4.

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—Tuviste un día muy feo davina— me susurró elizabeth mientras yo estaba acostada en su cama.

Elizabeth cepillaba mi cabello mientras yo solo miraba perdida a la puerta. Mi mente estaba en el limbo mientras mi cuerpo estaba presente.

—creo que tú también lo tuviste— le contesté volteandome para mirarla— el comodoro..¿ te lo pidió?— le pregunté.

Elizabeth hizo una mueca y sonrió.

—Lo hizo— dijo— pero después de su pregunta Adam O'connell grito tu nombre como un loco y fue cuando todos vimos que caiste.

Abrí los ojos en sorpresa.

—asi que arruine tu propuesta— le dije burlona.

Elizabeth soltó una pequeña risa y respondió.

— no la arruinaste solo la pospusiste— dijo y me abrazó— y por eso te doy las gracias. Aún no estaba lista.

—denada elizabeth solo te advierto que no volveré a caer de un precipicio para darte más tiempo de pensar— dije burlona.

Ambas nos reímos hasta que la puerta abriéndose nos interrumpió.

—Buenas noches señoritas— nos saludo una de nuestras mucamas mientras caminaba a la chimenea.

Me levanté y me dispuse a irme pero elizabeth me tomo de la mano.

—No te vayas quédate aquí y durmamos juntas— dijo mirándome feliz— justo como cuando éramos pequeñas.

Miré a elizabeth y le sonreí de modo de respuesta. Ambas nos metimos en la cama entre risas justo como antes, nuestra mucama nos miraba sonriente mientras colocaba el calentador justo a la orilla, sabía que en cuestión de minutos estaría muy calientita.

—listo señoritas— nos avisó una vez que terminó— ¿Que difícil día tuvieron hoy no creen?

— un poco— le contesté— no todos los días casi te ahogas y un pirata te amenaza.

—asi es y no todos los días el soldado O'connell la trae en sus brazos hasta su cama— soltó emocionada.

Elizabeth soltó una risa y me miró con una ceja alzabada yo solo sentí mis mejillas arder y me cubrí mi cara.

— Eso fue tan vergonzoso. Hoy fue el peor día de mi vida y justo hoy el nota mi existencia— dije riendo nerviosa.

—si me permite — dijo casi en un susurro la mucama mientras se sentaba y nos miraba sonriente a mi hermana y a mi— pero el soldado ya había notado su existencia señorita y creo que gusta de usted.

Las palabras de la mucama me tomaron por sorpresa.

— ¿Cómo es que tú sabes eso?— preguntó elizabeth emocionada.

— Es cuestión de ser observadora. En los banquetes siempre la mira como si fuera la única chica, cuando pasean por el pueblo el siempre se ofrece a ser su guardia y por no mencionar más cosas— dijo mirándome cómplice.

— escuchaste eso davina— dijo elizabeth feliz— Adam O'connell gusta de ti.

Nuevamente sentí mis mejillas arder ante lo que dijo la mucama y al relacionarlo con  lo ocurrido hoy. Aún podía sentir la respiración de Adam en mi cuello y sus fuertes brazos envolviendome cuando el pirata me aventó a el, su mirada preocupada y atenta y también la delicadeza con la que me tocaba como si fuera a romperme. Mi corazón latió como loco ante la posibilidad de gustarle a Adam.

— aunque Will Turner también es buena elección— escuche que dijo la mucama mirando cautelosa a mi hermana.

¿De que me perdí?

— eso sí es atrevido— soltó de repente un poco tensa.

La mucama la miró arrepentida.

—le ruego me disculpe— fue lo último que dijo antes de salir de la habitación con la cabeza gacha.

Elizabeth y yo nos quedamos en un silencio abrumador. Una vez que entendí que fue a lo que se refería la mucama hablé.

—Tiene razón. Will es una buena elección— dije seria tomando la mano de elizabeth y estujandola.

Elizabeth me miró de una manera que no supe interpretar y sin esperar respuesta me acomodé en la cama para dormir.

...

¡Capitulo nuevo!
Espero y les guste.
Las amo.
Díganme que opinan en los comentarios.
xoxo


Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora