Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra

17.

Desperté sintiendo mi cabeza dar vueltas, gruñi entre sueños tratando de ignorar el sol que chocaba en mi rostro y traté de volver a dormir, estuve apunto de conseguirlo pero el sonido de una explosión me hizo levantarme de repente y voltee a mirar a mis lados como loca viendo que había pasado.

-Demonios Lizzie ¿que estás haciendo?- le grité asustada cuando está aventó un barril a una hoguera que estaba en medio de las palmeras.

Mire asustada como el fuego poco a poco estaba arrasando con todo y preocupada y confundida caminé hacia Lizzie.

-¿Por qué estás quemando la comida?- dije enojada viendo las frutas arder en la hogera- ¿Eso es el ron? ¿Aventaste el ron de jack?- pregunté mirando las varias botellas quebradas en la arena.

Elizabeth no me contestó y siguió aventando cosas a la arena. Quise insistir pero me sentía un poco mal, estaba mareada por el ron que anoche había bebido, me sentía mal emocionalmente por todo lo que está ocurriendo y ni hablar de la inmensa sed que tenía así que sin rechistar me puse a aventar cosas a la hoguera.

Justo cuando aventé una caja con pequeñas botellas de ron y estás explotaron logrando que me aventara a la arena un gritó descomunal se escuchó.

- ¿que están haciendo?- gritó Jack caminando furioso hasta nosotros- Quemaron toda la comida mm la sombra el ron maldita sea quemaron el ron.

-si se acabó el ron- dijo Lizzie pasando de largo a Jack hacia la playa.

Jack me miró indignado y yo solo hice una mueca.

-¿por que se acabó?- le gritó.

Elizabeth se volvió para encararlo y lo fulminó con la mirada- en primer lugar porque es un vil licor que saca el mal del más respetable caballero y en segunda esa señal- dijo apuntando hacia el humo- es lo suficientemente alta para que alguien sea capaz de verla. Toda la flota naval está tras davina y de mi así que no creo que te quede duda de que alguien la vera.

Abrí mis ojos sorprendida, elizabeth había logrado idear un plan de rescate mientras Jack y yo nos embriagabamos, sentí mis mejillas arder en vergüenza pero comence a reír feliz.

-No puedo creerlo- chille emocionada y corrí a elizabeth y la abracé- en verdad lo hiciste nos salvaste.

Lizzie río y me abrazó más fuerte antes de separarse.

-No iba a dejar que nos pudiéramos aquí- dijo sonriente.

- Dame una hora Sparrow tal vez dos dependiendo el clima y te aseguro que veremos velas blancas en el horizonte.

Jack comenzó a maldecir de repente pero yo lo ignore y me coloque a lado de Lizzie que ahora estaba sentada en la arena mirando el mar. Escuché como Jack comenzaba a alejarse de nosotras por la playa aun maldiciendo y no deje de reír, después que se fue me levanté y comencé a quitarme la ropa hasta quedar en una camisa blanca que me cubría hasta la mitad de los muslos.

- ¿que haces?- me preguntó Lizzie con una ceja arqueada.

-no quiero ni imaginar la cara de horror que pondrá papá al vernos así de sucias- dije haciendo una mueca imaginando aquello,al decir eso Lizzie rio- vamos a lavarnos un poco.

Lizzie me sonrió divertida y se levantó, se quitó el fondo de vestido que traía quedado en un pequeño camisón blanco y tomó mi mano para correr al agua.

...

Habían pasado dos horas y aún no se veian señales de algún tipo de navío, elizabeth y yo seguimos en la arena ahora un poco más limpias en los camisones mientras mirabamos en silencio el horizonte.

No sabíamos donde estaba Jack y comenzabamos a preocuparnos, pero ninguna lo decía abiertamente.

-si seguimos así terminaremos bronceadas- dijo lizzie tomando de un contenedor de agua que había apartado cuando comenzó a quemar la isla.

- No sé tú pero a mí me arde la cara desde hace muchos dias- dije y me toque delicadamente la zona.

Elizabeth río ante mi comentario pero de repente dejo de hacerlo y su rostro cambio por completo mientras miraba a algo detrás de mí. La miré confundida y dispuesta a ver que había llamado su atención me volví a ver detrás de mí.

Todo el aire parecio apretarse por completo en mis pulmones y mi corazón comenzó a latir desenfrenado cuando a lo lejos ví varios hombres uniformados dirigirse a nosotras.

-Nos encontraron - susurré sonriente sin apartar la mirada.

- lo hicieron en verdad lo hicieron- dijo llena de emoción lizzie estrujando mi mano.

Iba a abrazar a mi hermana pero una silueta que se abría paso entre los demás soldados llamó mi atención, mi cuerpo entero colapsó lleno de emoción al reconocer la rubia cabellera de Adam O'connell correr hacia nosotras.

-Adam- susurré sonriendo como estupida y sintiendome inmensamente feliz de verlo, sentí un vuelco en mi corazón y levantándome con movimientos torpes corri hacia el.

Mis piernas corrieron lo más rápido que pudieron y ví como Adam soltó su arma al verme correr a el y como éste se apresuró a encontrarme. Cuando lo tuve cerca de mi me aventé a sus brazos me aferré a su cuello sintiendome tranquila por primera vez desde que esta pesadilla comenzó.

-Davina- susurró abrazándome con fuerza mientras besaba mi cabeza. Al escuchar mi nombre salir de sus labios mi cuerpo entero se estremeció- por fin te encontré, por fin. Joder ¿por qué hiciste algo tan estúpido?

Adam me acercó a su cuerpo y supe que estaba abrumado por varias emociones debido a los continuos cambios de tono que tenía.

-te extrañé- le dije enterrando mi rostro en su cuello y aspire su aroma. Vainilla, me deje envolver por el y me sentí embriagada-Lo lamento, tenía que hacerlo elizabeth estaba en peligro y nadie quería escucharme entre en panico y no supe...-comence a hablar rápido poniéndome nerviosa.

Adam se separó un poco de mi y con una mano me tomó del mentón para que lo mirara.

- La próxima vez que se te ocurra hacer algo tan idiota..- dijo en tono serio logrando asustarme un poco- porfavor dimelo y cuenta conmigo para eso. No importa que sea ilegal- terminó en un tono más suave mientras acariciaba mi mejilla.

Sonreí feliz al escucharlo decir aquello y está vez miré con atención sus preciosos ojos azules, los miré no queriendo que estos dejarán de verme. Sus ojos eran del color del mar, aquel en el que me perdí y ahora estaba haciendo lo mismo.

- Adam..- lo llamé no sabiendo porque lo hice apretando más mi agarre de su cintura.

Adam me miró atento con una mirada llena de emociones que no pude decifrar del todo, pero no respondió a mi llamado. Este solo en un movimiento delicado me tomó de la nuca y después posó sus labios en los míos.

Mi cuerpo entero estalló en un sin fin de emociones mientras comenzaba a mover mis labios al compás de los de el. En ese momento nada más me importó, solo eramos el y yo.

Besándolo aun no pude evitar sonreír logrando que el lo hiciera también, y en ese momento solo pude pensar en que Adam O'connell robó mi primer beso.

Y estaba más que contenta por eso.

...

¡Capitulo nuevo mis amores!
¿Qué tal?
Espero y les guste.
Las amo
❤