El último gran día.
Me desperté temprano, eran las 7:30 exactamente. Tome una ducha y me arregle lo suficiente, cuando estuve lista tome la bufanda azul que me había regalado Mario en uno de mis cumpleaños. Tenía tiempo sin usarla, y era bastante bonita para la ocasión.
Mario había dejado una nota en el buró diciendo que había salido a comprar un par de cosas, así que desayune sola. Tenía tiempo sin hacerlo, ahora que tenía a Mario viviendo conmigo siempre desayunábamos juntos entre risas o cursilerías
Agradecía unos minutos para mí misma, era necesario meditar un poco respecto a todo.
Era increíble como mi vida había cambiado de un momento a otro. Estar con él era como aprender a volar, emocionante y aterrador a la vez. Me hacia sentir perfecta, no me faltaba nada cuando lo tenía cerca, cada momento junto a él me hacía desear que el tiempo se detuviera.
Hoy era el último día qué me quedaba aquí afuera.
Mañana por la mañana debía volver al hospital para ser internada, aún no habían noticias del donador, pero Mario siempre mantenía su positivismo y sonreía a pesar de todo; no podría decir lo mismo de mi, es difícil aceptar que el tiempo se te acaba. Y ahora menos que nunca quería irme, no cuando he encontrado lo qué realmente me hace feliz. ¿Por qué esto tiene qué estar ocurriendo?
-Buenos días mi amor.-giré en mi silla cuando escuche la puerta cerrarse, Mario caminaba hacia mí con las llaves de su auto entre sus manos.-¿qué tal amaneciste?
Cuando estuvo lo suficiente cerca pude notar sus ojos algo rojo se hinchados, había estado llorando. Se acercó a mi lado poniéndose en cuclillas para estar de mi tamaño ya que yo estaba sentada en la silla, colocó sus manos en mis rodillas y me miró sonriente.
-Buenos días.-me acerqué a besar sus labios cortamente.-amanecí perfecto, ¿y tú?
-Hoy saldremos todo el día Mcbrien, así que espero hayas terminado por qué el tiempo corre.-ignoró mi pregunta. Sonreí al escucharlo y asentí emocionada.
-Estoy más que lista.
Tan pronto dije eso Mario se puso de pie y tomo de mi cintura cargándome en sus brazos rápidamente, reí fuerte y y rodee mis brazos de su cuello sujetándome de el. Mario beso mis labios lento, dejándome disfrutar de ello, sus deliciosos labios color cereza. Me bajo de sus brazos sin apartar sus labios de los míos, una lágrima se deslizó por mi mejilla y el la limpio rápido pasando mi cabello detrás de mi oreja.
-Hoy no es día para estar tristes Mcbrien.-susurró contra mis labios y asentí.
Tomo mi mano y depósito un beso ahí para luego caminar hasta la puerta y salir de esta. Subimos a su auto y entonces todo comenzó a ir demasiado rápido.
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Why him?-Mario Bautista.
FanficNací el día que te conocí y moriré el día que te vayas.