Cap.11

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Narra Ismael.
Había llegado unos 10 minútos antes de la hora acordada. Llegué hasta el parque y dejé la bicicleta apoyada en un árbol. Me dí cuenta de que Raúl ya estaba allí dentro de la casita de juegos (ya sabéis la típica que hay en todos los parques con su tobogán, su sitio para escalar, etc.) llorando, me aproximo sigiloso y escalo por el tobogán.
I:-Hola.-
Me miró y enseguida quitó sus lágrimas.
Raúl:-Hola.-
Me sonrió. Me senté a su lado.
I:-Por qué llorabas?-
Raúl:-No es nada, dejalo.-
Insistió con una sonrisa.
I:-Raúl, por favor, no me mientas, desde el día en que le pasó eso a tu madre no te he vuelto a ver llorar ni desahogarte, estoy seguro de que lo nececitas, no cargues con todo tú sólo.-
Me miró, al final no le quedó otra que contarmelo todo y se hechó a llorar.
I:-Pero que hijo de p*uta- dije enfadado hacia aquel tipo. Miré a Raúl. No sabía cómo reaccionar, núnca había tenido que animar a alguien, quería secarle las lágrimas y abrazarlo pero no me salían los gestos, hasta que por fin conseguí moverme, me aserqué a él y casi por instinto me abrazó.
Narra Raúl.
Ví que no sabía muy bien que hacer, lo ví acercarse, me iba a dar un abrazo o a intentarlo, pero sé lo que le costaba así que se lo dí yo y le ayudé a que me lo siguiera cómo la otra vez, rodeando con sus manos mi cuerpo, sólo que esta vez era yo el que hundía mi cabeza en su hombro y me ponía a llorar.
Narra Ismael.
Me quedé temblando, debía aclstumbrarme más a esto. Raúl sacó su cabeza de mi hombro y me miró estábamos los dos tan cerca el uno del otro que sin habernos dado cuenta en aquel abrazo nos habíamos sentado frente a frente con las piernas abiertas y las suyas sobre las mías. Me notaba que estaba muy rojo y rezaba para que no se me notara, él también lo estaba, saqué mis manos del abrazo y las pasé por su cara secándole las lágrimas. Seguíamos en la misma pose pero sin las caras tan cerca.
Narra Raúl.
Me encontraba perdido en sus ojos creo que los dos nos pusimos muy rojos oor la postura que teníamos, pero la verdad es que a mí no me molestaba y supongo que a él tampoco ya que no nos separamos.
Isma:-Raúl, sonríes y me ayudas tanto que a veces me olvido que tú también tienes problemas.-
Yo solamente suspire.
Isma:-Por qué te esfuerzas tanto en no llorar y no expresarte?-
R:-No sé, supongo que siendo tan pequeño tener que cuidar yo a mi madre y hacer muchas cosas por mí mismo, me prometí que nadie me vería llorar ya que ya era “mayor” y no quería preocupar a los demás.-
Isma:-Da igual lo mayor que seas, si nececitas llorar llora, si nececitas sonreir sonríe, siempre estaré ahí para lo que nececites.-
El corazón me iba a mil, de verdad este chico me encantaba, lo nececitaba conmigo siempre... me gustaba? Agg que asco de sentimientos, pero me encantaban. Puse mis manos por su cintura y le dí otro abrazo, él puso sus manos al rededor de mi cuello y me lo correspondió, por fin lo había hecho el sólo.
R:-Gracias.-
Isma:-Lo mismo te digo.-
Cuando nos separamos del abrazo sólo nos separamos un poco ya que seguimos en la misma pose, incluidas nuestras manos. Estuvimos hablando un rato, me contó que por fin había hablado con su madre y le había dicho que la causa de su depresión no había sido él.
R:-Vaya! Así que le hablaste de mí?-
Dije sonriendo, bueno llevábamos sonriendo ya un buen rato mientras hablábamos.
Isma:-Sí, haz pasado a ser algo muy importante para mí.-
Dijo sonriendo también, me puse muy rojo y él intentó mirar a otro lado para que no pudiera notar que el también se había sonrojado, algo que no le funcionó.
Isma:-Oye. Me pasas tu número?-
Me daba mucha vergüenza enseñar mi móvil ya que no era uno de los que llevaban hoy en día pero lo saqué para que lo agregara, el sacó  el suyo para apuntar. Tenía el mismo black berry que yo! Lo apuntó y después de eso mirámos la hora. Ya eran las 19:30! Debíamos volver ya a casa pero no quería despidirme de él.
Narra Ismael.
Qué? Ya eran las 19:30? Qué rápido se me había pasado el tiempo, no quería despedirme de él.
I:-Te... te acompaño a casa?-
Sí, le había hecho esa pregunta para pasar más rato con él aunque sea un poco.
Raúl:-V-vale.-
Narra Raúl.
Esto sí que no me lo esperaba, pero mejor. Salímos de allí y lo esperé mientras iba a buscar su bici, cuando llegó montado en ella pusimos rumbo a mi casa. Mientras íbamos de camino me entró el frío, claro no me imaginé que iba a estar hasta tan tarde, la próxima ves traigo un pulover, claro en medio Diciembre a mí sólo se me ocurre. Llegamos y bajó de su bici la dejó tirada a un lado, me fijé que había un coche a fuera, genial había otro.
Isma:-Esto... entonces... me voy... adiós.-
R:-Isma. Te podrías quedar otro ratito más... es que hay otro en casa y tendré que esperar... si quieres.-
Isma:-Claro, para lo que nececites.-
R:-Gracias.-
Dejó la bici a un lado y se sentó al lado mío en la acera.
R:-Por cierto, por favor, Núnca Jamás digas “Adiós”. Por favor.-
Isma:-Está bien.-
Narra Ismael.
Hablamos un rato más, me dí cuenta de que tenía frío, la verdad es que yo también, anda que no traerme un pulover, ya que aunque la camisa sea de manga larga es fina.
I:-Tienes frío?-
El pobre se intentaba dar calor con las manos.
Raúl:-Un poco la verdad.-
No sé cómo lo hice pero me acerqué un poco a él, hasta que me quedé practicamente pegado a él, pasé una mano por arriba de su cuello y lo pegué más a mí, él acostó su cuello en mi hombro, no sé cómo llegamos a esta pose pero terminamos con sus pies encima mía y con mi otra mano por encima de sus piernas. Que lindo se le veía intentando coger calor, me miró a los ojos cómo yo le miraba los suyos. Por dios que era esto tan intenso e inmenso que sentía? De verdad me gustaba? Hay que decir que hacer esto me había costado al no estar acostumbrado estaba hasta temblando. En ese momento la puerta de su casa se abrió, el señor salía y su madre nos vió desde la puerta y nos saludó un poco tímida, nos levantamos me acerqué con él hasta donde dejé mi bici.
Raúl:-Bueno... chao.-
I:-Hasta mañana.-
Cogí mi bici y sin dejar de mirarnos nos despedímos haciendo un gesto con la mano, hasta que yo me tuve que dar la vuelta para montarme en la bici e irme.
Narra Raúl.
Y aquí terminó mi día con él. Entré en casa con mi madre.
Lorena:-Cómo estás mi niño?-
R:-Bien mamá y tú?-
Lorena:-Bien.-
R:-Cuántas botellas llevas hoy?-
Lorena:-2 hijo, 2, poco a poco.-
Sonreí.
R:-Mamá eso está muy bien.-
La felicité. Estábamos cenando y hoy tocaba pizza 💗. Nos encantaba, la comíamos en el sillón mientras veíamos la tele.
Lorena:-Y aquel chico era...?-
Me preguntó sonriente y curiosa.
R:-Un amigo, se llama Ismael.-
Lorena:-Tu único?-
R:-Sí.-
Me empezó a preguntar más y le terminé contando quien era, de qué curso era, su edad, de donde era, si era buen niño, cómo se portaba conmigo... hasta que llegamos a esta pregunta.
Lorena:-Te gusta?-
Empecé a tocer casi me atraganto con el trozo de pizza, mi madre se empezó a reir, me dió unas palmaditas en la espalda y un vaso de agua.
R:-No lo sé mamá.-
Dije al fin cuando me recuperé.
Lorena:-Yo creo que sí lo sabes, pero no lo quieres admitir.-
Dijo dandole un sorbo a su agua.
R:-No sería muy raro si me gustara?-
Lorena:-Mientras seas feliz-
En esto me rebolvió todo el pelo. Me encantsn estos momentos con ella, hacía mucho que no los tenía.
Narra Ismael.
Llegué a casa más o menos a las 20:10, y al entrar en casa es cuando mi felicidad acaba.
Paco:-Qué horas son estas de llegar a casa?!-
I:-Hola papá.-
Cuando iba para la cocina a cenar algo me cortó el paso dandome un bofetón.
Paco:-Que qué horas son estas de llegar a casa!?-
I:-Que-quedé con un amigo.-
Paco:-No mientas, tú no tienes de eso!-
Dijo empujandome al piso, dandome un golpe en la cabeza contra la encimera haciendome una pequeña brecha en la frente. Cuando subí al cuarto se me había quitado el hambre, cogí el botiquín, había sido una brecha pequeña así que me lo cocí yo, tan sólo fueron 2 puntos. Cuando termino lo dejo todo en su lugar y me doy cuenta de que encima del escritorio había un pequeño regalo en el que ponía. “Sé que no es 5 de octubre pero ya era hora de que te diera alguno”. Lo abrí, mi madre me había regalado un llavero con un peluche de pikachu hecho a mano por ella, eso hizo que se me volviera a poner una sonrisa en la cara y lo puse enseguida en la cremallera de  mi mochila. Tras esto escucho una discución entre mi madre y mi padre, mi madre salió a defenderme, pero acabó casi igual que yo... entró en mi habitación cuando subió.
Susana:-Hola.-
I:-Hola mamá.
Nos pusimos a hablar, sobre cómo me había ido el día, me dijo que estaba bien, le dí las gracias por el regalo.
Susana:-Isma, esto no vá a poder ser todos los días así aunque me encantaría pero quería que supieras que te quiero mucho, vale?-
I:-Yo también a tí mamá.-
Nos abrazamos, yo también correspondí el abrazo, ya me acostumbraba. Antes de irse me dijo.
Susana:-Suerte con ese chico.-
Y se fué. Raúl... fué en él ultimo que pensé antes de dormirme y soñé.
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Espero que os guste, seguiré escribiendo. Disculpen si hay alguna falta de ortografía y gracias por leer. 🙏💓

Wisplay~Sólo tu y yo nos entendemos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora