Sigamos jugando

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CAPÍTULO 3:

Jason se ríe cuando observa las cosas de Emily en mi casa. A mi, por otro lado, no me hace gracia nada de aquello.

-No te rías- le reprimo, aunque Jason no para de reírse.

-Lo siento, pero tiene gracia- me mira- Al menos, para mí.

-Ya se vé- observo mi alrededor, no puedo creer que esté pasando todo aquello- Joder. Ni siquiera tuve compañeras de piso cuando estuve estudiando en la universidad. Ahora tengo que tener y todo, por culpa de papá.

-A lo mejor no es tan malo- Jason sugiere, que parece no entender la gravedad de mi situación- No te has metido en líos que papá lo sepa, pero de beber y hacer lo que no debes; todos sabemos que estás metida hasta el fondo. Quizás, ¿quién sabe? Puede que papá haya decidido poner iniciativa porque lo sabe.

-¿Qué dices?- la cara de Jason lo dice todo- Está bien. ¿Y si se lo sacas a papá? A ver que sabe. - aunque para ello, sé qué debo de decir- ¿Cuál es tu precio?

-Veinte de los grandes. Necesito hacer un par de cosillas.

Y después decía papá que yo era la oveja negra de la familia. Jason me ganaba:

-Hecho. Aunque me has salido barato.

-Si quieres, te pido más.

-Tampoco te pases.

La puerta nos interrumpe, alguien llama. Llegados a este momento, debe de ser Emily, que ha terminado finalmente de traer todas sus cosas. Miro a Jason y este, dejando a un lado la cerveza que se tomaba, se encarga de abrir.

Emily se queda un momento allí para, asustada, cuando ve a Jason:

-Yo...

-Tú debes de ser Emily, ¿verdad?- escucho a Jason bromear cuando aparece poco a poco con Emily a su lado- Alison no ha parado de hablar de ti.

-Graciosillo- murmuro, resoplando- ¿Ya has terminado con la mudanza?- señalo el salón, que está repleto- No pienso ayudarte, por cierto

-Tranquila, Julia, tu asistenta dijo que lo haría- miro a Jason, ¿desde cuando todo el mundo estaba en mi contra?- Ahora, si me disculpáis...- agarra con más fuerzas la caja que trae en sus manos y empieza a subir para arriba.

Miro a Jason, este no para de reírse:

-Joder...

-Jason.

-Ya, lo sé, lo siento- intenta tranquilizarse- Solo... intenta no matarla- resoplo, intentaré, esa era la clave- Nos vemos, hermanita.

-Adiós.

Jason se marcha y, por un momento, me quedo allí, mirando la nada, las cajas, todo a la vez. Observo el piso de arriba, Emily se debe de estar acomodando en el que va a ser su próximo hogar durante un buen tiempo. Algo me hace sentir que debería de subir. Sin embargo, el orgullo me para.

Con Emily la cosa se había vuelto del revés muy pronto. Cuando se marchó la noche anterior, nunca hubiera imaginado que iba a encontrármela el día siguiente para cuidar que no cometiera tonterías. Que me vigilara sin saber la mitad de las cosas que habían ocurrido realmente, que era lo que más me jodía.

Resoplo y miro las cajas.

Me había dicho que no sabía que yo iba a ser la Alison DiLaurentis que tenía que cuidar. Sin embargo, no había tampoco sacado el tema en toda la noche. No me lo había mencionado.

Tenía que preguntar, tenía que saber.

-Joder- resoplo, alzando la caja más cercana y comenzando a subir las escaleras.

En la cama del enemigo //((completa))//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora