002| La garganta de Frank

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Gerard.

Como el día de hoy es un día de cambio, quiero también cambiar mis hábitos. Por ello, me vine a casa caminando y fue buena idea hablarle a papá para avisarle de que no viniera por mí al colegio, por cuestiones de tiempo y comodidad él accedió sin problema y ahora me siento todo un atleta.

Pero todo se va al caño después de que mis ojos se posaran por ese pastel de chocolate; Selva Negra, mi favorito. Mi madre no puede dejar de hacer pasteles desde que puso una pastelería a varias cuadras cerca de la ciudad, no puedo negar que es molesto que la casa huela a dulce muy seguido, pero no voy a mentir, los pasteles de mamá son irresistibles.

Pero justo cuando quiero tomar las riendas de mi vida saludable y dejar de ser un gordo, obeso, manteca y todos sus derivados... tengo que dejar de comer esto.

Pero quizás no hoy, mañana.

- ¡Cariño! Te estoy gritando desde que llegaste – mi mamá aparece por la puerta del patio trasero y apunta con sus manos llenas de lodo el pastel que me ha preparado a mí – Mira lo que te preparé, a tu hermano Josh no le des... ¡estoy molesta con él!

- Wow, gracias mamá pero... estoy muy cansado hoy y...

- Hijo, ¿estás bien? Si tienes cualquier problema o duda aquí está tu madre ¿vale?

- Vale mamá.

Los padres sinceramente deben rendirse, por más que nos digan a nosotros, sus hijos, que les contemos lo que nos sucede en la escuela o en cualquier situación que involucra la interacción con las demás personas, no lo haremos. Nunca contamos a nuestros padres lo que pasa por el simple hecho de que es vergonzoso.

Además, conociendo a mi madre, si le digo que en la escuela me dijeron gordo irá corriendo hasta allá a demandar al director y a poner afiches sobre el bullying por los pasillos. Así que solamente le sonrío y me sirvo dos porciones de aquel sabroso pastel de chocolate con pedazos de cielo.

- Bajas a cenar cuando te grite, ¿vale? – y entonces regresa al patio trasero. Llevo mis platos a mi habitación y cierro la puerta con mi pie.

También decido ignorar su acento español fingido que ha adquirido desde que comenzó a ver novelas españolas. Solo le sigo la corriente.

Enciendo las luces y veo mi habitación sumamente ordenada. Me fascina este lugar, mi lugar seguro. La pared que está a mi lado derecho de mi cama está lleno de póster de mis dibujos, mis series favoritas de anime, y alguna que otra chica que sale en el canal de las noticias dando el clima, son muy bonitas. En mi clóset, tengo lleno de figuras de acción que guardo desde que me regalaron mi primera a mis cuatro años. Cómics y en la mesa pegada en la pared opuesta a mi cama está mi computador junto con mis Cd's de Beethoven, Mozart, Chopin y el OST's de Naruto.

Coloco el pastel a un lado de mi computador y mi mochila encima de mi cama. Saco mis cuadernos para hacer la tarea y saco el número de Hazel del bolsillo de mis pantalones para pegarlo en la pared encima de mi computador y recordar este día cada que me ponga de pie.

Xxx

- ¡La cena! – a mi madre le encanta gritar siempre. A pesar de escuchar música, soy capaz de escuchar el grito agudo de mi mamá y bajo enseguida.

Josh baja también y va con su celular tranquilamente bajando a diferencia de mí, que corre para alcanzar el mejor lugar del comedor, en el cual se puede ver la televisión desde la sala. Pero mi papá es más astuto y cuando llego, él ya está en ese sitio.

Destruyendo a Gerard. [Frerard] DONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora