2.4

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Pasaba la media noche y no podía dormir, daba vueltas en mi cama incómoda  tratando de conciliar el sueño pero era inútil.

La noche era calurosa y sentía mi habitación muy sofocada lo cual me agobiaba, tratando de buscar algún alivio me levanté y abrí mi balcón. Al hacerlo una tibia brisa choco en mi rostro, solté un suspiro de frustración al sentir que no ayudaba en nada el aire pero resignada la dejé abierta y prendí mi lámpara para ponerme a leer. Caminé a mi pequeño librero para buscar algún libro que leer y mientras veía atenta los diferentes títulos sentí detrás de mí como alguien me tomaba y me cubría la boca.

Me paralice al instante.

—Tranquila no grites soy yo— senti que Will me susurró en el oído y al reconocer su voz mi cuerpo se relajo.

Will me soltó y así pude darme la vuelta.

—¿Como es que entraste?— le dije en un susurro mirándolo sorprendida a el y al balcón.

—Trepar no fue difícil— me respondió en bajo— traigo buenas noticias un comerciante en la tarde me dió información que nos puede ser útil.

— lo lograste— solté sonriente y feliz .

Will me respondió la sonrisa.

—tienes diez minutos para alistarte nos iremos esta noche, el comerciante nos está esperando pero solo lo hará mientras llenen su barco— dijo serio y me tendió una bolsa.

Asentí ante lo que dijo Will y sin perder tiempo tomé la bolsa y me fui al pequeño vestidor que había en mi habitación. Al abrir la bolsa me encontré un cambio de hombre limpio junto con unos zapatos, rápidamente me vestí y cuando estuve lista salí.

Will me miró enternernecido.

—nunca me acostumbrare a verte así— dijo levantándose y caminó al balcón.

Reí un poco siguiéndolo.

— aunque no lo creas disfruto usar pantalones— dije y le motre los olgados pantalones cafés que vestía.

Will sonrió y río un poco.

—Supongo que a alguien le disgustaría verte asi— dijo con cierto tacto mientras le dió una mirada rápida a mi puerta.

Miré la puerta también y de repente sentí como mi ánimo bajó.

— ¿Que ha pasado con ustedes Davina?— me preguntó Will mirándome atento.

Bajé la mirada pensando en que estaba apunto se irme y dejar a Adam otra vez, mi pecho sintió una gran punzada y sentí un nudo en la garganta. Oh Adam.

Una pequeña sonrisa quiso aparecer en mi boca cuando el subito recuerdo del perfecto Adam haciéndome prometer incluirlo en la próxima aventura apareció en mi cabeza pero en lugar de sonreír hice una mueca.

—lo perdí— fue lo único que dije.

Will me miró triste y trató de acercarse pero se lo impedí.

— No perdamos más tiempo Will— dije cobrando la compostura.

Will no dijo nada más y me tendió la mano para así ayudarme a bajar, antes de tomarla miré por último la puerta y pensé en que Adam estaba atrás de esa puerta.

"Adiós mi amor" quise decirle pero no lo hice, esas palabras se quedaron atrapadas en mi garganta y con esa última mirada tomé la mano de Will.

...

La salada brisa marina chocaba en mi rostro y yo no podía más que sonreír. Debía de admitir que habia extrañado el mar; la brisa, las olas y más que nada estar en un barco.

Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora