— ¿Pero qué demonios te pasa, Emilia? — Aija le preguntó enfurecida.
La vampira estaba sentada en su cama con las piernas cruzadas utilizando la laptop que Lydia le presto.
— ¿Es esa mi laptop?
— Si Aija, estoy buscando información. — Emilia le contestó sin quitar de vista la pantalla de la computadora portátil.
— ¿Información sobre?— Aija preguntó con un tono molesto. La vampira la miró de reojo y la ignoró.
— Emilia, te estoy hablando. — La pelirroja le arrebató de las manos la laptop y Emilia se molestó.
— ¿Por qué me mentiste?— Emilia le gritó enfurecida y Aija cerró la laptop.
— No te mentí, los cazadores han desaparecido por años, y tengo mis contactos que me dicen todo lo que está pasando a nuestro alrededor. — La ex bruja respondió molesta y la miró a los ojos.
— ¡Eres una mentirosa, traidora! ¿Me levantaste para entregarme? ¡Dime la verdad!— Emilia estaba alborotada, sus colmillos estaban comenzando a pronunciarse y sus ademanes delicados se convirtieron en gestos amenazadores mientras siseaba, tratando de aguantar su furia.
— ¿Aún sigues con tus conflictos internos? ¡Nunca te he traicionado! — Aija gritó mientras aguantaba un nudo en su garganta.
— ¡Eres una mentirosa, una cobarde que huye de sus problemas!
— ¿En verdad piensas que estoy desarmada, que no tengo planes de huida por si algo llegara a pasar? ¡Pero que ingenua eres! — La pelirroja contestó con un tono burlón y Emilia le dio una mirada penetrante y se levantó de la cama.
— Entonces si tienes todo calculado como me acabas de insinuar. ¿Porque me despertaste? Y espero una razón válida. — Emilia cruzó sus brazos, tranquilizándose un poco.
— ¿Quieres la verdad? Pues la verdad tendrás. Te desperté de tu largo sueño profundo como una simple broma, una pequeña venganza por el sufrimiento que nos has causado. — Ella respondió con un tono poco creíble.
Emilia la miró perpleja, no podía creer lo que Aija, su amiga de hace años le había contestado. Se sintió traicionada y confundida, le había salvo la vida varias veces a ella y a su sobrina, ¿Cómo es posible que le saliera malagradecida?
Así que asintió y a la vez soltó una carcajada, escondiendo su dolor en un antifaz de sarcasmo para que Aija no se diera cuenta.
— ¿No crees que tenía más sentido dejarme en el ataúd para pudrirme con los gusanos y nunca volver a despertar? Mi vida estaba en tus manos, podías haber hecho lo que quisieras, sin embargo decidiste despertarme. — Emilia caminó hacia la puerta de su cuarto y antes de salir la miró por encima del hombro, Aija seguía sentada en su cama desconcertada con lo que acaba de decir.
— Se distinguir un mentiroso cuando lo veo, como ya vez, ahora mismo estas observando a una. — Emilia dijo señalándose a sí misma y se fue.
Aija se quedó estupefacta, aún estaba en shock por lo que le había dicho. ¿Emilia le estaba insinuando que ella estaba mintiendo, porque sabe muy bien como es un mentiroso? ¿Pero quién se cree que es?
— Tía, ¿No crees que fuiste un poco dura con Emma?— Lydia preguntó desde la puerta. La ex bruja se levantó y caminó hacia ella, cerrando el cuarto de Emilia en el proceso.
— Se merece todo lo que le pase, niña. Ella es la causante de nuestro sufrimiento. — Ella dijo y la pequeña rodó sus ojos.
— Tía, Emilia nos salvó la vida más de una vez. ¿No crees que es tiempo de perdonarla?— Lydia mencionó y Aija se quedó boquiabierta.
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Las dos caras de Emilia (editando)
Vampire"Ella es como la luna, parte de ella siempre escondida." - Dia Reeves En los ojos de una bella dama hay más de un misterio, el que se deja ver y el que esconde. Muchas personas, a través de los años han odiado a Emilia, hasta el punto de querer ma...