2.14

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Mire atenta el suave vaivén de las olas sintiendo una ligera opresión en mi pecho. Respire profundo mirando el océano teniendo un mal presentimiento y me volví tratando de despejar mi cabeza de cosas sin sentido. 

Llevábamos unos cuantos días siguiendo el curso que Lizzie fijó y cada día que pasaba este sentimiento en mi pecho se volvía cada vez mayor.
Algo se aproximaba, el mar me lo decía y cada espacio de mi cuerpo lo sentía, algo estaba mal conmigo y no pude evitar sentir que acababa de perder la cabeza por eso.

No muy lejos de mi cuando logré alejar mis extraños pensamientos mire a Lizzie y a jack en una situación muy comprometedora que me hizo asquearme.

— ¿Que diablos están haciendo?— susurré mirando la mirada seductora que Lizzie le dedicó a Jack.

— No lo sé — escuché la voz de Adam hablarme al oido. En un instante mi piel se erizó y me estremecí por completo al sentirlo envolverme entre sus brazos— pero seguro algo planea, tal vez sacarle de información.

Reí ante su comentario.

Mi risa llamó la atención de Jack  el cual por momento me miró. Le sonreí. Pero no obtuve más que una mueca antes de volver su atención a mi hermana.

Que raro.

— Adam— lo llame y gire entre sus brazos para mirarlo. Él me miró atento mientras acariciaba mi espalda— tengo un mal presentimiento.

Adam frunció el ceño.

— Sobre que pequeña.

— Algo malo está por pasar, no sé qué es pero el mar parece que me está diciendo algo. Siento que estoy perdiendo la razón pero algo me perturba. Tengo miedo.

Los ojos de Adam me miraron con preocupación.

—Nada malo va a pasarte, eso te lo aseguro.

Los tibios labios de Adam me tomaron por sorpresa y me robó un beso que me hizo sonreír.

— No permitiré que nadie te haga daño.

Y algo dentro de mi lo creyó.

—Pero y si eres tú el que corre peligro o Lizzie qué tal si es Will el que está en peligro en estos momentos.

Adam suspiró y me estrecho más fuerte entre sus brazos.

— Te prometo velar por tu bienestar y el de ellos. Haré lo posible por que todos estén bien si eso te hace sentir mejor pero Dav, las cosas están apunto de ponerse feas. Está situación del cofre no me pinta nada bien. Aún hay demasiados cabos sueltos algo puede que estemos pasando por alto. Son demasiados los enemigos que estamos haciendo.

Adam tenía razón y ahora estaba segura que el sentía lo mismo que yo. Algo estábamos a punto de perder si seguíamos con esto.

Mire a Adam unos segundos queriendo estar así por siempre y lo abrace enterrando mi rostro en su cuello. Necesitaba paz, aunque fuera por unos segundos.

Ambos nos quedamos en silencio rodeados de la salada brisa marina y el estrellar de las olas al costado del barco.

—¡Adam ya es la hora!— gritó Elizabeth.

Adam gruño ante ese llamado y yo por mi parte apreté más a Adam no queriendo dejarlo ir.

—Ya voy— le respondió de mala gana.

—Adam mueve el trasero o si no David Jones nos va ganar  y tú serás el que lo pagué — gritó molesto Jack siguiendo a Lizzie en el bote que estaban preparando.

Mi pecho se estrujó.

—Mantente a salvo— le suplique abrazándolo un poco fuerte.

Adam asintió y besando mi mejilla se alejó.

Piratas del Caribe: La Maldicion del Perla NegraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora