Destruyendo a Gerard. [Frerard] DONE

051| IeroWeen [2]

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FALTA UNA PARTE MÁS.

GRACIAS POR ACOMPAÑARME HASTA ACÁ.

SALUDOS ELENA

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Frank.

Ni siquiera me puede ver a la cara. Y el grosero soy yo ¿no? No hay nada como la madurez y él efectivamente no la tiene...

"Ni tú tampoco. Yo no vi que dijeras hola"

Silencio, es mi monologo. A demás, ¿Por qué yo? Él me mandó a la mierda primero.

"Sí, pero tú lo mandaste a la mierda miles de veces antes; tiene derecho a sentirse así."

Es un idiota.

Pero temo que su estúpido rescate le salga caro, está frente a Bruce por defender a una chica. ¿Será esa la porrista? ¿Su novia porrista? Pues no tiene pinta de porrista, aun así, puede que sea ella. La miro de pies a cabeza, buscándole lo especial; ¿Tatuajes? Yo también tengo y demasiados. ¿Cabello? ¿Ropa? ¿Qué tiene ella?

Observo a Bruce con detenimiento, no estoy tan drogado ahora, ya que se me ha pasado un poco el efecto con el tiempo y la caminata de casa hasta acá. Si le hace algo tendré que entrometerme, porque no puedo dejar que le pase nada. Se ha hecho costumbre y que me odie realmente no interesa demasiado, Gerard siempre está diciendo que le caigo mal, pero a la hora de la hora, todo sigue como antes.

- ¡Bruce, te he dicho que limpies! – le grita Carl. Bruce gruñe y se va, solo que no se ve tan feliz que digamos.

Gerard y la chica no identificada voltean a verme mientras que Carl les da las bolsas de lo que han comprado. Ella me mira de pies a cabeza y puedo decir que incluso con brillo en los ojos; sin embargo, Gerard simplemente se dispone a mirarme de reojo y tomar las bolsas.

- Ah... con permiso – me dice ella con una sonrisa.

¿Qué?

Entonces me doy cuenta de que estoy obstruyendo un poco la entrada. Me hago a un lado con la mayor seriedad posible, no puedo tomarla enserio con ese atuendo de colegiala rebelde. No puedo, no me gusta, está horrible.

"¡Frank!"

Ya, bueno.

- Disculpa – digo a duras penas.

Me giro y coloco mis codos sobre el mostrador, dándoles la espalda a la parejita del año. Espero a que se escuche la campanita de la entrada que indica su salida y ahora sí, respiro.

- El idiota de Bruce es un salvaje – me dice Carl. En la parte trasera se escuchan los vidrios siendo levantados y miro para allá – tiene que trabajar porque está bajo libertad condicional, ya sabes, vienen y lo monitorean, tiene que estudiar... si no, irá de regreso al hoyo.

- ¿Ha intentado matarlo a usted? – pregunto para nada interesado en el tema, pero estoy esperando a que me atienda y drogado no puedo pelear porque pierdo, así que prefiero mantener la paz.

- No, la última vez que lo vi sospechoso tomé el rifle y le dije: si tú te mueves de ahí, mal nacido hijo de puta... no la cuentas – se ríe - ¿Qué querías aquí?

Sonrío.

- Bueno, hoy es mi cumpleaños y el imbécil de Ray está tan drogado como para venir por cerveza.

- ¿¡Cumples años!? – asiento - ¡Claro, la cerveza que quieras! Y me saludas a Ray cuando regreses.

Después de atenderme, camino hacia el pasillo y me asomo. Bruce está torpemente recogiendo los enormes pedazos de vidrio para después pobremente pasar el trapeador. Se percata segundos después que lo observo y me mira de muy mala gana.