CAPÍTULO 8:
Preparamos las cosas lo más rápidas que podemos. Al menos, yo lo hago. Por alguna razón, pienso que papá va a aparecer en casa, de un momento a otro aunque son las doce de la noche y, en estos momentos seguramente estaría todavía con trabajo. Aun así, necesito correr, necesito mantener mi mente distraída para simplemente, no pensar.
Tomo lo más necesario. Ropa de verano, ropa interior y mis mejores biquinis. Las playas de Nassau eran las mejores y un moreno siempre te quitaba cualquier problema que tuvieras. Emily también hace lo mismo, aunque debe de ir al piso que compartía para tomar un par de cosas. Cuando vuelve, yo ya tengo todo listo y lo único que nos queda es tomar el coche y salir hacia el aeródromo donde nos esperaría el jet privado que me había comprado. Daba gracias al día en el que había decidido comprarlo y no solamente, alquilarlo.
-¿Tienes todo?- le pregunto a Emily cuando termino de meter las maletas en el coche- Nos vamos ya.
-Todo...- asiente, aunque su tono no es que sea demasiado convencedor- Pero...
- ¿Pero qué?- pregunto al ver su gesto- Emily, dijiste que sí, que me ibas a acompañar a esta locura mía. ¿Qué es lo que pasa?
-Nada...- pero algo le pasaba- Es solo que... ¿Seguro que lo que estás haciendo es lo que deberías de hacer?
-¿Qué quieres decir?- lo hacía por lo que estaba pasando, para que no me jodieran más- Emily, por favor...
-Solo...- Emily resopla- Lo siento, vámonos.
Eso estaba mejor, era lo que prefería escuchar, en vez de tantas preguntas. Sin embargo, a punto estoy de entrar de nuevo en el coche, cuando escucho una voz familiar. Es Spencer, que parece que llega con Toby en su coche. Los dos lucen muy elegantes. Conociendo a Spencer, seguramente, llegarían de alguna cena o gala que tendría. Después de todo, su madre era un alto cargo en el ayuntamiento.
-Alison.- me llama mientras se acerca- ¿Te vas de viaje?
-Spencer- río con serenidad, mientras veo a Emily que espera a ver lo que pasa- Sí, bueno. Ya sabes, de vez en cuando. Nunca viene mal una escapada.
-Imagino- responde- Aunque, ¿y el trabajo?
-Es verdad entonces...- Toby se acerca y al juzgar por la combinación de su gesto y su tono se vé que ya lo sabe- Te quitaron la empresa.
-¿Qué? ¿Eso es verdad?
Miro a Toby de reojo, queriendo arrancarle la cabeza en aquel momento, pero en quien más me fijo es en Spencer. Desde que éramos pequeñas, siempre habíamos tenido una rivalidad que por suerte, años después, había sido convertida en una para ayudarnos a alcanzar lo máximo que podamos.
Lo veo en su cara y no solo es ella quien está molesta con ello.
-Solo por un tiempo. Además, ya lo recuperaré- llegaría el momento en el que debería de hacerlo por mi cuenta.- no es nada.
-Te estás escapando.
-No me estoy escapando- quizás sí, pero en aquel momento, donde más debía de estar, era lejos de allí- Solo me tomo unas vacaciones, nada más. Ahora, si me disculpáis...
Ni siquiera me despido de ellos cuando ya estoy metida en el coche. Emily se queda sin embargo esperando, mirándolos; hasta que finalmente se introduce en el coche y por fin nos ponemos de camino al aeródromo, donde nos espera el jet privado.
Las calles están llenas a esa hora, cosa que me jode. Quiero llegar rápidamente al avión, irme enseguida. Cada vez que paro en uno de los semáforos o el tráfico me relentiza, me enfada. Solo quiero apretar el acelerador y llevarme a todos por delante si eso significa alcanzar por fin la libertad que tanto necesito. Tomo incluso el volante con tanta fuerza que siento que si lo aprieto más, voy a romperlo. Emily, por otro lado, me mira de vez en cuando. En su cara se vé que quiere preguntarme algo, eso o que sigue sin estar de acuerdo con la locura que voy a realizar. Pienso que me va a parar o que me va a intentar hablar para sacarme de alguna manera la idea de la cabeza.
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En la cama del enemigo //((completa))//
FanfictionTengo poder, dinero e inteligencia. Me gusta el control, me gusta ser la abeja reina de la colmena, pero lo que más me gusta de todo; es la sensación que todo eso provoca. Poco sabía yo a lo que me llevaría todo eso Cuando conocí a Emily Fields...