035| Filofobia.

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¡hola!

¿Quién de aquí tiene filofobia?

La verdad es que me interesó recalcar que Frank es filofobico por si aun no se habían dado cuenta.

La verdad es que me parece una fobia triste y algo desgastante, amar es bueno, pero es dificil.

YA NO SE PUEDEN QUEJAR DE NADA, PRACTICAMENTE YA SE GUSTAN PERO NO SPOILER BAY

ELENA.

Frank.

Me he despertado a las tres de la mañana, la casa de Gerard luce patéticamente aterradora a esta hora. Bajo de la cama y con cuidado trato de no pisarlo – ya que me prestó su cama y él duerme en el suelo – y de no despertarlo.

"¿por qué tan temprano?"

No me siento cómodo del todo aquí, creo que se me ha hecho más difícil dormir aquí que en mi casa con el gato y Bert rondando en las madrugadas. No soporto más estar aquí, así que mejor me voy. El baile es hoy en unas varias horas más y debido a ello, no hay clases. Tomo mis cosas con cuidado y salgo por la ventana, como siempre.

El cielo luce gris, la brisa de las noches es enfermiza y estoy vagando sin rumbo alguno; no quiero ir a casa. Lo extraño es: que siento algo desde mi estómago hasta mi pecho que sube y baja de una manera para nada gratificante; como cuando tienes un mal presentimiento sobre algo y vives pensando en ello a cada momento, no te da apetito, no puedes dormir – o difícilmente puedes dormir – y no me siento tranquilo, siento que me asfixio.

Mis pies caminan hacia la casa de Janice, ella sabrá qué decirme para calmarme.

Cuando poso mis pies en el tapete de bienvenida de su casa, toco el timbre. Se tarda en abrir y cuando lo hace: una Janice muy despeinada y con cara de malos amigos aparece con una bata puesta. Le sonrío tímidamente y levanto una mano en forma de saludo.

- ¿Qué mierda haces aquí, Frankie? – carraspea.

- No puedo dormir, me siento como si hubiese asesinado a alguien y tengo culpa dentro – muerdo mi labio inferior.

Realmente se me dificulta explicar lo que siento, pero son como miles de mini paros cardiacos, y presión en el pecho. No es algo nuevo, ya ha estado ahí durante un par de días, pero no era tan importante como para pensarlo. Respiro hondo y Janice me deja pasar.

- Me asustaste – confiesa y enciende la luz de la planta baja - ¿Té, café... cerveza?

- Agua – me siento en el sillón.

"Agua... ¿y la cerveza?"

- ¿Agua? – pregunta como si no me hubiera escuchado bien. La cosa es que no me cree que en realidad quiero agua.

"Eso pasa porque el mundo ya se acostumbró a verte ebrio"

- Muy bien, toma – me tiene el vaso y se sienta junto a mí - ¿Qué tienes? – pregunta con imponencia, porque efectivamente tengo algo.

- Eso es una terrible pregunta, pero no sé ni qué es.

- ¿Hiciste algo malo? – niego - ¿entonces?

- Es algo de adentro – señalo mi pecho – por más que lo ignoro, no puedo. Siento como si me ahogara, como si estuviera tapando algo que muere por salir ¿sabes?

Janice alza una ceja intentando comprender lo que digo. Todo empezó cuando me vestí de chica, siento que cometí un error garrafal, y que me tragué un globo que se infla e infla dentro de mí creando una gran presión.

Destruyendo a Gerard. [Frerard] DONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora