50. Yo sabía que esto no era buena idea

363 34 29
                                    

Capítulo 50

Narra _____

Y he aquí mi gran dilema de todos los tiempos, llegar a otro país y no saber ni con quien hablar porque no tengo amigos.

Apenas había aterrizado el avión a nuestro respectivo destino, llamo a Gabe para ver si ya fue donde era mi anterior departamento para que anote mi numero, pero no veo ni un mensaje por parte de él, le dije bien claro que cuando haya anotado me mandara un mensaje, pero no lo hizo el muy idiota.

Busco en mis contactos al tonto de mi amigo y le marco, tres segundos tardó en contestar... aww, si le importo.

—¿alo? 

—bobo, estúpido —contesto indignada—

—oh, _____, tonta de mi vida, ¿qué hay? ¿qué te cuentas?

—pues, nada —hago un puchero— solo que...te extraño

—no, no hablemos de eso ¿sí?, no sabes quien vino al edificio

—eh...¿una persona? —contesto tontamente sin saber que responder—

—oye, que respuesta tan lógica ¿no? —me río— Sean visitó tu departamento, yo fui a tu departamento como me lo pediste para que anotara el numero y cuando estaba saliendo de la cocina lo encuentro saliendo de tu habitación

—¿haciendo qué?

—pues, no lo sé, quizás quiso recordar tu olor y entro a tu habitación o yo que sé

Suspiro cansada.— ¿y que haces hecho?

—¿estás loca o qué?

—¿por qué? —frunzo el ceño extrañada—

—¿cómo que porque? ¿no te das cuenta de que Sean, tu chino, sigue enamorado tuyo y me cambias de tema?

—pues...la verdad si él tanto me quiso o me quiere él hubiera hablado conmigo desde un principio, pero no, él prefirió quedarse callado que el orgullo le reinara en su asquerosa vida, nunca le ha importado el resto solo lo hace cuando le conviene

—no pienses así...él se le nota que aun te quiere....perdon—

—no y ya no quiero hablar sobre eso, tengo cosas que hacer ¿sí? adiós —le corté—

—¿pasa algo? —era mi padre—

—no...nada, papá —mi cara lo dice todo, estoy enojada y no quiero hablar—

Mi padre da un largo suspiro.— bueno, solo esperemos a tu mamá y así poder coger un taxi e irnos a nuestro hogar

—¿departamento o casa? —trato de hablar amablemente—

—pues, esta vez será casa —le doy una leve sonrisa y me siento en mi mochila apoyándome en mis manos, mirando a todo el mundo pasar—

Cuando veo a niños o niñas jugar entre ellos me dan ganas de tener hermanos, a veces agradezco ser hija única y a veces no, es muy aburrido estar sola, ahora que lo estoy no tengo ni un solo amigo aquí en New York, que mal para mi vida.

—¿_____? —me volteo a ver de quien se trata y al darme cuenta me levanto emocionada— 

—¡eres tú, eres tú! pensé que iba a estar sola todos estos meses, años, o lo que sea aquí —lo abrazo fuertemente sin dejarlo respirar— pero —me separo de él para conversar mejor— ¿qué haces aquí en New York? ¿te cambiaste o qué?

—pues, yo ya vivía aquí en New York, pero lo que pasa es que mi mamá y yo nos fuimos a Orlando para ir a visitar a nuestra familia por aquellos días —explica de manera pausada—

Siempre te amaré [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora