Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra

2.15

- ¿tienen el cofre?- pregunté caminando a lado de Adam colocándome la caja de música alrededor de mi cuello.

- Norrington lo tomó como carnada para que los secuaces de Jones lo siguieran.

Trague en seco ante la mención de aquel nombre.

-¿Y dices que Will apareció?

Adam me había platicado la pequeña pelea que protagonizaron Jack, Will y James con el afán de tener el cofre. La mención de Will me sorprendió. Me resultó divertido ver hasta dónde fueron capaces de llegar, entre otras cosas también mencionó que la tripulación de Jones los emboscó y de más.

Vaya tarde tuvieron.

Llegamos a cubierta y pude ver que ahora la tripulación estaba completa, ansiosa camine a paso veloz hacía elizabeth y will viendo a todos lados como los marineros estaban alistando la nave para zarpar.

-Davina- me dedico una sonrisa Will tendido en el suelo con elizabeth a su lado.

-idiota- bufé molesta al verlo y sin pensarlo lo abrace.

Este se quejó pero lo abracé más fuerte.

Adam y Lizzie rieron ante mi acto.

-me estás lastimando- se quejó devolviendome el abrazo.

-Vuele a dejarme a Jack de niñera y te juro que te mato- dije en broma alejándome de él para ver su reacción.

Will dejó caer su cabeza al suelo y soltó una sonora carcajada.

-con Adam aquí no pienso dejarte con el nuevamente- dijo Will tendiendo su mano al rubio que me roba el sueño y este la tomó y tiró de él para levantarlo.

Lizzie río.

Will y Adam por otro lado se dieron unas palmadas en el hombro riendo al compás. ¿De qué me perdí?

La última vez que estos dos convivieron juntos se odiaban.

-Veo que se agradan - dije burlona ayudando a Lizzie a pararse.

-Bueno en esta tarde me di cuenta que no debo de preocuparme ni sentir celos de Turner así que lo superé- dijo Adam aventando a Will.

-y yo descubrí que O'conell no es un maldito como creía y que está enamorado de ti así que hicimos las paces.

Ante lo último sentí mis mejillas arder, Adam me miró y me guiño el ojo. Apenada mire a Lizzie y esta solo me sonrió cómplice.

-a mi no me mires yo no sé en qué momento ocurrió yo estaba ocupada con pintel y raguetti.

Rodee los ojos y reí.

-¿Donde está Jack?- pregunté mirando a todos lados.

Como si hubiera sido llamado el apareció de la nada sosteniendo un jarrón con Gibbs pisandole los talones.

-¿Y el teniente Norrington?- pregunto Gibbs.

-no llegó- dijo como sin nada. Parándose a un lado de mi.

-bueno hay que seguir con la vida- dijo- agradezcamos que lograron escapar del holandés.

Una vez dicho lo último el holandés emergió de lo más profundo del océano a un costado de nuestro barco.

-Maldicion- escuché que dijo Will.

Todos los presentes soltaron un que quejido de sorpresa.

-que el cielo nos salve- dijo aterrado Gibbs haciendo el signo de la cruz con su mano.