53. Lo extraño

310 31 36
                                    

Capítulo 53

Hoy era....martes, un aburrido martes común, estoy empezando a pensar que mi vida se está volviendo aburrida sin mis amigos, pensé que estando acá iba a ser más feliz, pero veo que no es cierto.

—______, deprisa que vas a llegar tarde —esa era mi mamá gritándome desde alguna parte de la casa—

Me tapo con la almohada tratando de ahogarme, pero mejor me dejo de tonterías y me adentro al baño para darme una ducha.

Luego de estar lista, bajo las escaleras para dirigirme hacia la cocina

—hola, mamá, hola, papá —aun tengo cara de sueño y creo que ni sé por dónde voy caminando que me hasta me choco con el refrigerador— au –me sobo el antebrazo—

—¿no te lavaste bien la cara? —mi padre y sus bromas que ya no me dan gracia—

Me siento de inmediato en la silla dejando mi cabeza en la mesa.— no tengo ganas de vivir –alargo la última palabra sin ganas—

—¿te sientes mal? —mamá toca mi frente con su mano—

De repente me entraron unas ganas de llorar.— no lo sé

—está muy caliente —mi madre mira a mi padre un poco asustada—

—no —los detengo, porque ambos se estaban poniendo de pie— no tengo nada

—¿segura? —vaya que estaba preocupada mamá—

—es mejor que vayas bien desayunada para que no te pase nada —mi padre se sienta a seguir desayunando—

—Jorge —mi madre lo reprende—

—¿qué? —alza las manos inocentemente— ella ha dicho que no le gusta faltar a clases —sí, pero cuando estaba en California—

—¿quieres ir? —me pregunta y yo solo asiento—

Terminé el desayuno y una vez en la puerta de casa me despido de todos para marcharme al instituto. El camino al instituto es un poco largo, pero me tomará tiempo para seguir pensando, así que me pongo los audífonos para escuchar música.

Estaba en mi habitación en la cama recostada al respaldar de la cama sola, con mi soledad, hasta que minutos después llega el que alegra mis días.

¿se puede? —se asoma en la puerta corrediza y yo solo asiento ¿cómo has estado? la verdad estoy triste y no sé ni el motivo del porque ¿amor? se sienta al lado mío ubicando ciertos cabellos rebeldes detrás de mi oreja ¿te encuentras bien? —lo miro y me aferro a él ¿qué pasó? —sobaba mi espalda suavemente y yo solo niego con mi cabeza sobre su pecho está bien, no hables si no quieres después de unos breves segundos de silencio comienzo a llorar de la nada y yo lo abrazo más fuerte

gracias digo mientras lloraba

¿gracias? ¿por qué? me separa de él para que lo mirara, pero yo mantenía mi mirada en la alcoba porque no quería que me viera llorar, hasta que él me sujeta de la barbilla obligándome a que lo mire

por estar aquí conmigo, por soportarme las veces que suelo ser insoportable, por llorar en frente tuyo sin saber el motivo me escondo de nuevo en su pecho

que te quede claro parecía molesto estoy cansado de repetírtelo millones de veces agarra mi rostro haciendo que lo mire de nuevo no te cambiaría por nadie del mundo aunque se esté destruyendo, aunque estés lejos, aunque estemos mal, nos odiemos, siempre serás tú ¿sí? él mantenía su mirada en mis ojos siempre....

—______ 

¡diablos! me giro 

—Julian —lo miro jugando con mis manos— puedo darte un.... —como que sabía lo que me hacía falta y me abraza de inmediato—

—vamos —acariciaba mi cabello— desahógate, adelante —y lo hice, estaba llorando en su hombro—

—lo extraño, Julian...lo extraño

—shhhh, lo sabía —¿se está burlando de mi mientras lloro?— es normal, ¿aun lo sigues queriendo? —eso no se pregunta, eso estaba demasiado claro cuando estábamos juntos—

—lo amo —trataba de calmarme para no seguir llorando, pero se me hacía muy difícil— pero....creo que a él no le importa nada

—te lo dije ayer —me separa de él— aun no sabemos si es verdad lo que había dicho

—pero me dijiste que ya no quería hacer más nada —lo miro y Julian me conduce a sentarme en la vereda más cercana—

—sí, lo dije —miro sus manos palmotearse entre sí repetidas veces— pero tú no supiste...que el día en que te fuiste de California...él estaba ahí —lo miro de inmediato sorprendida—

—¿qué? —él me mira y asiente lentamente— pero ¿por q—

—¿por qué él no se te acercó? —continua lo que iba a decir— pues sencillo, el orgullo le ganó y no quiso arreglar las cosas contigo —frunce sus labios, ambos manteníamos nuestras miradas al frente—

—si tanto me quería ¿por qué me dejó ir? él me prometió varias cosas y no las está cumpliendo para nada —cojo una piedrita y la tiro lo más lejos posible—

—fue un idiota, se acobardó y dejó las cosas inconclusas, dejó de luchar por ti el día en que te marchaste de California

—esto no me puede estar pasando —agarro mi cabeza descontroladamente— odio todo esto —trato de jalarme todos los cabellos posible de la cabeza, pero Julian me detiene—

—sé que es difícil, pero él te está dando muchos problemas —sujeta mi mano tratando de darme fuerzas— y sería mejor que lo olvides, no deberías estar sufriendo por un bueno para nada

—no puedo...es difícil —hago una mueca— él llegó a ser alguien importante para mí —desordeno todo mi cabello con fastidio—

—lo sé, pero —me detiene con sus manos— trata de no pensar tanto en eso y más en él —me acerca a él abrazándome por los hombros— trata de vivir mejor tu vida aquí, aquí puedes encontrar personas maravillosas, quizás el blanquito ese —estaba hablando de Alex— que andaba contigo ayer, puede que quiera estar contigo y tu aquí sufriendo por un idiota

—creo que no recuerdo bien, pero creo que me había dicho que era gay —sonrío levemente— así que podría estar descartándolo en mi lista de pretendientes —hago comillas en el aire con mis dedos—

Se ríe.— quien sabe y en el instituto encuentres a tu príncipe...espera —me mira como si estuviera resolviendo un problema de matemáticas en su mente— ¿qué color te gusta?

—el azul —digo extrañada por su repentina pregunta—

—bueno, quizás encuentres a tu príncipe azul allí —me guiña el ojo—

—bueno.... —juego con mis dedos— quizás no quiera estar con nadie por ahora —lo miro fijamente con el entrecejo casi unido— o mejor aún, no quisiera estar con nadie nunca más, prefiero estar sola —Julian se ríe frotando su mano en mi hombro—

—así dirás ahorita —se pone de pie— pero después te veré con quien menos lo espere —me guiña el ojo y me ofrece su mano— así que...es mejor de que procures estudiar en estos momentos, luego te arrepentirás de no habe... —lo callo tapándole la boca—

—está bien, eres peor que mi madre —giro los ojos riéndome—

[...]

Yyyy, listo, hasta aquí

Hoy es mi último día de mis mini vacaciones ): voy a extrañar a mi chinito ):


Siempre te amaré [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora