Cap. 10

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NARRA _______:

-No es para tanto, cualquiera lo haría. – respondió algo nervioso – Pero... de nada. – añadió y correspondió al abrazo.

No quería soltarlo, pero tenía que marcharme, no podía arriesgare a que me viera con él, así que me separe y lo mire.

-Q... quiero verte de nuevo. – solté finalmente. El me mostro una sonrisa de alivio.

-Gracias... pensé que me oiría como un tonto si solo yo lo decía. – respondió mirándome. – También quiero verte de nuevo.

Estaba feliz, verdaderamente feliz y lo sabía por qué era algo que no había sentido antes, algo precioso, algo que no quería dejar de sentir.

* * * *

La chica regreso al lugar de siempre, caminaba con una sonrisa en el rostro, percibiendo con cada paso que daba el aroma del muchacho el cual estaba impregnado en aquel saco.

Desde ese momento comenzó a amar ese perfume.

-Quiero volver a verlo... - susurro, lo que no se dio cuenta era que tiritaba, ni siquiera sentía el frio atronador que la azotaba.

Pasaron unas cuantas oscuras y nubladas horas hasta que se volvió a encontrar con la Bestia, en realidad no le importaba, sentía que conociendo a ese muchacho todo estaba bien desde ahora.

-_______. – la llamo. Su voz sonaba diferente a como solía serlo, pareciera que tuviera una sonrisa dibujada en el rostro, de eso ella no se percató.

-Ya... ya llegué... - musito.

-Lo sé, te veo aquí mismo, linda. – le dijo acercándose a ella. Parecía que tenía la intención de decirle algo.

Ella simplemente espero en silencio rogando por que no fuera algo malo, se intentaba convencer de que no todo lo que tuviera que ver con el era fuera del todo... cruel.

- ¿Haz conocido al chico ya? – esa pregunta le paralizo el corazón, intento esconder con el pensamiento el saco que traía encima. Pero eso era imposible. – Te hice una pregunta, mi ángel, ¿Ya lo haz conocido? Lo vi rondar por aquí cerca junto con su hermano... ¿sabes algo de el?

Pensó que no perdería nada contestando con la verdad a esa pregunta, era solo... una pregunta.

-S... si... - respondió, paso saliva; enserio quería parecer segura pero no podía lograrlo.

-Ya veo... Eso es algo bueno, de esa manera... puede que, mas adelante, espero que no muy tarde, logres hacer que el pierda la esperanza y forme parte de mi bosque...

- ¡¿Por qué tengo que hacer eso?! – refuto levantándose de golpe saliendo de la penumbra y parándose justo debajo de un as de luz. Al instante se arrepintió del acto que acababa de cometer e intento esconderse de nuevo retrocediendo un par de pasos.

-Quédate en donde estas. – ordeno esa temible voz obligándola a obedecer por el simple hecho del temor a saber que era lo que sucedería si no lo hacía.

Sintió como sujetaba uno de sus brazos para atraerla hacia él. Se inclino y quedo a su altura. Al igual que siempre solo alcanzaba a percibir ese par de enormes, brillantes y... hermosos ojos.

Se congelo al mirarlos fijamente y sintió algo extraño en el estómago, un escalofrió recorrió su cuerpo, tal vez por causa del extremoso clima. Por alguna razón pensó que estaban transcurriendo los minutos convirtiéndose en horas, sintiendo como el la miraba, sintiendo su fría respiración a escasos centímetros de sus labios helados.

El susurro su nombre mientras ella percibía sus manos acariciando la tela del saco de Wirt.


NARRA LA BESTIA:

S... sus ojos... su mirada... sus labios...

Quería mirarlos hasta la eternidad. Quería tenerlos hasta la eternidad.

Por qué... ¡¿POR QUÉ ALGUIEN MAS TIENE QUE MIRARLOS?!

La llame sonriendo, no respondió pero sabía que me había escuchado. No podía apartar la mirada de mis ojos y adoraba eso.

- ¿Sabes que yo no puedo permitir que...?

-Perdón... - me interrumpió de inmediato tartamudeando – No quise gritarte de esa manera, no quise de... decir eso. Yo... lo... lo siento.

Bajé la vista y sonreí de nuevo.

-Estas perdonada... no te preocupes... - acaricie su cabello y la observe de nuevo.

No tome conciencia de que fue lo que hice, solo salí de mis pensamientos cuando escuche su silencioso llanto.

-Me duele... Perdóname... yo no quise...

Había arañado el saco que llevaba encima, y con él, su piel, me aleje espantado. Nunca me había atrevido a dañarla, pero había percibido un aroma que no era el suyo. Ese saco... era de Wirt. Eso me hizo enfurecerme involuntariamente.

Mis manos estaban manchadas de unas cuantas gotas de sangre, ella se saco la prenda de inmediato al ver que me aleje y cubrió su herida.

-Per... don... - murmure, pero no creo que me haya oído. Comencé a temblar, yo no quería lastimarla. Ella se quejaba en silencio, intente acercarme, pero no me lo permitió.

- ¡No lo volveré hacer! – dijo de inmediato retrocediendo – Lo juro... Discúlpame enserio...

Odio eso.

Odio que me tema, odio que se aleje, odio que no desee estar a mi lado tanto como yo deseo estar al suyo.

Junte aquel pedazo de tela con botones del suelo.

- ¿De donde lo sacaste? – pregunte lo más amable posible.

-Yo... lo encontré... Lo encontré en el bosque... - me contesto con la voz temerosa.

Cerré los ojos presionando la tela entre mis dedos. Estaba enserio furioso.

-Mientes. – le dije, sin embargo, no quería llegar a espantarla, solo estaba enojado. Ella no tiene el derecho de ocultarme la verdad.



La Prisionera [WirtxTuxTheBeast] Over the Garden WallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora