Dedicado a todos esos nuevos lectores que me han estado apoyando con sus lindos mensajes!!!
— ¿Pero qué está pasando aquí?
— ¡Muévete, Aija! — Ezio apartó a la pelirroja de su camino y siguió arrastrando a Lydia por su cabello.
— ¡Déjala ir! ¡Ella es inocente!
Alec corrió hasta la ex bruja y la aguantó, tratando de que no hiciera algo estúpido.
Ezio paró para observar a la extraña pareja que lo miraban con odio.
— ¿Ahora te tiraste a su amiga? — Ezio preguntó a nadie en particular, mientras par de cazadores se acercaban a la sala para observar el espectáculo.
— ¿Y así piensas triunfar? Lo siento hermanito, pero creo que el título de hombre te queda corto. — Ezio soltó una carcajada luego de insultar a Alec.
Alec acercó a su amada a un cazador que estaba a su lado, luego camino cautelosamente hasta su hermano mayor, para mirarlo a los ojos.
Lydia seguía llorando en el piso, sus gritos de dolor quedaban ahogados por el corre, corre de sirvientes y cazadores tratando de frenar la situación que se avecinaba.
— ¡Basta!
Todos siguieron la voz hasta que todos los ojos se fijaron en Draco, que había aparecido en la entrada de la sala.
— Ezio, haz lo que te pedí. — El vampiro sonrío, guiñándole el ojo a su hermano menor mientras comenzaba arrastrar a Lydia nuevamente.
Alec dio un paso al frente lleno de rabia, pero Draco apareció justo al frente de él y puso una mano en su pecho para detenerlo y mirarlo a los ojos.
— Lleva a Aija a tú cuarto y contrólala antes de que haga algo estúpido. — El viejo vampiro ordenó, mientras Alec se agitaba aún más.
— ¿Cómo puedes permitir que ese gusano camine en nuestras vidas otra vez? — Alec dio un paso más, acercándose por solo pulgadas al rostro de Draco. — Prometiste que te ibas a encargar de él.
Draco levantó su rostro un poco, haciéndose ver más alto que el joven vampiro que tenía enfrente.
— Te di una orden, no quiero volver a repetirla.
Alec suspiró frustrado antes de darse la vuelta y agarrar a la bruja por su brazo para llevársela por el pasillo.
***
Ezio al doblar por otro pasillo más estrecho, recogió a Lydia del piso, echándosela al hombro.
— ¡Alto! Tenemos órdenes estrictas de no dejar pasar a nadie.
Uno de los cazadores montando guardia frente a una puerta de madera dijo, mientras el otro asentía, agarrando una cuchilla en su mano.
— Mi lord, me dio unas órdenes estrictas de dejar a esta mocosa en una celda. Dudo que quieras hacer venir a nuestro lord hasta aquí. Por qué les advierto que será su último día de vida. — Ezio los amenazó y rápidamente ellos se echaron a un lado para dejarlo pasar.
El vampiro asintió satisfecho mientras sus pies lo guiaban hacia la puerta.
Una vez la puerta se abrió todo pareció verse en cámara lenta. Quinn estaba observando el cielo gris oscuro por una pequeña ventana mientras vigilaba a la única persona dentro de una de las dos celdas que había allí.
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Las dos caras de Emilia (editando)
Vampire"Ella es como la luna, parte de ella siempre escondida." - Dia Reeves En los ojos de una bella dama hay más de un misterio, el que se deja ver y el que esconde. Muchas personas, a través de los años han odiado a Emilia, hasta el punto de querer ma...