Why him?-Mario Bautista.

Capitulo 32.

P.O.V Mauricio.

Al entrar a la sala me paralicé sintiéndome totalmente estupido.

___tn estaba tirada en el piso a un lado de el sofá, sangre salía de su boca y sus mejillas estaban totalmente teñidas de un tenue color rojizo.

Stephanie movía su cuerpo levemente para hacerla reaccionar, pero esta no lo hacía.

Me acerqué rápido tomando en brazos a ___tn y subiéndola al sofá.

-Llamaré a el doctor Dave.- fue lo único qué logre articular.

Stephanie asintió y se sentó a un lado de ___tn tomando su pulso.

Mis manos temblaban cuando intentaba escribir el número de Dave en mi celular.

Cuando lo llame parecía haberse pasmado, aseguró llegar inmediatamente.

Luego de unos minutos llego, entro como un rayo directamente con __tn, Stephanie se alejó de ella y corrió a abrazarme sollozando en mi pecho mientras la cubría con mis brazos. Sentía ese dolor en el pecho con solo verla llorar, no puedo imaginarme lo qué debe sentir ___tn al perder a la persona qué ama.

-Si algo le pasa me muero Mauricio....-Stephanie lloriqueo sobre mi pecho haciéndome estremecer. Negué rotundamente.

-No digas eso Stephanie,, nada va a pasarle, te lo prometo.- bese su frente y la apreté más.

Seguía los movimientos de Dave con mi mirada, colocó un algodón con un poco de alcohol debajo de la nariz de __tn y está comenzó a abrir los ojos lentamente. Tosió un poco provocando qué Stephanie girará rápidamente.

Sentí tanto alivio cuando la vi mover sus labios para decirle algo a Dave, y ese nudo en mi garganta desapareció.

P.O.V ___tn.

-Ella no puede asistir ¿¡No ves en qué condiciones está!?-Stephanie elevó un poco su tono de voz.

-Ella merece estar ahí.-la voz tranquila de Mauricio retumbó en mis tímpanos.

-La crisis qué tuvo hace rato fue por la presión y la tristeza chicos.-Dave susurró.

Me levante rápidamente dispuesta a salir y encararlos, pero me detuve al escuchar un claxon. Me asomé por la ventana y pude ver a Juanpa bajar de un auto a toda prisa, Mauricio lo detuvo por los brazos y Juanpa se hincó, parecía estar llorando. Mi corazón se aceleró demasiado, seguro acababa de enterarse de todo.

No podía con todo el dolor que la ida de Mario estaba causando, sus amigos, que eran como hermanos para el, su hermosa y unida familia, cada una de las personas con las cuales el llego a coincidir en esta vida ahora estaban destrozadas. Y yo sentía que era mi culpa, desee que el jamás hubiera llamado y que nunca nos hubiéramos vuelto a ver, así quizá hoy estaría en una fiesta con sus amigos o en alguna cena con su familia haciéndolos reír a todos con su increíble sentido del humor.

Me deslicé por la puerta cerrando mis ojos, sintiendo tanto dolor como jamás lo había sentido.