PO.V Mario.
No supe de qué manera llegue a el hospital, ni siquiera recuerdo cómo estacioné el auto o como hice para no estrellarme entre el tráfico.
Solo sé que mis piernas temblaban al paso qué corría hacia la entrada y qué mis ojos no dejaban de derramar lágrimas. Podía sentir las miradas de las personas en mi pero solo veía borrosas imágenes quedándose atrás conforme avanzaba.
Me dirigí directamente con la recepcionista y tan pronto me miró su cara mostró sorpresa. ¿Tan mal me veía?
-Podría darme informes de la señorita Mcbrien? ___tn Mcbrien.- solté las palabras sin más.
-¿Usted es pariente de ella?
-Yo... soy su novio.-susurré, sabía qué sin ser pariente sería más difícil que me dieran información.
La chica pareció dudarlo algunos segundos que parecieron una eternidad.
-Está bien, sólo dígame su nombre...
-Mario Bautista.-respondí.
-Bien...-miró en su computadora.-la señorita Mcbrien llego a hace unas horas con una hemorragia interna severa, fue trasladada a quirófano y en este momento está siendo intervenida.-me miró.-Es todo lo que tengo de ella.
Eso fue como un balde de agua congelada. No respondí, solo asentí caminando hasta la sala de espera. Sentía que mi mundo se estaba cayendo a pedazos. Estaba luchando con cada parte de mi para recordar algo, que pude haberle dicho o echo para qué se fuera. Dentro de mi sentía una gran culpa, pero aún no lograba entender el por qué. Y estaba enloqueciéndome.
Cerré mi puño y di un fuerte golpe a la pared atrayendo algunas miradas que me importaron una mierda. Si algo le pasa a ___tn voy a odiarme el resto de mi vida.
Tome asiento en una de las bancas.
-¡Mario!.
Mire a mi derecha y vi a Stephanie entrando por la puerta. Mauricio caminaba detrás de ella.
-¿En donde está? ¿Qué ocurrió?.-Stephanie se sentó a un lado mío.
-Está en quirófano ahora...-respondí.
Ella suspiró profundo controlando las lágrimas que amenazaban con salir de sus grandes ojos claros y miró mis manos.
-¿Que te ocurrió a ti?
Noto que mis nudillos estaban sangrando por el golpe a la pared. Yo ni siquiera había sentido dolor o me había preocupado por mirar.
Desvíe la mirada.
-Eso no importa.
-Hermano...-Mauricio se acercó.-ella va a estar bien ¿si? Solo... tranquilízate y mantén tu mente abierta.-Miro a Stephanie.-Manténganosla todos.
Lo mire con dolor y asentí. Parecía sencillo decirlo, pero todo era tan confuso. Se sentía como una pesadilla.
-¿Familiares de la señorita Mcbrien?.-me levanté de golpe al escuchar al doctor nombrarla.
-Soy su novio.-hable y el me miró.- se qué no soy familiar pero sus padres están de viaje y soy todo lo que tiene ahora.-di razones tan de prisa que el Doctor ni siquiera tuvo tiempo de pedírmelas.
-Bien...-miró su libreta por el rabillo de sus gafas.-lo siento mucho señor.-mi aire se fue.-la señorita Mcbrien a entrado en estado de coma.-Me recargué en la barra sintiendo mi cuerpo debilitarse. ¿En coma? Esto no podía estar pasando, y por mi culpa. Maldita sea. -Le mantendremos al tanto de ella, y si pudiera comunicarse con sus padres, lo agradecería. Con permiso.-el doctor se retiró y Stephanie y Mauricio se acercaron a mi.
-¿Que te dijo?
-___tn está en coma.
Stephanie tapo su boca con sus manos y comenzó a llorar. Mauricio la abrazo
Restregué mis manos en mi rostro y suspire profundo. Esto estaba siendo realmente una pesadilla. Ojalá fuera solo una pesadilla.
(...)
Teníamos varias horas en el hospital, Stephanie había llamado a el padre y la Nana de ___tn pero solo nos pidieron que los mantuviéramos al tanto de todo, ya que los trámites que estaban haciendo en New York no tenían fecha de conclusión aún.
Me pareció demasiado jodido que ellos no quisieran venir, Dios, su hija está en estado de coma y ambos ponen el trabajo antes que ella. Mi ___tn no se merece esto.
Ahora estaba seguro, estaba total y perdidamente enamorado de ella. Es ridiculo qué haya tenido que pasar esto para qué me diera cuenta de todo lo qué siento por ella.
-Hey.-Mauricio me entregó un café y se sentó a mi lado.-el doctor dijo que en un rato podrás pasar a verla.
Mi corazón sintió algo de alivio al escucharlo, era lo que más deseaba, verla. Aunque tenía miedo de romperme al verla en ese estado.
-Gracias hermano.-respondí dando un trago a mi café. Mis ojos pesaban, era la 1:45 a.m. Mauricio había llevado a Stephanie a casa para que descansara prometiéndole regresar por ella temprano.
Y yo no iba a moverme de aquí, no hasta qué el doctor saliera por esa puerta y me dijera que mi ___tn estaba totalmente bien y que podría llevárla a casa.
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Why him?-Mario Bautista.
Hayran KurguNací el día que te conocí y moriré el día que te vayas.