- ¿Puedo hacerte ahora yo una pregunta a ti? – preguntó Mario rompiendo con el silencio de la habitación. Habían ido a la sala, el brazo de Mario rodeaba a _______ por los hombros, mientras ella apoyaba su cabeza en el hombro de él.
- Es justo. Pregunta lo que quieras - dijo ella muy segura de sí misma.
- ¿Cómo fue que llegaste a tener una relación con un tipo como él? - preguntó con voz calmada pero con un deje de tensión.
________ no necesitó que Mario le dijera el nombre de la persona, sabía perfectamente que hablaba de Mauricio, en un segundo por su mente pasó toda posibilidad de respuestas, pero decidió contestarle con la verdad así como él lo había hecho. Era un voto de confianza mutuo.
- Fue mi maestro. - Hizo una pausa. - Aunque lo único que aprendí con él fue a sufrir. Me atormentaba diciéndome que era una mala pintora, que no servía para nada, y cosas así...
- ¿Por qué seguiste con él a pesar de todo?
- Porque de vez en cuando, muy de vez en cuando era un buen hombre, me decía que era la mejor pintora del mundo y mis cuadros se vendían, en esos momentos no me podía quejar de él.
- Pero... - concedió Mario.
- Pero todo se fue a la mierda cuando descubrí que vendía mis pinturas como suyas, y acabo con mi paciencia, lo saque de mi casa y decidí que no iba a dejar que me estafara. Contrate a un abogado - levantó la cabeza de su hombro y lo miró - y esperó que él me ayude a demostrar quién es la verdadera autora de las pinturas, él, tan mediocre como es no merece recibir el crédito por mis pinturas.
- ¿Cuánto tiempo duró tu relación con él?
- Cinco años - lo dijo como si hubieran sido dos días. - ¿Seguimos sin luz? - preguntó para cambiar de tema.
- Sí, creo que esto va para largo. ¿Qué hacemos ahora?
- ¿Qué quieres hacer?
- No sé, sería interesante seguir haciendo preguntas ¿no crees?
- sí, definitivamente sí - dijo _______.
- Bien, es tu turno. Pregunta lo que quieras - dijo Mario.
______ se llevó un dedo a su barbilla, miró hacia arriba y se puso a pensar. Después de un minuto volvió a mirar a Mario, y con una lenta sonrisa que se dibujó en sus labios preguntó:
- ¿Dónde prefieres que te bese?
- ¿Qué clase de pregunta es esa? - fue la contestación de Mario.
- Me dijiste que yo podía preguntar lo que fuera, y esa es mi pregunta, así que, responde.
- En cualquier parte que me beses lo voy a disfrutar - dijo con una sonrisa encantadora que derretiría a cualquiera.
- Pero dónde. Quiero saber el lugar específico. Tal vez sea aquí - y lo besó en los labios -, o aquí - y lo besó en el cuello, y todavía con sus labios acariciándole la piel bajó una de sus manos hasta su miembro lo presionó y pregunto: ¿o aquí?
El corazón de Mario se agitó y empezó a bombear sangre a mil por hora. __________ pudo sentir como su miembro se hinchaba y se ponía duro y erecto con cada pequeña presión que ella hacía.
Empezó a darle un ligero masajes a través de la ropa. Mario se trató de relajar a pesar de que su cuerpo se calentaba y se ponía más duro a cada segundo.
Se apoyó contra el respaldo del sillón respirando profundamente. ________ se arrodilló en el suelo entre sus rodillas, con delicadeza quitó las capas de ropa que había entre ella y el miembro de Mario.
Mario tembló de placer al sentir una caricia de la mano de _______ a lo largo de su miembro. _______ se maravillaba de sentir lo duro y a la vez lo terso que era.
La punta del glande se humedeció y ______ se acercó a él para lamerlo. Ante el suave contacto las caderas de Mario fueron hacia adelante, buscando más caricias y ella lo complació.
Besó nuevamente la punta tiernamente, lo saboreó con la lengua, lo recorrió todo, y se lo introdujo en su boca, rodeándolo y dándole golpecitos con la lengua. Las manos de Mario se cerraron sobre el cabello de ______, presionándola contra el glande para que se lo metiera más en la boca, para que lo tomara por completo.
Mario se contenía dando solo pequeños envites hacia la boca de ______, pero con sus manos la presionaba a que lo tomara más. Y ella disfrutaba de cada rose de su lengua contra él y de cada una de sus reacciones, chupándolo y succionándolo hasta hacerlo perder el control.
Hasta que lo logró y Mario se corrió en su boca, suspirando, gimiendo y gruñendo de placer.
- Creo que - dijo con la respiración todavía agitada - que, definitivamente me encanta que me beses así.
________ sonrió de nuevo y se sentó a horcajadas sobre él. - ¿Ya ves? Es muy diferente como te sientes dependiendo del lugar en el que te bese.
Y dicho, fundió sus labios con los de él en un apasionado beso. La lengua de Mario invadió su boca, llenándola y saboreándola, imitando los movimientos de la penetración.
La sujetó por las caderas y poco a poco la fue bajando hasta que su miembro la llenó por completo. _______ se arqueó contra él y comenzó a moverse en suaves vaivenes.
Mientras Mario la penetraba fuertemente, _______ jugaba con sus pechos, se acariciaba los pezones duros por la excitación y él la miraba adorándola como si fuera la mujer más hermosa del mundo.
Y para él, lo era.
Sus movimientos se fueron haciendo cada vez más rápidos y fuertes. Mario llevó una de sus manos al centro femenino de _______, hinchado, duro y sensible por el momento, su clítoris completamente húmedo reaccionó con un leve roce de Mario, y un suspiro escapó de la boca de _______.
Mario presionó el botón de placer y ______ gimió, empezó con lentas y delicadas caricias, de arriba abajo y de un lado a otro; ligeras caricias que hacían que _______ muriera ansiedad, necesitaba esas caricias.
Mario volvió a presionar su clítoris. Ella se dejó caer sobre el miembro de él. Y las caricias se volvieron un poco más intensas. _______ estimulaba su excitación acariciándose los pezones, cada vez con más fuerza.
De pronto los círculos que marcaba Mario sobre los labios húmedos de________, se tornaron más rápidos y más bruscos. Al igual que las embestidas.
Él acerco su boca al cuerpo femenino y atrapó uno de las crestas duras en su boca, jugó con su pezón y lo saboreó como si su vida dependiera de ello. Lo mordisqueaba y tiraba de él, mamándolo con fuerza.
Hasta que ninguno de los dos lo pudo soportar más y llegaron al mismo tiempo a un orgasmo exquisito. Mario continuó dando pequeñas envestidas para prologar el placer, hasta que los dos se rindieron y se dejaron caer sobre el sillón.
- Creo... - dijo ______ apoyando su frente sobre el hombro de Mario y su respiración agitada - que este va es el mejor fin de semana que he pasado.
- También yo. - Dijo Mario abrazándola.
********************************
- ¿Cómo te fue, _______? - Nath estaba sentada en la cama viendo como _______ guardaba las cosas dentro de su cuarto, y ella suspiró por enésima vez -. ¡_______!
- ¡Ay! ¿Qué? - dijo despertando de su ensueño - ¿Tienes que gritar?
- Sí, porque no me escuchas. Ya, dime cómo te fue. - ______ dio un profundo suspiro -. ¡________! Ya deja de suspirar es lo único que haces.
Lentamente una sonrisa se dibujó en los labios de ______. - Ay, Nath, fue el mejor fin de semana que he vivido.
- ¿El mejor? Y eso que solo te fuiste con él 3 días, no quiero saber cómo estarías si te hubieras ido más tiempo.
- Fue... - se tomó su tiempo para encontrar la palabra justa para describir el fin de semana - maravilloso, increíble, espectacular. Hablamos tanto que siento como si lo conociera de toda la vida... y también pasamos mucho tiempo sin hablar.
- ¿Y cuándo es la boda?
- ¿Cuál boda? ¿De qué estás hablando? - dijo _______ sin entenderla.
- ¿De cuándo se van a casar tú y el abogado?
- No nos vamos a casar, esto es solo... temporal, Nath, nada en serio.
- ¿Nada en serio? _______, nada en serio es que te hubieras acostado con él una o dos veces, y ya fin de la relación. No es irse de fin de semana a quien sabe dónde.
- ¿Qué tiene de malo?
- ¿Qué tiene de malo? _______, te estás tomando esto muy enserio, cuando no debería ser así. Esto no va a durar mucho y la única que va a sufrir eres tú.
- Nath, no te preocupes, yo sé que esto no es enserio.
- No paras de sonreír y suspirar pensando en él, pareces una niñita enamorada. - ________ no dijo nada, se quedó mirándola -. ¿Es eso? ¿Te estás enamorando de él?
*******************************************
- ¿No nos vas a contar donde te metiste todo el fin de semana?
- Ocupado - se limitó a contestarles Mario a Juanpa y Sebastian.
- ¿Haciendo qué?
- humm hablar, cocinar... un poco de todo - dijo vagamente.
- ¿Tiene algo que ver con tu mujer misteriosa?
- Tal vez.
- ¿Quién eres tú y qué hiciste con nuestro amigo?
- ¿De qué estás hablando? - dejó de mirar los papeles sobre su escritorio mi miró directamente a Sebastián.
- Quiero saber quién te lavó el cerebro, porque así no es el Mario que conozco.
- ¿De qué estás hablando? - volvió a preguntar.
- Cuando me fui de vacaciones mi amigo Mario tenía una hermosa novia, trabajaba sin parar y nos contaba todo. Y tú tienes una mujer misteriosa y te has vuelto misterioso con ella. ¿Por qué no nos quieres decir quién es? ¿Es fea o qué?
- Sebastián, eso a ti no te importa, con quien salga o deje de salir es asunto mío y nada más - dijo de forma seria pero con un aire de advertencia de que hablaba enserio.
- Esta bien - levantó las manos en modo de rendición - si no me quieres contar, no me cuentes. Disfruta a tu mujer y punto. Mejor me voy. - Se levantó y en silencio se fue, dejando a Juanpa y Mario en la oficina.
Mario lo miró. - ¿Tú no vas a hacer preguntas?
- Eres mi amigo, Mario, se te nota que estás feliz. Sea quien sea espero que sigan igual un buen rato.
- ¿Sea quién sea? - preguntó dudoso Mario.
Juanpa soltó una carcajada. - No me digas que Sebas tenía razón y ella es fea - se volvió a reír. Mario no contestó -. Me parece... que te estás enamorando amigo - dijo antes de volver a reír.
ESTÁS LEYENDO
Corromper a un caballero (Mario Bautista y __)
Teen FictionPara todos Mario tenía una vida perfecta, no le hacía falta nada. Tenía una exitosa carrera, una casa increíble, un carro último modelo y una novia hermosa. ¿Qué más podía pedir? En pocas palabras era un caballero perfecto. Hasta que un día a...