Siempre te amaré [TERMINADA]

23. Discúlpame

Capítulo 23

Ayer me dormí con una sonrisa en el rostro, todo marchaba como lo había pensado, pero ahora estoy despierta porque escucho que alguien está cantando, pero no le doy importancia, y me vuelvo a tapar de pies a cabeza con mi cobija.

Pero me destapo cuando siento que ese alguien que está cantando está muy cerca, en estos momento estoy dándole la espalda a mi balcón, así que me apoyo sobre mi codo en la cama y me giro para ver quien está en mi balcón.

Me sorprendo cuando veo que es Sean quien está cantando, nunca pensé que sabía cantar, tengo que ponerme al día con él. Me levanto de inmediato y abro la puerta corrediza.

—no cantes tan alto —salgo descalza de mi habitación al balcón— mis padres te van a escuchar —se me escapa una sonrisa y él se calla—

—no hay ningún problema, porque entré por la puerta principal —se acerca a mi con una sonrisa—

—¿qué? ¿quién te dejó entrar? —lo miro sorprendida—

—sencillo —se encoge de hombros— le dije a tu papá, y tu papá aceptó gustosamente —se me abren los ojos de par en par— tranquila —se ríe al verme— le expliqué todo, pero eso sí, le dije que nos conocimos después que haya hablado con él 

Bufeo algo tranquila.— de la que me salvaste —paso el dorso de mi mano por la frente— oye no sabía que cantaras —él sonríe algo avergonzado—

—sí, desde muy pequeño cantaba, pero no lo hacía en frente de nadie por vergüenza 

—awww, Sean tiene vergüenza de que lo escuchen cantar —cojo su rostro entre mis manos y él cierra sus ojos— en serio gracias por la canción, Sean —lo abrazo sin importarme nada, él me corresponde de inmediato—

Él me suelta de repente, se arrodilla y no sé de donde habrá sacado una rosa y la extiende hacia mí, yo la iba a coger pero él la aleja, ¿no me la a dar?  

—espera —se ríe— ya que tu eres una rosa 

—oye, ¿no que era una flor? 

—ya sabes el tiempo pasa —se encoge de hombros riéndose— déjame hablar que me pones más nervioso —se rasca la nuca— tú eras una rosa ¿me permitirías ser tu espina? —me mira a los ojos—

—mejor levántate, Sean —le extiendo la mano para que se levante— quería decirte que...tu no me... —¡oh no! ya se puso triste— es broma, claro que si quiero —Sean me abraza de inmediato al escucharme—

—me haces tan feliz —lo escuchaba alegre—

—¡ESO! —ese grito nos hizo separar— no me digas nada —miramos arriba y se trataba de Gabe— ¡que viva el amor, señores! —se ríe Gabe, miro a Sean sin saber que decir—

—¡cállate! tu también estás enamorado 

[...]

—uy, ¿puedes creer que ya son novios? —Josh le dice a Kenneth— y el muy tonto nunca me dijo nada —si las miradas mataran, Sean ya estuviera muerto gracias a Josh—

Hoy ya era lunes, como de costumbre nuestro grupo de amigos siempre llegamos temprano al instituto para conversar entre nosotros, pero como era de lógica hay ciertos que llegan tarde.

En estos momentos estamos en el patio del instituto con Josh, Kenneth, Sean y yo. Estamos esperando a los demás, Sean me está abrazando por los hombros y yo de su cintura.

—no te dije nada porque eres muy chismoso —Sean lo mira de mal modo a Josh y Josh se pone en posición de pelea— ¿quieres pelear? —me suelta para ponerse en la misma posición que Josh—