lo que te hizo, como que lo esperabas de todo el mundo menos de él.

- Pues, era la última persona de quién me esperaba algo así. Estaba tan enojada conmigo misma cuando me di cuenta de la clase de persona que era, me sentí tan idiota.

- No digas eso - le dijo con mucha ternura -, porque no lo eres.

- Se robó mis pinturas, mi trabajo, mi esfuerzo. Y él lo sabe, sabía que era lo que yo más preciaba en el mundo.

- ¿Te hizo daño? - preguntó él con cautela.

- Me dio en el orgullo, todavía me preguntó cómo no vi el ser mentiroso y despreciable que era. Ya te lo dije una vez, las pinturas eran malas, sólo quiero que cada quien reciba lo que merece.

- Entonces no te preocupes - dijo entrelazando sus dedos con los de _______ -, yo me voy a encargar de que ese tipo se arrepienta de haberse encontrado en tu camino. No voy a dejar que te vuelva a lastimar en algún sentido.

La amenaza hacia Mauricio la hizo sonreír.

- ¿Me defenderías de él?

- De él y de cualquiera que intentara lastimarte - le dijo volviendo a verla, pero esta vez con una sonrisa en sus labios. Y volvió la vista a la carretera.

________ se estiró un poco en su asiento, se acercó a él y le dio un beso en la mejilla.

- Si vuelves a hacer eso - dijo con voz seria -, vamos a chocar.

- ¿Por qué? - preguntó sorprendida por su reacción.

- Tus besos me distraen - le dijo cuando volvió a mirarla y le sonrió.


----------------------------------------



- Oh dios mío - dijo _______ -, esta casa es preciosa. - Dijo mirando por todas partes la casa. -¿De quién es? ¿Quién te la prestó? - Ella estaba verdaderamente maravillada.

- ¿Quieres que te diga la verdad? - preguntó con cautela Mario.

- Sí, claro, por supuesto - y tomó a Mario de la mano para correr al interior de la casa. - De verdad que es preciosa, voy a adorar estar aquí todo el fin de semana. - Se calló un momento y miro a Mario -. ¿Y bien, quién te la prestó?

- La casa es mía, _______ - dijo serio.

- ¿Es tuya? Pensé que me habías dicho que te la habían prestado.

- Eso dije. No quería que te sintieras como si yo estuviera en mis dominios y tú no.

- ¿Qué? - No entendía que había dicho el -. ¿Crees que no me voy a sentir cómoda en una casa tan bella como esta? - Mario asintió. - Obviamente, no tienes el gusto que tiene una artista - se señaló con su mano -, mientras encontremos algo estético, con arte, bello, nos vamos a sentir cómodos. - Enmarcó el rostro de Mario entre sus manos y le dijo un tierno beso. En un susurro le dijo -: ¿Por qué no mejor me enseñas el resto de la casa y hacemos lo que vinimos a hacer?

- ¿Disfrutar el fin de semana? - terminó Mario por ella, mientras pasaba uno de sus brazos por la parte posterior de las rodillas de _______ para poder llevarla en brazos hasta el cuarto.

- Absolutamente - concedió ________, mientras le rodeaba el cuello con los hombros y lo besaba tierna pero apasionadamente.



******************************



- ¿Estas feliz? - preguntó Juanpa a Dani mientras se despedía de ella.

- Mucho, pero un mes exactamente seré la mujer más feliz del mundo - lo abrazó - y tendré al esposo más maravilloso del mundo. - No espero a que Juanpa le contestara y lo besó.


****************************


- Por favor, Mariana, solo quiero su teléfono - suplicó Sebastian - por favor.

- Discúlpeme Licenciado, pero no puedo. Lo juro, el Sr. Bautista me prohibió darle cualquier información sobre la señorita _______. Y el Sr. Juan Pablo tampoco me dejaría hacerlo. De verdad no puedo ayudarlo. Si lo hago me voy a meter el problemas.

- Mario escogió bien, una secretaria muy leal. Está bien, está bien - se rindió - por esta vez dejare de insistir, pero solo piensa que si me das su teléfono harías a un hombre muy feliz - le sonrió enigmáticamente.

- De verdad no puedo hacerlo - dijo disculpándose con una sonrisa.


*****************************


- ¿Te gusta? - le preguntó Mario a _______ mientras la abrazaba por detrás y le besaba el cuello.

- Me encanta, se ve increíble, todo es tan... natural, tan bello, tan armonioso.

El último piso de la casa, donde estaban era un verdadero paraíso. Las luces que había tenían baja intensidad, las telas se gaza que eran arrastradas por el viento que formaban una pequeña tienda y el cielo lleno de estrella creaban una atmosfera perfectamente romántica.

- ¿Quién lo decoró? Tengo que felicitar a esa persona.

Por la mente de Mario pasó la imagen de Giselle quien le pedía una y otra y otra vez que se deshiciera de la tienda, las luces y las plantas para poder construir un gimnasio.

- Mi madre, ella fue quién lo decoró. Yo me la pasaba aquí, jugando, cuando era niño.

- ¿Dónde está ella ahora? - preguntó _______.

- Viajando, es algo que le encanta hacer, y a mí me gusta que lo haga. Si ella es feliz yo también soy feliz.

____ se giró entre sus brazos y lo abrazó. - Es un lugar muy romántico, perfecto para hacer....

Pero antes de que _______ pudiera terminar lo que estaba diciendo, Mario bajo su cabeza y fundió sus labios con los de ella. Lo siguiente que supo ________ fue que estaba recostada contra los camastros que había en la terraza y que esa noche fue perfecta para ella, porque Mario y ella habían pasado la noche entera amándose.

"z[i