Epilogo 1/2 .

521 36 0
                                    

Carta.

Hola Mario.
Ha pasado un año desde que te fuiste.

Stephanie y Mauricio insisten en qué salga, en que comience de nuevo, en qué viva. Pero no puedo hacerlo, no le encuentro sentido sin ti.
Ellos están saliendo ahora, es chistoso. Tú y yo siempre solíamos hablar sobre cómo esos dos terminarían saliendo algún día.
Prefiero pasar los fines de semana en casa, sola, tratando de encontrarle un sentido a este mundo. Realmente, jamás me gustó salir a fiestas o a reuniones con más gente; la única razón por la que lo hacía, era por qué tú estabas ahí, y me gustaba pasar tiempo contigo. Me gustaba verte sonreír, verte reír a carcajadas cuando alguno de tus amigos decía algo gracioso. Ver cómo echabas tú cabeza hacia atrás, verte bailar improvisadamente cuando sonaba tú canción favorita. Como cerrabas los ojos cuando cantabas.
Simplemente, no podría imaginar ir a otra fiesta y no verte ahí. No verte darle vida a esos momentos.

Gloria ahora trabaja en una editora de revistas de moda, Carlos tiene una pizzería, Jan sigue estudiando, y Daniel ha comenzado a trabajar de DJ en una discoteca bastante prestigiada. Lucen bien, pero nunca sales de sus mentes. Gloria de vez en cuando me llama llorando, y me destroza el corazón. Me pregunta por qué tú? Por qué si eras un ángel en esta tierra decidieron llevarte. No le respondo, por qué yo tampoco lo entiendo.

También salimos todos los fines de semana, es como si fuera mi madre, se preocupa por mí, es lindo tenerla. Me hace sentir un poco viva.

Gracias por ella.

Se qué te lo dije, se qué te dije que quería tener una familia y envejecer como en los libros.

Pero eso quedó en el pasado. Si lo quería Mario, pero lo quería contigo. No con alguien más. No me veo con otra persona que no seas tú.

Siempre saliendo de el trabajo, voy a el cementerio, y pasó algunas horas ahí, contándote cómo estuvo mi día, y lo mucho que te extrañe. Suena estupido, por qué probablemente no me escuches. Pero me gusta pensar qué si, y me ayuda a sentirme menos sola.
Al caer la noche regreso a casa, he pintado algunas paredes de distintos colores, coloque unos cuadros con nuestras fotografías al entrar, lucen bien. Entre ellas está esa foto que nos tomo Jan en la playa, la noche de la fiesta. Lucíamos radiantemente felices, tu sonrisa era tan grande que de solo verla me retuerce el corazón. En la foto aparecen todos, tus amigos, o "los caballeros" como se hacen llamar. Tus padres y hermanos. Fue un día completo para mí. Lástima que tuvo que terminar de aquella forma.
También coloque la fotografía de cuando éramos niños, en la que me lanzaste contra el pastel. Ahí, de igual forma reías a carcajadas mientras yo tenía un gesto de sorpresa por tu acción.
Y unas cuantas más, que tomábamos en nuestros días solos en casa, o en la cabaña cuando me pediste que fuera tu novia.
Es lindo tener la casa llena de esos recuerdos, me hace sonreír verlos.
Las fotografías y el dolor qué siento, son el único recordatorio de que fuiste real, de qué todos lo éramos.

-Te ama, Mcbrien.

Why him?-Mario Bautista.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora