Toda la verdad

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CAPÍTULO 23: 

Aquello es como una fuga de prisiones, solamente, que estamos en un hospital y a donde realmente vamos, es a la azotea del hospital sin que nadie nos vea con millones de trastos siguiéndonos a nuestro alrededor ya que Emily, no puede quitárselos de encima después de apenas dos días de haber estado allí.

-Lo necesitaba.- Emily dice nada más salimos fuera.

El cielo está estrellado aquella noche. La luna brilla con fuerza y la ciudad duerme a nuestros pies. Todo parece diferente, distinto, visto desde allí arriba. Todo parece estar más tranquilo. Incluso después de enfrentarme a las cosas que me he enfrentado aquel día.

Sin embargo, al igual que Emily, todo aquello me ayuda. Siento la brisa de la noche, la libertad de estar allí arriba y vuelvo a sentirme una vez más libre. Es lo único que necesito en aquel momento.

-¿Quién puede imaginarse que existe un sitio tan tranquilo en un lugar como este?- Emily me mira, sentada en su silla, con una sonrisa dulce.-Pero no estamos aquí para hablar de la tranquilidad que aquí se vive, ¿verdad?

-Yo no quiero al menos- y era la verdad.

-Entiendo....- responde esta- Y esto dispuesta a decirte todo.

Emily se levanta, apartando mi mano cuando voy a ayudarla. Camina muy lentamente, agarrando el gotero como puede y sentándose en el borde del edificio, de espaldas a la ciudad.

-¿Todo?- tomo asiento a su lado.

-Todo- ella me vuelve a asentir.- Han pasado cinco años y aunque muchísimo tiempo pensé que si esto volvía a ocurrir, no estarías de esta manera conmigo de nuevo... Quiero aprovechar lo que dios me ha dado.

Respiro a su lado en silencio. Las luces de la ciudad iluminan su rostro y la luz de la luna, su mirada. Por mucho tiempo, yo también pensé aquello. En realidad, pensé millones de cosas. Sin embargo, había algo en lo que siempre caía: en que por mucho que me jodiera lo que me había hecho, me había enamorado de Emily de una manera en la que nunca lo había imaginado.

Me levanto, necesito estar lejos de ella, lejos de su mirada; si quería preguntar lo correcto y no ponerme nerviosa. Me paro en medio aquel lugar. El viento me tranquiliza, pero noto como las manos me tiemblan más de lo posible:

-Sé que traficas- es lo primero que digo- Con droga...

-¿Quién te lo dijo?- niego.

-Esa no es una respuesta.- le digo sin mirarla- Responde y yo responderé.

La escucho respirar con fuerza y me giro hacia ella:

-Sí, trafico, pero por una razón que no entenderías.

-¿Puede que para sacar a Cece de la cárcel?

Giro de nuevo mi persona hacia Emily y veo en su rostro que he dado en el clavo. Sin embargo, Emily no se enfada o se pone indiferente hacia mí. Veo que se siente decepcionada ante aquel tema:

-Y aún así... parece que no lo entiendes....

-¿Qué no voy a entender?- no podía al menos que no hablara conmigo.

-La razón por la que saqué a Cece de la cárcel.

-Podrías intentarlo- hablando era la única manera en la que nos podíamos entender, ninguna más- Hazlo, inténtalo- le ordeno.

Emily baja su mirada, jugando con el extra de tubo que tiene del suero:

-Quería una forma de sentirme bien.- ¿una forma de sentirse bien?- Después de que te apresaran, después de que... prácticamente, te fueran a meter en la cárcel.

En la cama del enemigo //((completa))//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora