61. ¿Regresamos a California?

290 22 42
                                    

Capítulo 61

—¡Murrieta! —lo llamaba mientras él iba corriendo con mi celular en sus manos— ven acá —iba corriendo tras él, pero ya no podía más— maldito Alex, te odio —murmuraba agachándome levemente por el cansancio—

—pero si la otra vez me dijiste que me querías 

Alex Rubiano se para a mi lado con un refresco en la mano.

Lo empujo por el hombro y se ríe— a ti no —me incorporo y doy un leve suspiro— Murrieta se me acaba de robar el celular

—¿dónde está ese? —se ríe buscándolo con la mirada—

—no lo sé, ese se esconde rapidísimo y se aprovecha de que yo no corro tan rápido —me acerco a Alex para abrazarlo por la cintura—

—pero no me abraces —se ríe alejando mi cabeza de su pecho— que cuando lo vea iré corriendo de inmediato atrás de él —me alejo de él perezosamente—

—uno dándote amor y no quieres —me cruzo de brazos mientras hago un puchero—

—si quiero tu amor —se acerca a mi rostro— pero ¿no crees que en otro momento sería mejor? —alza una ceja y se aleja de mi— 

—bue—

—¡ya lo vi! —sale corriendo, Dios mío este muchacho si corre rápido—

A lo lejos los veo a los dos Alex pelear entre risas, el uno al otro jalaban mi celular de izquierda a derecha, esos dos me van a dañar el celular, en vez de ayudar me lo estropean.

Luego de minutos al fin se cansan de pelear, pero entre ellos se miran preocupados, me acerco a ellos de inmediato preocupada.

—¿qué han hecho? —me cruzo de brazos buscando con la mira mi celular—

—eh.... —hablan al unísono mirándose entre ellos—

—presten para acá —les quito el celular y le echo una mirada—

No sé cómo, pero estaban llamando a Gabe, menos mal y no era alguien mas.

—estúpidos —les golpeo a cada uno frunciendo los labios—

—¿aloh? —era Gabe por la otra línea—

—hola, hola —los miro de mal modo a los Alex—

—¿qué pasó? —pregunta preocupado— ¿pasa algo?

—no, no, no es nada, solo que estaba jugando y pues te marqué por equivocación

—ah, bueno —hace una pausa— te dejo porque estoy ocupado con el club ¿sí? Te llamo luego, chao —corta de inmediato sin que yo articule alguna palabra—

—son unos imbéciles —me giro y me dirijo a la salida del instituto, como ya era ultima hora y nos habían dado hora libre pues adiós instituto—

Ellos corren hacia mí.— no te enojes —dicen al unísono—

—salgan de aquí —quito sus manos de mi hombro—

—______ —seguían hablando al unísono ¡rayos! no podía enojarme con ellos—

—ya, cálmense —me giro a verlos y al rato me río de sus caras de tristeza— no estoy enojada 

—Alex —una chica grita aquel nombre y ambos se giran—

—mande —contestan—

—Murrieta —responde la chica riéndose mientras lo señalaba—

Siempre te amaré [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora