Cap. 6

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Mientras caminaba entre los árboles y pateando montones de hojas secas iba pensando en cuando seria la hora adecuada para volver pues a esas alturas la idea de escapar era realmente tonta no era siquiera una opción, solo seguí mi camino escuchando a los pájaros cantar.

-Corta leña y hazla arder... - tarareé, era la canción que el siempre recitaba y con el tiempo la aprendí – La... la la... la la... la la la...

En un momento me senté a los pies de un tronco y tomé una bellota del suelo, la lance contra unos arbustos por pura diversión. Suspire. Estaba en medio de la plena tranquilidad.

Hasta que escuche una risa.

Era un sonido el cual había pasado mucho tiempo desde que lo escuche por última vez.

Me levante y avance un poco más buscando su origen sin resultado, hasta que vi a... una rana que salía de un arbusto.

Gire mi cabeza a un costado confundida. Me agaché y me senté frente a ella. Solo me observaba con sus saltones ojos. No se alejó. Una alegría inmensa inundo mi pecho, acerque una mano hacia ella temerosa de asustarla, pero no sucedió. La sujete cuidadosamente entre mis manos y la abrace.

- ¡Croac! – la escuche. Me sentía verdaderamente contenta.

La levante a la altura de mi rostro y sonreí, acto seguido la abracé una vez más contra mi pecho y acariciándola con mi rostro.

- ¡George Washington, escapo de nuevo! Jajaja... - era un niño esta vez el que salió de los arbustos interrumpiendo mi felicidad con sorpresa. Me miro y luego esbozo una tierna sonrisa. Era de baja estatura, tenía cabello castaño y una tetera al revés sobre la cabeza. Era el generador de aquel hermoso sonido.

La rana brinco de mis brazos a los suyos en cuanto lo vio.

- ¡Oh! Veo que hiciste una amiga. ¡Hola, mi nombre es Greg! – dijo extendiendo su brazo hacia mí.

Sonreí y di un paso hacia el dispuesta a saludar, decir algo.

Sin embargo, el solo hecho de pensar que el sería el niño que tendría que ayudar a la Bestia a asesinar me hizo sentir un dolor profundo en el corazón y retrocedí de nuevo.

-Se me cansa el brazo... - dijo el - ¡Ah! Ya veo. Prefieres saludar así. – entonces corrió a abrazarme.

Lo mire bien y suspire de alivio, él no tenía mi edad, ya más tranquila correspondí al abrazo, feliz. Al mirarlo, su sonrisa, el calor de su cuerpo, la inocencia en su voz, toda la alegría que emanaba... me entristecí... ¿era necesario que yo perdiera la esperanza tan rápidamente cuando llegué ahí? Eso ya daba lo mismo, en ese segundo desee más que nada en el mundo que si existe una forma de salir de este bosque ese niño la encuentre.

-Yo soy _______. – dije con una sonrisa.

-¡________! ¡El nombre perfecto para mi rana!

-Bien... - reí - Es un honor que tu rana porté mi nombre. – añadí sin perder la sonrisa en parte algo confundida. Siempre me alegraba hacer nuevos amigos, era como conocer más el mundo poco a poco.

- ¿Eso crees? ¡Qué bien! A Wirt no le gustó nada cuando le puse Wirt.

-Ammm... ¿Y quién es...? – me detuve al ver un pájaro saliendo de los árboles.

- ¡Greg! ¿Qué haces aquí? ¿Quieres que nos perdamos aún más? Debemos ir con Adelaide ¿Recuerdas? – luego se giró a verme. - ¿Quién es ella?

- ¡Es _______! ¡Mi nueva amiga!

La pajarita pareció alarmarse al escuchar mi nombre, creo que ya me esperaba lo que venía.

- ¡¿________?! – repitió algo asustada.

-Si, soy yo, pero no... - me interrumpí al ver esos arbustos moverse de nuevo.

- ¡Chicos! ¡No vuelvan a dejarme solo de esa manera! casi me vuelvo a perder y ustedes... - enfoco su atención en mí y yo le mire a los ojos.

Ese chico era de mi edad. Me paralice, el corazón se me había detenido y de pronto mis dedos comenzaron a helarse.

- ¿Quién es ella? – pregunto algo confundido.

Me perdí en sus ojos castaños que me miraban con intriga, pero curiosidad por conocerme.

Sentí algo en mi estómago al observarlo... algo que... que me recordó a las palabras del carpintero. Por una milésima de segundo el miedo en mi corazón se había esfumado.


La Prisionera [WirtxTuxTheBeast] Over the Garden WallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora