Todo debe tener un final. PARTE 1

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CAPÍTULO 26:

Yo preparo los pasajes, los pasaportes y todo lo necesario para que no tengamos problemas para desaparecer del mundo. Estamos de acuerdo en hacerlo, aunque no puedo evitar pensar que Emily está más obligándose a ello que otra cosa. Aun así, pienso que debo de aprovechar la oportunidad, aprovechar que Emily piensa así y hacerlo ahora que podemos. Irnos de allí y hacer una boda en la playa, tranquilas, sin que el mundo nos obligue a nada.

Emily se ocupa de la ropa y todo lo material para irnos: ropa y avisar de que "vamos a tomarnos unos días libres" para conectar y relajarnos. Quiere decírselo a sus padres, después de todo, han estado ahí para ella, sin embargo, pienso que es mala idea. Con todo lo que está pasando, si la policía va a ellos, podrían saber donde estamos y conseguir volver a traernos para que puedan investigarnos y, desgraciadamente, meternos en la cárcel para siempre. No puedo, aunque como ella, me encantaría decírselo a Jason y Cece, la única familia que he tenido y la únicas personas que me encantarían que estuvieran en aquel momento conmigo, en mi boda, en mi gran día. Sin embargo, las cosas están de la manera en la que están y no se puede.

Preparado todo, me acerco a Emily que termina de organizar lo material del plan. Está ocupada con la ropa,, pero en su cara se nota que está mal. Suspiro, odio verla así, pero huir es lo que debemos hacer ahora.

-¿Cómo lo llevas?- he hecho café, asique me acerco para darle uno, a penas hemos dormido mucho, si somos sinceras- ¿Todo preparado?

-Casi- responde tomando la taza- Gracias.

-De nada...

Nos quedamos en silencio. La observo, odio que esté de esa manera.

-Emily...

-Estamos huyendo, Alison... ¿qué clase de personas nos hace eso?

-Ninguna clase de persona- le respondo seriamente- Emily, no hicimos nada malo, nos hubiera matado si no fuera por ti...

-La mate...- me mira y suspira en silencio- Aunque huya, nada podrá quitármelo de la cabeza, lo sabes...

-Lo sé...- y eso era lo que más rabia me daba.

El timbre de la puerta principal suena. Miro a Emily, que suspira. La dejo sola, hablaremos de esto más tarde. Bajo rápidamente para atender, aunque nada más observo por los ventanales que acompañan a la puerta, paro en medio de las escaleras.

Es la policía, cosa mala.

Pienso en no atender, pero por desgracia, ellos me ven también por los ventanales. No es que pueda hacer como si no estuviera en casa. Además de que si no les atendía, podría parecer más culpable de lo que en realidad, ya era.

Por lo que miro hacia arriba, con un poco de suerte, Emily se quedará arriba y no pisará el salón. Solo podía pedir que tuviera ese poco de suerte. Por ahora, simplemente, nos tendríamos que enfrentar a fuese lo que estuviera pasando.

-Buenos días- intento actuar lo más normal que puedo.- ¿Qué desean?

Reconozco al policía mayor, el único que no viene uniformado. Es el mismo inspector que vino hacía ya años atrás para preguntarme junto con Paige: Lucas. No sé porque, pero en el momento en el que lo veo, sé que algo bueno no es. Tampoco es que el gesto de su rostro ayude demasiado.

-Alison DiLaurentis, venimos para hacerle unas preguntas por el caso del asesinato de la agente de policía, Paige McCullens- me quedo en silencio.

¿Hacer preguntas? ¿Con la cantidad de agentes que había en aquel sitio?

En la cama del enemigo //((completa))//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora