-¡Me dijiste que consiguiera algo polémico!
-Sobre el senador Waldorf -insistió Marcela.
-Tengo información escandalosa sobre un grupo de personajes políticos igual de importantes. ¿Vas a pasarlas por alto?
-Marianne, todos saben que la hija de la senadora Beth Blake es lesbiana -se cruzó de brazos-. Activistas han hecho artículos satíricos a diestra y siniestra acerca de eso.
-¿Qué hay sobre el hijo del Mayor General? Ethan les suministra alcohol y marihuana a menores de edad.
-Cosas que tiene con sus privilegios como mayor de edad.
-De todas formas, sería un escándalo.
-Como si los otros niños ricos no fumaran y bebieran -se sentó en el escritorio-. Incluso se meten cosas peores.
-Fred Bustamante: el ministro de Educación que soborna a los directivos del colegio de su hija para que apruebe -insistí-. Puedo verlo en un titular.
-No es el primero ni el último en hacerlo. ¿Qué te pasa, Marianne? Sabes estas cosas tanto como yo.
-¿Y la amiga cleptómana? -era mi último intento.
-Primero, no tenemos pruebas de que sea cierto. Segundo, ¿qué relevancia tiene para lo que queremos hacer?
Suspiré exasperada. Ella siguió hablando:
-Sin pruebas factibles de todo lo que me estás diciendo, estos son sólo pequeños rumores -finalizó.
-¿El audio que grabé no es suficiente prueba?
-Lo siento, pero no.
Exhalé agotada.
-¿Y qué pensaste sobre lo que dijo Dhasia?
-Lo encontré bastante interesante -una sonrisa se dibujó en su rostro-. Esa niña sabe algo sucio acerca de su padre. Haz lo que sea para averiguar qué es. Folla con ella si es necesario.
Me puse de pie.
-¿Qué crees que soy, una prostituta?
-Lo que quise dar a entender es que... -procedió de forma más sutil- ella es una chica bonita, que ha tenido experiencias con otras mujeres y que no se lleva bien con su padre. Las dos tienen mucho en común, ¿no crees? Tal vez algo bueno pueda surgir de allí.
-Conseguiré lo que quieres a mi manera.
Salí de su oficina algo enojada porque el reporte que hice, a ojos de Marcela, era pura basura. No sabía por qué estaba tan empeñada en destruir la carrera del senador Waldorf, pero ella era quien me daba la paga, así que no podía cuestionarla. Lo único bueno de aquel domingo era que no había ningún compromiso agendado: tenía mi día libre de dramas adolescentes. Todo lo que quería hacer era encerrarme en mi habitación y escuchar música. Anhelando eso, manejé de regreso a casa. Sin embargo, cuando llegué, me encontré con que Dhasia estaba en la sala hablando con mi padre.
-Marianne, tu amiga vino a verte.
Ignoré a mi papá y me puse frente a ella.
-¿Qué haces aquí?
-Necesito que me acompañes a hacer algo.
-Hoy es mi día libre -reclamé de brazos cruzados.
-¿Recuerdas nuestro trato?
-Me sorprende que tú lo recuerdes.
-Vamos -insistió-, se hace tarde.
-¿Para qué?
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SERENDIPIA PARTE II: DHASIA
RomanceMarianne es una adolescente solitaria que siente que no encaja en ninguna parte. Con un padre alcohólico y una madre inestable, no tiene más opción que realizar trabajos mal pagados con tal de poder terminar su carrera universitaria. Pero su vida to...