Siempre te amaré [TERMINADA]

42. Perdí mi tiempo contigo

Capítulo 42

Me levanto lo más rápido posible, hoy ya era lunes y llevo media hora de retraso, creo que no voy a alcanzar a entrar al instituto.

—______ apúrate —era mamá gritándome— vas a llegar tarde, te quedan diez minutos

—¡no puede ser, no puede ser! —busco entre mi armario ropa— cuando quiero ropa de inmediato no hay —bufeo frustrada— ¡quiero llorar! —hago una mueca sacando una sudadera Adidas y un calentador, por ahora hace mucho frío—

Me visto lo más rápido posible, menos mal y apenas llegué de la fiesta de Connor, me bañé, así que no hay necesidad de que bañe de nuevo, neh, es mentira, me acabo de bañar no hace mucho, creo que es el baño más rápido que me he hecho en toda mi historia.

—ya me voy mamá —cojo mi mochila—

—¿a dónde vas así? —mi madre me mira de pies a cabeza—

—¿qué? —me miro— ¿qué ten... —me detengo en mis pies y no cargo puesto zapatos— ¡rayooooos! —regreso a mi habitación en busca de zapatos y salgo al living de inmediato— ya, ahora sí, ya me voy

—adiós, niña, cuídate —grita mi madre, mientras me subo al ascensor—

Luego de cinco minutos, llego al instituto agitada, corrí lo más rápido posible, por no llegar tarde y ¿adivinen qué? llegué con las justas, yo que llegaba y el timbre que sonaba.

A primera hora, me tocaba historia, me tocaba con Sean, corro de nuevo al aula que me tocaba. Entré al aula y justamente el profesor estaba detrás de mí cerrando la puerta

—llegó a tiempo, Army 

—sí, profe —sonrío agitada—

Busco con la mirada a mi compañero y no lo veo por ningún lado, capaz que se quedó dormido, eso espero.

Las horas pasaban rápido, siendo así que ya estábamos en hora de recreo, LA HORA DE LIBERTAD ¡YEI! ok, me calmo.

—¡ey, ______! —era Price saludándome desde la mesa en la cual siempre nos sentamos—

—hola, Josh —le sonrío sentándome en frente de él— ¿y los demás? 

—pues, no lo sé —alza los hombros haciendo una mueca— oye —llama mi atención— 

—¿hmm?

—Sean está enojadísimo

—sí, ¿qué le hiciste? —le interrumpe Julian— está que echa humo por las orejas

—¿enojado? —frunzo las cejas, mientras me rasco la mejilla— y....¿por qué no está aquí?

—no lo sé x2 —Josh se ríe— Sean siempre suele sentarse en el patio de atrás —señala detrás de la cafetería—

—¿dónde nadie va? —lo miro extrañada—

—sipi —Julian le sigue— ahí es como su escondite —bebe de su refresco— si logras hablar con él

—eres leyenda —le sigue Josh—

—vaya... —alzo ambas cejas— ustedes sí que tienen demasiada conexión

—sí —dicen al unísono y se abrazan por los hombros—

—está bien —me levanto— mejor voy a ver qué sucede con Sean ¿sí?

—¡ten cuidado! —Julian grita una vez que estoy a punto de salir de la cafetería—

Me encamino de inmediato al lugar donde me dijeron mis amigos, ahora que recuerdo...ayer a Sean le había llegado un mensaje, bueno en realidad era una foto de un número desconocido. Abro los ojos de inmediato dándole sentido a todo.