Siempre te amaré [TERMINADA]

29. ¿celos?

Capítulo 29

—vamos, por allá —Sean señala un callejón casi oscuro—

—no seas bobo, por allá no hay nada no creo que los demás se hayan ido por ahí —le recalco un poco enojada— ¡agh! por tu culpa nos perdimos

Sí, estamos perdidos, lo que pasa es lo siguiente, nosotros ya estamos en Orlando, pues Will y Janelle estaban haciendo un recorrido para conocer un poco. Bueno y a Sean se le ocurre parar en una tienda para echarle un vistazo, entramos un ratito y cuando salimos del lugar, ya no vemos al grupo.

Y pues aquí estamos, en medio de la nada, sin teléfonos ni nada, estamos perdidos

—mejor vamos por allá

—¡Sean, vas diciendo eso desde hace media hora! —Sean se acerca a mi al notar que estoy un poco alterada—

—no grites —me coge de los hombros— ya sé que es mi culpa, pero no te enojes vamos a encontrar a los demás —pasa sus manos por mi brazo hasta llegar a mi mano—

Yo solo tengo mi mirada en el piso, de un momento a otro alzo mi vista y a lo lejos encuentro a Will con los demás, enseguida me zafo de las manos de Sean y voy corriendo hacia el grupo de chicos 

—¡Will! —cruzo la calle encontrándome con los demás—

—¿______? ¿dónde andabas? —Will me mira detenidamente— falta Sean, no lo veo por ningún lado —mira por todos lados yo volteo donde estaba con Sean segundos atrás y él seguía ahí, con la mirada hacia nosotros—

—¡Sean! ¿qué esperas? ven de inmediato, tenemos que volver al hotel —Sean comienza a caminar con su mochila en la espalda—

Bueno, la verdad solo cargábamos nuestras mochilas, pero nuestros celulares se quedaron en el hotel cargándose, porque al parecer los celulares de todos se murieron en el transcurso del viaje. 

—¿qué pasó, _______? ¿por qué se separaron del grupo? —Janelle me mira—

—bueno, solo entramos por un momento a una tienda y luego cuando salimos ya no estaban ustedes y eso es todo

—¿qué pasó, campeón? —Will toca el hombro de Sean—

—no, nada —Sean contesta con una voz pacifica mirando hacia el piso—

—no me digan que ya se pelearon —Will nos echa una mirada cruzándose de brazos mientras se ríe—

—no, no lo sé —susurra—

Él seguía con su mirada en el piso, a lo mejor está triste, creo que se puso así porque le grité, no era mi intención me vuelvo loca cuando me pierdo.

—bueno, ya vayámonos cuando lleguemos al hotel arreglan sus cosas ¿ok? —nos mira y comienza a caminar—

Sean comienza a caminar con sus manos metidas en los bolsillos de su sudadera dejando un breve espacio entre sus brazos y su cintura, y yo me quedo un poco atrás de él.

—lo siento por haberte gritado —me acerco a él enganchando mi brazo al suyo, él no dice nada— Sean —mantiene su mirada en el piso— Sean, mírame —lo cojo del mentón—

—¿qué pasa? –pregunta aun con la voz pacifica y con su mirada triste, verlo así me pone mal yo solo me acerco a él y lo abrazo, de inmediato me corresponde el abrazo con fuerza—

—hagamos de cuenta que no pasó nada ¿sí? —me separo un poco de él para mirarlo— no quiero verte cabizbajo 

—solo dame un besito y se me olvidará todo —sonríe, yo solo acerco su rostro al mío para darle lo que pide—