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Un gran estruendo proveniente de afuera despertó a _______ sobre saltándola; y en cuanto abrió los ojos una ráfaga de viento hizo que la piel se le pusiera de gallina.

Se acurrucó en la cama buscando calor y fue cuando calló en cuenta: Mario no estaba en la cama. Sobresaltada se incorporó y miró el reloj, eran las 10 de la mañana.

Salió de la cama en busca de una bata para ir a buscar a Mario, solo entonces se dio cuenta de que estaba lloviendo, cuando otro trueno la hizo sobresaltarse.

Decidió mejor ir a bañarse, al fin y al cabo Mario no la iba a abandonar ahí, y aunque lo hiciera qué podría pasarle. Media hora más tarde ya cambiada y bañada, mientras se cepillaba el cabello escuchó unos ruidos que provenían de la planta baja.

Se recogió el cabello en una coleta y bajó para ver qué era lo que provocaba el ruido.

Toda la casa estaba en completo silencio, a excepción de los ruidos, así que los fue siguiendo hasta que llegó a la cocina. Pero estaba completamente vacía cuando entró ahí.

Un trueno más la hizo dar un pequeño brinco, después de eso una risa cálida se escuchó detrás de ella.

- No sabía que te daban miedo los truenos – dijo Mario divertido.

- No me dan miedo - le contestó _________ sonriéndole -, pero no me lo esperaba, solo me asustó el sonido tan estrepitoso.

- Bueno, espero que no vayas a brincar cada que escuches un trueno.

- ¿Por qué lo dices?

- Está lloviendo, es una tormenta eléctrica. Cuando me desperté estaba lloviznando, fui a comprar comida porque aquí no había nada, y en la radio dijeron que había tormenta eléctrica, y al parecer va a seguir lloviendo todo el día, así que nuestro gran fin de semana se ha arruinado.

- ¿Arruinado? ¿Por qué se arruinó?

- No podemos salir por la lluvia.

- Tampoco es fundamental que vayamos a pasear, podemos pasar aquí el día, solo tú y yo, aquí, solitos... podemos desayunar.

- Eso me parece una gran idea - reflexionó Mario.


- Bien, ¿quieres que te haga unas crepas? - preguntó _________.

- Yo... más bien estaba pensando en otra clase de desayuno - dijo Mario abrazándola por la cintura.

- Pero, Mario, me acabo de vestir.

- Sí, y yo te voy a desvestir.

Y no la dejó seguir reclamando. La abrazó más fuerte contra sí y sus labios encontraron los suyos. Después de besarla un rato la levanto en sus brazos y la llevó directo a la cama.

Con mucho cuidado le quitó los jeans que se había puesto. Y besó cada centímetro de sus piernas, desde sus tobillos hasta su cadera. Ahí tomo la punta del sweater y se lo quitó, besando cada centímetro de su cálida y tersa piel.

Y no tardó más de diez segundos en deshacerse de su ropa. Se acostó en la cama junto a ella y la volvió a besar. Una de sus manos la recorrió desde su cuello hasta su entrepierna.

Presionó su clítoris y ella se arqueó contra él jadeando. El calor recorrió su cuerpo y la mojó por completo. Mario empezó a jugar con su clítoris, moviéndolo en círculos, a veces suaves y lentos y a veces rápidos y toscos.

Y con cada caricia se ponía más húmeda, hasta que ya no pudo soportarlo y se corrió en su mano, su respiración se hizo dificultosa y estalló en un orgasmo.

Apenas se estaba recuperando cuando Mario la penetró, la sensibilidad que aún tenía hizo que sus caderas fueran a su encuentro y que las paredes de su vagina se cerraran alrededor de su miembro pidiendo más.

Envueltos entre las sabanas, Mario sobre ella, la penetraba suavemente, con un ritmo delicioso. Dejaron de pensar, se desconectaron por completo del mundo.

Cuando Mario la embistió por última vez, se tiro sobre ella, ella lo abrazó y se quedaron quietos un rato. Su respiración poco a poco se fue normalizando.

- Todo debería ser así siempre - dijo Mario.

- ¿Así como? - preguntó _______.

- Así de perfecto - y la besó tiernamente.

Acostados, uno junto al otro, Mario rodeaba con uno de sus brazos a ________ por los hombros, mientras ella lo abrazaba por la cintura. Mario tomó el control remoto de la televisión y presionó el botón de encendido.

- Creo que tenemos un problema - un trueno más retronó.

- ¿Cuál? - preguntó _______.

- No hay luz.

- ¿Y eso por qué es un problema?

- Pues... no hay luz.

________ sonrió. - ¿Y? ¿Alguna cita importante demanda tu tiempo? ¿La necesitas? - Mario solo la miró. - No necesitamos luz, podemos vivir sin ella unas cuantas horas - se acurrucó contra él -, ¿no lo crees?

- Sí, supongo que sí. ¿Y qué vamos a hacer?

- Podemos empezar por ir a desayunar, porque me distrajiste pero yo aún tengo hambre - dijo al tiempo en que se cubría con la sabana para levantarse. Mario sonrió al verla.


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- Te dije que necesitábamos luz - Mario estaba recargado contra la mesa mientras veía a _______ moverse por la cocina, sin luz no iban a poder cocinar.

- No te preocupes, siempre podemos comer sándwich - le contestó _______ con una sonrisa. - ¿Quieres uno?

- ¿Lo vas a hacer tú? - Ella asintió. - Entonces, quiero todo lo que venga de ti.

Cinco minutos después los dos estaban sentados a la mesa comiendo sándwiches.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

- Sí -dijo Mario.

- ¿Quién es la mujer que nos encontramos en el teatro? - preguntó ___

Él no contestó, se limitó a comer su emparedado. _______ lo esperó pacientemente hasta que supo que no le iba a contestar.

- ¿No me vas a decir? ¿Te pregunte si podía preguntar?

- Te dije que podías preguntar, no te dije que iba a responder.

_______ lo miró sarcástico. - Bueno, contéstame y luego tu me puedes hacer una pregunta.

- Ah, pero yo no quiero hacer ninguna pregunta.

- ¿No? ¿No quieres saber nada de mí? - preguntó sorprendida.

- Ya sé todo lo que necesito saber de ti.

- Entonces, responde la pregunta por favor. - Mario no se pudo resistir a la cara de _______ y con un suspiro asintió.

- Giselle, mi prometida.

- ¿Te vas... te vas a casar? - preguntó anonadada.

- Bueno, tanto como mi prometida, no. Nunca llegue a preguntarle, y no, no me voy a casar. Ya no tengo nada que ver con ella.

- ¿Por qué?

- Pensé que solo era una pregunta -. Guardo silencio unos minutos y después continuó hablando. - Se veía con otro hombre, supongo que él que la acompañó esa noche al teatro. Lo descubrí un día antes de pedirle que se casara conmigo. - _______ no dijo ni una sola palabra, estaba completamente seria. - Al final todo resulto mejor de lo que esperaba.

- ¿Por qué?

- Una semana después Juanpa fue a verme, ya estaba preocupado por mí. - De repente la cara de Mario que había estado muy fría y distante durante todo el rato, cambió a una sonrisa. - Me dijo que tenía que atender el caso de una pintora.

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Corromper a un caballero (Mario Bautista y __)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora