— Esto fue mala idea— dije entrecortada sintiendo mis piernas y brazos débiles y acalambrados debido al esfuerzo que había hecho por nadar desde el barco hasta el perla.
—ya casi lo logramos— dijo entre esfuerzos Lizzie comenzando a trepar.
Estire mis brazos y me aferré a uno de los cañones, me queje al sentir como mi ropa ahora mojada pesaba el doble, ignore eso y así empecé a subir seguiendo a Lizzie la cual parecía no importarle nada.
Una vez que llegamos a cubierta sigilosamente comenzamos a avanzar por el perla pero un asquerosos mono nos asustó y ocasionó que soltará un grito aterrada, elizabeth trató de silenciarme pero ya era tarde, ya que habíamos escuchado voces abajo en las calderas.
— Vamos — me apresuró Lizzie tomando mi mano y corrimos hacia las escaleras que llevaban a las calderas pero nos detuvimos para escondernos cuando escuchamos que venían dos hombres de Barbosa.
Cuando estos nos pasaron de largo y salieron a cubierta elizabeth y yo bajamos el resto de las escaleras hasta donde estaban los prisioneros.
Al ver a la tripulación entendí el plan de elizabeth.
—Señorita Davina señorita elizabeth— nos miró sorprendido el señor Gibbs acercandose a las rejas de la celda junto con el resto de la tripulación.
Elizabeth se acercó a ellos y comenzó a forzajear con la reja, yo por otro lado empece a buscar una llave, no fue hasta que miré a un lado de mi en la pared y ví unas llaves. Sin dudar mucho las tomé y después llamé a elizabeth para dárselas.
— necesito su ayuda— dijo Lizzie mientras comenzaba a abrir la celda.
El señor Gibbs nos miró dudoso.
—pero antes debemos deshacernos de los piratas de arriba— dije mirando a la tripulación antes de darme la vuelta— síganme— les dije mientras subía las escaleras.
No nos tomó ni 5 minutos en hechar del barco a los secuaces de barbosa y cuando lo hicimos corrí al pequeño barco con intención de hecharlo al agua.
—Lizzie ayudame— llamé a mi hermana mientras tiraba de la soga que sujetaba el barco.
Lizzie corrió a mi lado y comenzó a ayudarme.
— vamos chicos necesito que tiren, Jack y Will están en la isla y necesitan de nuestra ayuda— dijo tirando de la soga pero paró y se volvió. Yo también lo hice.
Miré confundida a toda la tripulación que nos miraban serios.
— ¿que están esperando?— me atreví a preguntar mirándolo confundida.
—Tenemos el perla— dijo Gibbs en un tono obvio.
— Jack y Will nos necesitan— dije tratando de animarlos a hacer algo.
Todos se miraron entre ellos y en ese momento supe que no lo harían.
— debemos seguir el código— dijo Ana María.
— ¿el código? En verdad seguirán un maldito código— dijo enfurecida elizabeth.
Uno de los tripulantes iba a decir algo que elizabeth lo cayó.
— son piratas por dios olviden las reglas— dijo mirándolos desesperada.
Pero al parecer eso no funciono puesto que en un santiamén varios hombre me inmovilizaron al igual que a elizabeth, bajaron el barco y después nos aventaron a el.
—Malditos piratas— maldije entre dientes mirando como el perla se alejaba con la tripulación en ella.
— al parecer solo estamos nosotras— dijo elizabeth mirando más que enfurecida al perla mientras remaba, pero paró por un momento y me miró buscando mi aprobación.
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Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra
FanfictionElizabeth y Davina Swann eran muy pequeñas cuando navegaban junto a su padre, el noble gobernador Weatherby Swann rumbo a Port Royal desde Inglaterra. Durante la travesía ambas fueron testigos de encontrar un barco atacado por piratas y a un niño ll...