Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla Negra

2.18

Un vacío inundaba mi pecho, mis ojos estaban secos, podía jurar que no había derramado más lágrimas por la poca privacidad que tenía. Oh mi querido Jack. Trague en seco sintiendo como la angustia aún me inundaba. ¿Por qué tu Jack?

Habíamos regresado a casa de tía dalma, nadie supo porque razón lo hicimos pero a ciegas llegamos a este misterioso pantano. Un silencio de ultratumba nos rodeaba y nadie estaba dispuesto a romper, Elizabeth me miraba pero por primera vez en mi vida no supe descifrarla del todo, Will me miraba tratando de ocultar ese dolor con un semblante fuerte pero en sus ojos podía ver su tormento y corazón roto. Elizabeth lo destrozó. ¿Cómo había pasado todo esto?

Adam me envolvía en un fuerte abrazo mientras acariciaba mi cabello, aquella caricia me tranquilizaba pero no lograba hacerlo por completo, acurrucada en su pecho trataba de entender lo sucedido pero mi cerebro parecía no procesarlo; me sentía vacía y culpable. Jack sparrow sin darme cuenta significaba más para mí de lo que pensaba.

Mire atenta como tía dalma con un plato de plata en sus manos se paseaba por su hogar intentando animar un poco a lo que quedaba de nuestra tripulación, pero ninguno parecía tener el ánimo; todos solo podíamos pensar en que le habíamos fallado a Jack.

Después de ir con Will y Elizabeth, la misteriosa amiga de Jack camino a paso firme y sigiloso hacia Adam y yo. Su casi pronta cercanía me hizo estremecer, esa mujer irradiaba algo y yo podía percibirlo; lo que no sabía es si eso me asustaba o me intrigaba. Tanto misterio debía de tener una justificación y yo sentía que ella sabía y tenía más respuestas de las que nos decia.

Me aleje un poco de Adam para mirarla mejor.

Al tenerla cerca nos ofreció una taza de un líquido caliente, estiró una mano y ante un leve titubeó acariciando un mechón de mi cabello acomodandolo detrás de mi oreja. Los ojos de tía Dalma brillaron ante tan íntima acción.

— te quita el frío y la tristeza— susurró sin apartar la mirada de mi.

Sentí a Adam tomar una taza y agradeció antes de beber el contenido.

Yo no pude apartar la mirada, tía Dalma me inspeccionó y y sus ojos se abrieron de sorpresa al ver mi cuello, aquella acción me hizo mirar hacia donde ella tenía puestos los ojos y me tense.

Ella miraba la caja de música que David Jones me había entregado.

Los ojos de tía Dalma flamearon y está se estremeció, antes de acercarse peligrosamente a mi.

—Te advertí de David Jones ¿no es así davina?— me susurro tomándome fuerte del mentón obligándome a mirarla.

Adam confundido me alejó de ella y me coloco detrás de el. Tía Dalma gruñó mirando la caja de música y se alejo de nosotros sin decir más.

— saben, ya no importa ya— exclamó Will rompiendo el silencio llamando la atención de todos.— el perla se ha hundido....— dijo con un cuchillo en mano — junto con su capitán— apuñaló la mesa en un suave y firme movimiento.

—si, el mundo ha perdido parte de su brillo— comento Gibbs.— Siempre nos veía a la cara, sus actitudes no fueron del todo honorables pero le importabamos— dijo mirando a todos—al final su lado honesto ganó, Por el capitán Jack Sparrow— dijo elevando su taza.

— nunca habrá otro capitán— dijo raggetti imitandolo

— era un caballero— dijo pintel.

— un gran hombre— dijo con cierto temblor elizabeth con la mirada en el suelo.

Gruñi ante aquella actitud que tenía.

— si hubiera algo.....— comencé a hablar insegura.

Will me miró y su mirada tenía algo que me intrigo.

— si pudiéramos hacer algo— comento mirándome.

Eleve la ceja, seguido me levanté y aleje de Adam para ir con Will a paso lento.

—¿lo harian?— dijo brusca tía Dalma mirándonos seria. —¿que estarían dispuestos a hacer?

La pregunta me hizo pensar pero no tarde mucho en encontrar una respuesta. Jack en poco tiempo se había convertido en parte de mi familia; lo haría todo tal cual lo haría por papá, Will, elizabeth y Adam.

Tragué y mire sería a tía Dalma.

—¿estarian dispuestos a ir al final de la tierra y más alla....— dijo mirándonos de forma rara a todos— para traer de vuelta a Jack y a su precioso perla?

Mire a todos a mi alrededor y alce la voz mirando a tía Dalma.

— Si— dije segura.

— si— me siguió gibbs mirándome con una sonrisa y abrazándome por los hombros. Yo le sonreí de vuelta.

—Si— dijeron uno a uno todos los presentes en aquel lugar.

Tía Dalma nos miro con ojos llorosos y una sonrisa de orgullo — que así sea entonces. Pero si se van a enfrentar a las extrañas y hechizadas aguas del fin de la tierra..... necesitan un capitán que conozca esas aguas.

Tía Dalma camino al pie de las escaleras que estaban a unos metros de ella y nos dió una mirada burlona. Todos nos acercamos un poco más hacia esas escaleras.

Mire a Adam y a Will confundida, ellos me miraron igual. Elizabeth se acercó por mi derecha y me tomo de la mano, la mire aún confundida por sus actos pero le sonrei y yo le devolvi el gesto. Ella me sonrió avergonzada con las mejillas mojadas.

Unos pasos por la escalera llamaron la atención de todos, intrigados vinos como un hombre bajaba y sus botas hacian crujir la madera de las escaleras.

Una vez que logramos verlo todos exclamamos sorprendidos mientras tía Dalma lo miraba feliz.

— Oh por dios— exclamé asombrada.

Will y elizabeth se miraron perplejos, mientras que el resto de la tripulación tiraron sus tazas de la impresión.

— y díganme.....— dijo el mismísimo Barbosa mirándonos a todos con superioridad y una sonrisa sancarrona en sus labios— que le pasó a mi nave— termino de decir y su mono se colocó en su hombro para después darle un mordisco a una manzana verde que traía.

...
3/3
Por fin pude terminar el maratón.
Les pido una disculpa pero sinceramente no sé porque me marcaba error. Todos los días le intentaba y no me dejaba en fin... Lo logré.
Este es el último capítulo mis amores.
Tendrán epílogo.
¿Que les pareció?