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_______ sujetaba el celular entre las manos tan fuerte que los nudillos se le pusieron blancos por el esfuerzo.
Había pasado un mes después de la noche en que se habían encontrado a Giselle en el restaurante, un mes en el que no la habían vuelto a ver, pero sobre todo un mes en el que _______ se dio cuenta de que Dani se había equivocado de profesión.
Sin duda lo suyo era la organización de bodas. Dani le había asegurado que todo saldría perfecto. Y sí, todo estaba saliendo a pedir de boca, hasta hace unos minutos que _______ acababa de colgar con Nath.
- _______, relájate - fue una orden aunque Dani se la dijo con mucho tacto, sin embargo el efecto no fue el esperado.
- No puedo, no puedo relajarme... me voy a casar hoy, en menos de una hora y Nath me llama para decirme que no hay vestido.
- Pero sí hay vestido, lo único es que va a tardar en llegar un poco más de lo esperado.
- No me puedo relajar, Dani, ¿Tú estarías relajada en mi lugar?
No, contestó Dani mentalmente, sin embargo lo que le dijo fue: Claro que sí, no me estresaría para nada el día de mi boda, disfruté hasta el último detalle... y aunque hubiera estado en tu situación tampoco me estresaría, no me gustaría que me viera diez años más vieja el día de mi boda por unos cuantos minutos de retraso. Bien, ahora respira hondo.
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- ¿Qué tal estás? - fue la pregunta dirigida del padrino al novio.
- No puedo creer que este tomándome un vaso de brandy para darme valor - contestó Mario
- ¿No estás seguro? - preguntó Juanpa
- Sí, claro que estoy seguro... pero, no sé... me siento demasiado nervioso.
- Es normal, te vas a casar... cualquier persona normal en una situación así estaría nerviosa.
- Pero es diferente - puntualizó Mario
- ¿Por qué? - preguntó Sebas
- Cuando estaba seguro de pedirle a Giselle que se casara conmigo - dijo Mario - no me sentía así, no estaba nervioso.
- Eso es miedo, Mario - le dijo Juanpa
- Pero con Giselle sentía que todo era como normal, no sé... y con ella no sentía miedo como tú dices.
- Pero ______ no es Giselle. Tienes miedo, Mario, miedo de defraudarla, por eso estás nervioso.
- Pero con Giselle....
- Sabes qué - lo interrumpió Sebas -, si sigues hablando de Giselle en nombre de _______ te voy a dar un buen zape.
- Pero...
- Pero nada - volvió a interrumpirlo - la diferencia de antes y ahora es que con Giselle era un error, ibas a caer en una odiosa rutina aburrida, pero con _______ cada momento que vivas será único y los vas a disfrutar al máximo.
- Vaya, quien diría que Sebas se volvió tan romántico - se burló Juanpa
- Creo que es responsabilidad de Gil - lo siguió Mario.
- Sí, seguramente el soltero más empedernido de los tres no tarda en ponerle un anillo a tu prima.
- Jajá - se rió sarcásticamente - eso no va a pasar.
- ¿Ah no? - preguntó Mario arqueando una ceja con expresión grave.
- Al menos en un tiempo - se corrigió Sebas
Juanpa miró el reloj.
- Bien, ya es hora.
Los tres apuraron sus vasos con brandy hasta dejarlos vacíos, se arreglaron los trajes y se dirigieron a la iglesia.
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En la iglesia...
- Oh, Dani sí que se superó - dijo Mario mirando embobado la iglesia.
- Y vaya que sí - combinó Sebas
- Ya saben que a Dani le gustan los cuentos de hadas, hasta hizo de hada madrina con _______ y Mario. Entremos, no quiero que todo el trabajo de Dani se venga abajo por nosotros.
- Un minuto de retraso hará que todo se venga abajo - dijo Sebas
- Tal vez no, pero ustedes no van a ser los que reciban la regañada si esto no sale perfecto.
Eso mereció una sonrisa por parte de sus amigos. Después los tres entraron a la iglesia. Era pequeña, pero hasta el último asiento estaba ocupado. Mario se paró frente al altar con sus dos amigos a lado y esperó.
Pasaron 5 minutos.
Pasaron 10 minutos.
Pasaron 20 minutos.
Pasó media hora.
- Ni Dani, ni _______ me contestan - le dijo Sebas a Juanpa y Mario. Se había ofrecido a llamar para ver el porqué del retraso.
- Esto no es normal, Dani no se retrasaría por nada del mundo.
Mario estaba completamente mudo, no podía explicarse porque se habían retrasado. Entonces notó un movimiento entre las personas: eran Nath y Ramiro al ver su cara de preocupación a Mario se le fue el alma a los pies
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Corromper a un caballero (Mario Bautista y __)
Teen FictionPara todos Mario tenía una vida perfecta, no le hacía falta nada. Tenía una exitosa carrera, una casa increíble, un carro último modelo y una novia hermosa. ¿Qué más podía pedir? En pocas palabras era un caballero perfecto. Hasta que un día a...