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Al sentir la mano que la tomaba por el brazo, el corazón de ___ comenzó a latir a mil por hora; por su mente pasaron miles de formas de darle un buen sermón a Mario y al mismo tiempo crecieron en ella unas tremendas ganas de abrazarlo.

Se quedó quieta, y muy lentamente se giró. Pero para su gran decepción no era Mario quien había ido tras ella, sino que era Sebas quien la tomaba del brazo.

- ¿Estás bien? - preguntó él evidentemente preocupado por ____.

- Sí, estoy bien, gracias. Solo quería admirar el resto del jardín, es un lugar precioso.

- Muy bonito - estuvo de acuerdo él - pero nada comparado contigo.

____ lo miró, le sonrió y susurró: Gracias.

- Solo digo la verdad. ¿Te gustaría tener compañía?

- Me encantaría - mintió ella. Sebas le tendió su brazo caballerosamente y ella lo agarró. Empezaron a caminar. - Espero que nadie note que faltamos.

- Dani se va a dar cuenta. Es muy observadora, si en el jardín faltara una flor, solo ella lo notaría, pero no te preocupes. No creo que ande tras nosotros buscándonos.

- No - dijo ____ en voz baja -, seguro que no.

Entonces Sebas se detuvo y se giró para poder mirarla de frente. El sol comenzaba a ponerse, y el cielo se iba pintando de colores naranjas y rosados. El brillo dorado de los rayos del sol caía sobre el cabello rojo de ____.

- No creo que estés bien. ¿Qué tienes? Dime.

- Yo... - no podía decirle que se moría de celos y tristeza de ver a Mario con otra. No hacía ni tres horas le había dicho que lo suyo era algo pasajero. - ... solo estaba pensando en que me encantaría pintar un paisaje así...

- Mmmm... está bien - le contestó no muy convencido. - ¿Quieres seguir paseando?

- Sí.

Y así lo hicieron, con paso lento y corto. Admiraban cada pequeño pedazo de aquel lugar que había hechizado a ____, solo que ahora lo hacían en completo silencio. Solo el ruido lejano de la fiesta los acompañaba.

Hasta que oyeron unas risas cerca de ellos. Los dos, curiosos, rodearon el arbusto de donde parecía que provenían la risas. Y ahí estaba de nuevo, Mario y la mujer esa que no se le despegaba ni un minuto.

- Vámonos, Sebas, creo que interrumpimos algo - dijo con absoluta indiferencia.
Pero antes de que pudiera tomarlo de brazo para jalarlo y alejarse la rubia se acercó a él y lo saludó muy efusivamente.

- ¡Hola Sebas! - le dio un beso en la mejilla y luego lo abrazó. ¿Cómo estás? Hace mucho tiempo que no sé nada de ti.

- Hola, Elena. Muy bien, gracias. ¿Y tú?

- De maravilla, y mucho mejor ahora que te he visto.

___ no lo podía creer la tal Elena estaba coqueteando con Sebas en frente de Mario y él no hacía nada para detenerla. Entonces sintió los ojos azules sobre ella.

- ¿Y quién eres tú? - su voz fue una mezcla de curiosidad y diversión.

- Elena, te presento a ____ - dijo Harry. - ____, ella es Elena

- Un verdadero placer. - Después volvió toda su atención a Sebas, lo agarró del brazo y casi se colgó de él - ¿Me acompañarías a dar una vuelta por el jardín? - No le dio tiempo de contestar cuando miro a Mario por encima de su hombro y le dijo: - no te importa ¿verdad? - así ignorando por completo a ____, y sin esperar más respuesta se llevó a Sebas.

______ y Mario se quedaron en completo silencio viendo como se alejaban. Ella se giró para ir a reunirse con el resto de los invitados pero la voz de Mario la detuvo.

- ¿Tú no quieres dar una vuelta por el jardín, ___?

- No, gracias. Ya me cansé de dar vueltas por el jardín, voy a regresar a la fiesta - le dijo fría, pero cortesmente. - Si quieres dar vueltas por qué no te vas con ellos, yo regreso con los demás y todos somos felices.

- ¿Puedo preguntar por qué de estás tan agresiva conmigo?

- ¿Ahora si te interesa saber de mí?

- Siempre me has interesado.

- ¿Ah sí? Pues hace rato no me pareció eso.

- ___ sabes perfectamente que no podía ir a saludarte, nos habríamos metido en problemas, pero no te he ignorado aunque así lo parezca, soy consciente de tu presencia en cada momento.

- ¿De verdad? Tal vez lo que quieres es que cierta persona no nos vea juntos, pero las personas civilizadas nos saludamos por educación.

- ¿Y crees que no quería hacerlo? Desde que entraste del brazo de Sebas a la iglesia me dieron ganas de golpearlo para que se alejara de tu lado.

- Sí. Ajá. Claro. - Le contestó cínicamente.

- Es verdad. Lo único que he querido hacer desde que te vi ha sido esto... - con un poco de brusquedad, Mario la agarró de los brazos, la acercó hacia sí y le dio un beso, algo torpe pero lleno de pasión.


____ sentía que se rendía por completo a su beso, pero no podía hacerlo, se suponía que estaba enojada con él. Así que le pusó las manos sobre el pecho y lo empujó para cortar con el beso.

- No, Mario, así no. Se te olvida que nos podemos meter en problemas - le dijo con un deje de cinismo, y sin decir más se volvió y se fue caminando hacia donde la fiesta continuaba.

Mario la miró alejarse, podía percibir que tenía la espalda tensa: estaba enojada con él.

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- ¿Hola? ¿Hay alguien? ¡____, hola! - le dijo Dani quien estaba a su lado.

- Ah... hola, Dani. Te ves muy bonita.

- Gracias - le dijo con una sonrisa -. Tú también te ves linda... Oye, me acompañarías al tocador, creo que tengo que darme un retoque.

Y ___ la acompañó. El tocador de damas tenía un sala y un gran espejo para ver hasta el último detalle. Dani decidió empezar una sencilla conversación con ____ mientras fingía que se arreglaba la tiara.

- ¿Te gustaron los jardínes? - la miraba muy disimuladamente.

- ¿Cómo sabías que no estaba en la fiesta? - preguntó ella sorprendida.

- Intuición. ¿Te gustaron?

- Claro que sí. Son preciosos, no hay nada igual.

Al parecer ____ no había captado la indirecta. No quería saber si le gustaba el paisaje, quería saber que había pasado con ella y joe en ese paisaje. Mejor ir directo al grano.

- ¿Ya hablaste con Mario?

- Sí - fue todo lo que ella contestó.

- ¿Y por qué no estás con él?

- Él ya tiene compañía, ¿para qué importunarlo?

- ¿Compañía? ¿A quién te... - se interrumpió al ver la puerta del tocador abrirse, pero de inmedito sonrió al ver quien era. - ¡Ele! - Fue hasta ella y la abrazó, Elena le devolvió el saludo. - ¿Cómo has estado? Hace tanto tiempo que no te veo.

Mientras las amigas hablaban olvidandose completamente de ___, ésta las observaba y pensaba. Era obvio que Dani ya no iba a querer que ella estuviera en medio en cuanto supiera que Elena, era quien estaba con Mario.

- Elena, te presento a una nueva amiga mía. Ella es ____.

- Ah, sí. Sebas ya nos presentó.

- Sí, ya nos presentaron.

La puerta se volvió a abrir y una señora mayor apareció. -Dani - dijo la señora -, será mejor que regreses con los invitados. Juanpa te está buscando.

Dani sonrió. - Si me disculpan, chicas, voy con mi esposo. - Y acompañada de la mujer mayor Dani salió del tocador dejando a ___ sola con Elena.

- ¿Te sientes bien? Parece como si quisieras vomitar - aunque Elena lo decía en serio, ____ sintió como si quisiera burlarse de
ella.

___ decidió llevar una conversación fácil y superficial así no terminaría haciendo algo indebido.

- Me gusta tu vestido.

Ese comentario recibió una sonrisa automática por parte de Ele. - Gracias. A Mario no le gustó. Sabes, me dijo: "Todos los hombres van a voltear a verte", y yo le dije: "Esa es la idea". A veces es... demasiado protector conmigo, pero aun así lo quiero.

- Así son los hombres - le contestó ___, ese no era lo que esperaba oír cuando le habló del vestido.

- Sí, tienes razón. Ni que yo le estuviera reclamando cuando él ve a otras mujeres.

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¿Dónde se había metido ____? Mario no lograba encontrarla. Sabía que el jardín era un lugar grande pero tampoco era infinito. Las pocas veces que lograba verla alguien le llamaba y la perdía de nuevo, al menos tenía el consuelo de que todavía no se había ido.

Y pasó otro rato buscándola antes de poder ir junto a ella. Cuando por fin lo hizo, le preguntó:

- ¿Estás tratando de evitarme?

Pero ___ no pudo contestar porque en ese momento una tercera persona se agregó a la conversación: Juanpa.

- Señorita ____ - dijo éste -, es un placer y una sorpresa tenerla aquí.

- Sí, vine con Sebastian. Aún no lo he felicitado. Le deseo lo mejor al lado de una mujer tan maravillosa como Dani.

- Gracias. - Después se volvió a Mario. - Pensé que ibas a traer a tu chica misteriosa y no a Ele.

- Ella me pidió que viniera con ella, y ya sabes que nunca he podido negarle algo. Pero ahora, tomando en cuenta que nuestro querido Sebas y Ele no están aquí, acabo de aprovechar la ocasión para invitar a bailar a la señorita ____.

- En ese caso los dejo. Disfruten el baile. - dicho esto Juanpa se alejó.

___ tomó la mano que Mario le ofrecía y se dirigieron hasta la pista de baile al momento en que empezaba a sonar una canción muy lenta. Mario colocó su mano en la cintura de ____, y ella hizo lo propio pero en el hombro de Mario.

- ¿Ya me vas a decir por qué estás enojada conmigo?

- No quería interrumpir el tiempo que compartías con Elena.

Corromper a un caballero (Mario Bautista y __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora