La noche había sido la más larga de mi vida, no había podido dormir y solo pude caminar como desquiciada a lo largo de la habitación en la que estaba. Desde la noche anterior que logramos llegar al fuerte mi padre me había encerrado en una habitación a cargo de Will el cual se sumaba a mi lista de preocupaciobes porque parecía no querer despertar.
Conforme las horas pasaban mis nervios me molestaban y no podía evitar pensar lo peor.
Malditos piratas.
Solo podía rezar para que nada le ocurriera.
Adam se había unido a mi padre y al comodoro una vez que me dejó en el camarote y con una simple mirada asegurándose que estaba bien salió a tomar su posición, desde ese momento no sabía que había pasado. No sabía si estaba bien si estaba herido no era conciente de nada.
Solté un suspiro al pensar en el y mi pecho se contrajo. Adam había sido tan valiente y había mostrado un interés en mi que ningún caballero antes había mostrado. Las palabras que mi mucama había mencionado hacerca de el anoche hacían eco en mi cabeza y comencé a preguntarme.. ¿Podría Adam sentir algo por mi?
—Elizabeth...— Will pronunció el nombre de mi hermana mientras se incorporaba en la cama. Inmediatamente aparte todo pensamiento extra de mi cabeza y solo me enfoqué en el.
—will— susurré acercándome a él— ¿estás bien?
Will me miró aturdido y después analizó el lugar, cierta confusión comenzó a plasmarse en su rostro.
—hey tranquilo— trate de tranquilizarlo tomando su mano— estas a salvó. Resiviste un golpe de esos asquerosos y Adam te trajo al fuerte.
Will apretó mi mano y me miró preocupado.
—¿estas bien? ¿No te tocaron...?— me preguntó acomodando un mechón de cabello y mirándome atento.
Negué con la cabeza.
—estoy bien— admití— Adam llegó justo a tiempo— dije recordando al pirata de anoche.
—se la llevaron— pronunció con rabia.
El recuerdo de elizabeth siendo llevada por esos hombres llegó y sintiendome débil comencé a llorar. Rápidamente los brazos de Will me envolvieron y trato de tranquilizarme susurrandome palabras de aliento, no sabía por que demonios estaba pasando todo esto pero quería que terminara.
—tengo miedo— dije entre sollozos— tengo miedo de que le hagan algo Will esos hombres son malos
—davina mírame— dijo firme tomándome de las mejillas para que lo mirara— ella estará bien. Es una chica lista, estoy seguro de que sabrá cómo ingeniarselas y también te prometo que la voy a encontrar.
—¿que?— exclamé limpiando mis mejillas— ¿irás a buscarla?
Este asintió y se levantó de la cama.
—conozco a alguien que nos puede ayudar.
Las palabras de Will me dieron esperanza y sin pensarlo mucho me levanté dispuesta a seguirlo.
—entonces vamos yo iré contigo.
Will me miró preocupado y trato de decir algo pero yo lo silencie.
—no digas nada por qué no te voy a escuchar. Iremos juntos a buscar a elizabeth y no quiero escuchar una queja entendido.
Will no dijo nada por unos segundos y después me sonrió.
—vamos con tu padre entonces.
...
—la tienen, tienen a elizabeth— pronunció Will firme cuando llegamos justo donde estaba mi padre y el comodoro.
Mire perpleja a mi alrededor viendo todo el desastre que esos hombres habian dejado en el pueblo. Miles de hombres heridos, todos los puestos destruidos, las casas saqueadas y las mujeres y niños lloraban aún asustados. Mi piel se erizó ante tal panorama que nunca en mi vida había visto.
— teniente Miller llévese a ese hombre— dijo en un todo firme el comodoro sin apartar la vista de un mapa que estaba en la mesa.
—tenemos que seguirlos, debemos salvarla— insistió tratando de que el comodoro lo mirara.
El soldado trato de acercarse a Will pero me coloque delante de él y lo fulmine con la mirada.
—davina alejate de ese hombre— dijo serio mi padre y trato de moverme pero me solté de su agarre y me acerque más a Will.
Negué y mire a mi papá desafiante, este me miró sorprendido ante mi actitud pero lo ignore fue entonces que note que el comodoro ahora me miraba.
—Papa, comodoro— los llamé mirándolos suplicante— escuchenlo el puede ayudarnos.
—¿ayudarnos? Davina puede que aún no entiendas la importancia de lo que está ocurriendo pero Elizabeth es rehén de un clan pirata. Tú hermana puede estar en cualquier parte del mar y tú te atreves a venir a pedir que escuche a un herrero.
—papá escúchame yo se la importancia.......—
—Callate davina— gritó enojado mientras golpeó la mesa central haciendo que todos los presentes lo miraran sorprendidos.
Me calle inmediatamente y mire sorprendida a mi padre. El nunca me había hablado de esa manera.
— gobernador swann no tiene por qué hablarle a davina de esa manera— me defendió el comodoro y pude notar cierto tono molesto al dirigirse a mi padre.
—silencio comodoro— exclamó molesto y me miró finalmente.— si el joven turner tiene alguna información que nos pueda llevar a tu hermana es bien recibida si no es así que se vaya que tenemos mucho que hacer.
Will trato de decir algo pero lo tome de la mano para detenerlo. Will me miró y solo en dos segundos lo entendió. No íbamos a lograr nada aquí.
—lamento molestarte— dije fria a mi padre sintiendo un gran nudo en la garganta pero no dejaría que viera lo que me había afectado sus palabras— no volverá a ocurrir.
Por un momento ví cierta culpa atravesar el rostro de mi padre y trato de decir algo pero antes de que lo hiciera Will tiró de mi caminamos lejos del fuerte.
—Tendremos que hacer esto nosotros— dijo serio mientras nos alejabamos— iré con el pirata, mientras tú ve y cámbiate de ropa. Te esperaré en la playa ¿entendido?
Asentí aun con el nudo en la garganta y una vez que estuvimos listos nos separamos.
No necesitábamos de papá para encontrar a elizabeth, nosotros podíamos hacerlo solos.
...
¡CAPÍTULO NUEVO!
Tenía muy abandonada esta novela y me disculpo por eso.
Porfa comenten y voten si les gustó.
Prometo actualizar pronto.
Las amo
xoxo
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Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra
FanfictionElizabeth y Davina Swann eran muy pequeñas cuando navegaban junto a su padre, el noble gobernador Weatherby Swann rumbo a Port Royal desde Inglaterra. Durante la travesía ambas fueron testigos de encontrar un barco atacado por piratas y a un niño ll...