- ¡Que tal! – dije contenta.
-Te vez feliz. – respondió seriamente mirando por la ventana.
-Lo... lo estoy, eso creo.
-Niña, llevas mucho tiempo en ese bosque. – agrego mirándome finalmente.
-Al igual que ustedes. – respondí sin en realidad saber que responder.
-Pero tú eres una prisionera. Yo, a pesar de haber estado tras las rejas, he logrado escapar en más de una ocasión y la libertad; la libertad, niña, es lo más valioso que existe en toda la vida... y la muerte.
Me quede un rato en silencio recordando cómo había llegado a tener ese nombre. La prisionera.
Cuando se dieron cuenta de que mi alma seguía intacta después de haberme encontrado con la Bestia, lo entendieron de inmediato, él había decidido perdonarme la vida, pero aun precio muy caro que yo nunca accedí a pagar y seria permaneciendo a su lado el resto de mis días los cuales solo él podía contar.
-No... no me molesta ¿sabes? Es amable y no me ha pedido hacer algo que...
-Aun... - dijo interrumpiéndome. Se me hizo un nudo en la garganta. – No dejes que la bestia te corrompa.
Ese hombre era tan extraño y misterioso que podría decir que a veces me daba miedo, pero estaba tan acostumbrada a sentir eso día tras día que no cualquier cosa me espantaría.
Duro unos segundos ahí y finalmente se fue.
Mire por la ventana.
Tenía ganas de ver más, saber más, conocer más, pero no podía hacerlo.
Intento sentirme feliz y satisfecha con lo que estoy viviendo ahora, siento que si lo hago el deseo de algo que no puedo alcanzar no me ardera tanto en el pecho.
Pero es imposible...
-Ten... bébelo, está caliente. – dijo la voz de la tabernera sacándome de mis pensamientos.
Una taza con chocolate. Ella se sentó a mi lado.
- Recuerdo el día en que llegaste aquí, pidiendo indicaciones sin saber quién eras, lamento la forma en la que lo hayas descubierto. – dijo ella.
Quien soy... ahora.
-No hay ningún problema mientras los siga teniendo a todos ustedes.
Al parecer todos me escucharon por que se giraron a verme con una sonrisa.
- ¿Por qué no te acercas al fuego? – me dijo ella.
Así lo hice.
Cuando ya sentí el calor cubriendo las palmas de mis manos me incliné a ver las figuras del carpintero.
Yo ya ocupaba un espacio ahí desde hace tiempo.
- Dime niña, ¿Piensas enamorarte algún día? – pregunto el viejo de repente con su sonrisa de siempre.
La pregunta por un segundo me dio algo de risa, pero finalmente una intriga inundo mis pensamientos.
-Yo... no... no lo sé...
-Jeje... ya veo, no ha llegado el indicado. – dijo entonces volviendo a su trabajo. Me desplome en una silla a su lado.
-No... - dije. – No ha llegado nadie.
Ver más, saber más, conocer más...
- ¿Eh? – dijo el carpintero algo preocupado viendo mi reacción.
-No ha llegado nadie. – repetí. – No tengo a nadie, no he conocido a nadie... - me comenzaba a impacientar. – No he sentido nada por nadie más que temor...
-Tranquila _______. – me dijo el preocupado poniendo una mano sobre mi hombro.
Me fije en mi posición, me sujetaba la cabeza con desesperación arrinconada en mi asiento.
-L... lo siento... - intente tranquilizarme por mi cuenta. – Creo que es hora de que me valla. No debo de estar tanto tiempo alejada. – dije levantándome.
-________ vuelve pronto, por favor. – me dijo el pequeño aprendiz corriendo a tomar mi mano antes de que pudiera estar muy alejada.
-Lo intentare. – dije inclinándome frente a el para acariciar su cabello.
Cada uno de ellos me abrazo antes de irme. El sastre, la matrona, el maestro, el zapatero, el carnicero, el panadero... todos... mi atención se posó en el bandolero que permaneció sentado al fondo del lugar mirando por la ventana.
Me marche.
Deambule por unas horas entre los árboles para poder pensar. La mañana se había terminado desde hace rato ya, así que no podía dejar que oscureciera.
Mientras caminaba vi pasar a algunos animales quienes, sin excepción, se alejaban de mi huyendo. Como siempre.
ESTÁS LEYENDO
La Prisionera [WirtxTuxTheBeast] Over the Garden Wall
FanfictionEl cuida de mí. ¿Por qué lo hace? No lo sé. Todos me llaman "La Prisionera" ... No creo ser su prisionera, pero si me veo obligada a permanecer a su lado... pase lo que pase. Porque el posee mi alma. El quiere que lo ayude a hacer que ese niño pierd...