**NOTA IMPORTANTE: RECUERDEN QUE LOS PÁRRAFOS Y CONVERSACIONES EN NEGRILLA Y ITALIC SON RECUERDOS**
— ¿Dónde estabas, Emilia?— Aija preguntó, mirando a la vampira de reojo.
Emilia tenía sus manos recostadas en su espalda baja como una señorita pero su sonrisa traviesa hablaba más que mil palabras.
— Estaba en el castillo con Sir Moretti. Me estaba enseñando a correr caballo. Algo estúpido porque aprendí hace años. — Explicó ella encogiéndose de hombros.
— Así que por fin me vas a contar tú pasado. — Aija dijo mientras barría el piso del balcón de la cabaña, a la vez que Emilia se sentaba en la baranda del balcón.
— El pasado es pasado, ¿Por qué perder el tiempo recordándolo?— Mencionó la vampira con una mirada picara, escondiendo muchos secretos.
— Eres mi amiga y me preocupo. A veces vienes y luego desapareces por días, la última vez te fuiste sin decir nada por cuatro años. — Aija paró de barrer y la miró con delicadeza, Emilia evitó la mirada de la pelirroja.
— Aija, sabes que por mi condición no debo quedarme mucho tiempo en un mismo lugar, ¿Qué más quieres que te explique?— Respondió Emilia con un tono cortante.
— ¿Estás buscando un remedio para tú enfermedad? O ¿Acaso estas huyendo?— Aija le preguntó bajando la voz mientras se acercaba a ella.
La vampira bajo las piernas del borde y dio un pequeño brinco para pararse al frente de la bruja.
— Yo no tengo que estar escondiéndome de nada ni de nadie, al contrario, el mundo es el que se debe estar escondiendo de mí. — Emilia la interrumpió, mirándola fijamente.
— ¿Emma?
Las mujeres miraron hacia al patio y vieron a una pequeña con cabellos dorados y brillantes ojos azules junto a un apuesto caballero. Aija le dio una mirada como si le estuviera diciendo, "Mira ver qué piensas hacer con él" y al par de segundos la niña llegó hasta la vampira y la abrazó.
— Tía, ¿Cómo estás? ¡Te extrañamos mucho! — Lydia exclamó mientras la abrazaba por la cintura.
Emilia le revolcó el pelo y se bajó a su nivel para darle un beso en la frente.
— Estoy bien chiquilla, yo también las extrañe mucho. Ahora ve y ayuda a Aija en la cocina, yo voy en unos minutos. — Emilia sermoneó y Lydia le dio una sonrisa de oreja a oreja antes de seguir a Aija adentro de la casa.
La vampira miró al joven y le dio una sonrisa forzada, el muchacho se acercó hasta los escalones del barcón en donde se encontraba ella.
— Mi lady, ¿Cómo te encuentras? Hace unos días que no sé nada de ti. — Él sonrió inocentemente, sin la más mínima idea de los pensamientos de Emilia.
— Estaba visitando unos parientes, pensé que tú hermano te lo había mencionado. — Ella mencionó bajando los escalones y luego de unos cuantos pasos se volteó a mirarlo.
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Las dos caras de Emilia (editando)
Vampire"Ella es como la luna, parte de ella siempre escondida." - Dia Reeves En los ojos de una bella dama hay más de un misterio, el que se deja ver y el que esconde. Muchas personas, a través de los años han odiado a Emilia, hasta el punto de querer ma...