015| Primer acercamiento

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gracias por leer :D

Gerard.

El camino a la casa de Frank fue algo muy incómodo, debo admitir. No habló y aplicó la ley del hielo; lo único que yo pretendía al hablar de Bert era tratar de que se llevaran mejor, quería decirle cosas que pienso que ellos dos tengan en común y que se conviertan en muy buenos amigos.

Pero claro, pésima idea, como si no conociera a Frank, tan explosivo y cabeza hueca. Me advierte que estamos a tres casas de llegar a la suya y las cuento. Estoy convencido de que me quiere tomar el pelo, lo único que veo es una casa con la pintura caída y cochambres en el jardín.

- Sabía que jugarías conmigo – espeto, estoy molesto.

- ¿Qué? ¿De qué hablas? – pregunta fingiendo confusión, porque de seguro es otra de sus bromitas.

- ¿Sabes qué? Olvídalo, haré el robot solo en mi casa, le pondré tu nombre y ya está.

Me giro. Pero qué maldito, engañándome para perder tiempo; es por eso que Frank no me termina de agradar, siempre es lo mismo con él, intento ser bueno, pero él se pasa. Siento sus manos en mis hombros y después me zarandea con violencia.

- ¡Gerard esa es mi casa! – grita y me quedo helado – no creí que fueras tan superficial, ¿Qué esperabas? ¡¿Una mansión?!

Dios, ¿qué hice? Me giro con lentitud para ver su rostro, se ve tan sincero y honesto. No puedo creer que metí la pata otra vez, demonios, demonios. Otra vez con los prejuicios, otra vez. Muerdo mi labio, a mí no me cuesta nada disculparme, no como le cuesta a él.

- Dios, perdona... - tapo mis labios con ambas manos.

- Siempre con tus disculpas huecas – responde molesto – no puedes ir por la vida disculpándote por cualquier cosa, después de un tiempo la disculpa pierde el valor.

Tiene razón. ¡NO! Me siento terrible, tomo su brazo y lo aprieto con fuerza.

- ¿ah? ¿Qué... quieres ahora? – pregunta. No se ve tan molesto como creí, pero aun así.

- Por favor, te pido una disculpa honesta y sincera. Volví a juzgarte.

**

Estoy en su jardín, camino por el césped detrás de él evitando tropezar con cualquier cacharro. Trago saliva, me da miedo este lugar, aunque confíe en las palabras de Frank, algo dentro de mí me grita que me vaya. Que es peligroso.

Frank toma la puerta del costado con ambas manos y tira con fuerza para moverla, un sonido estruendoso hace que me tape los oídos y mire alrededor verificando si alguien nos vio. Después, toma una gran bocanada de aire y se adentra, lo sigo con piernas temblorosas y me adentro junto con él.

Lo bueno es que tengo mi laptop escolar. Dudo mucho que él tenga.

La casa está literalmente hecha... un asco. No tiene nada, todo está lleno de polvo, incluyendo el sofá en donde seguro hay millones de ácaros viviendo cómodamente, o ratas, no sé. Un abanico roto en el techo, un televisor gordo frente al sofá polvoriento y una pequeña mesa de plástico como comedor, no quiero ni ir a la cocina.

Miro las escaleras que probablemente llevan a su habitación. Con razón se la vive en casa de Kira. Aquí no hay electricidad y parece que agua tampoco. ¿Cómo puede vivir aquí, Santo Cielo?

- ¿terminaste? – me pregunta sentándose en el sofá y liberando una cantidad enorme de polvo – linda ¿no es así? – levanta las cejas – bienvenido a mi pocilga, Gerard.

Destruyendo a Gerard. [Frerard] DONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora