Cap. 4

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Lorna me dijo que la presencia de la Bestia se sentía en mí y que ya muchas personas en el bosque sabían que yo vivía con él, según como le dijo su tía. Había rumores acerca de mi esparcidos por muchas partes, los cuales y espero que nunca lleguen a los oídos de él. Sería mi fin.

Como desearía poder abrazar a uno de esos animales. Veo sus pieles y me dan ganas de acariciarlas. Ni siquiera puedo estar unos cuantos metros cerca, huyen despavoridos, aves, gatos, venados... gorilas... si, ese día fue raro.

Si tuviera la oportunidad de abrazar a un animal lo haría sin dudarlo. Cualquiera. Sé que hasta si se tratase de una rana la abrazaría como si se tratara de un conejo.

Seguí caminando hasta que me topé con... el leñador.

- ¡________! – grito alarmado. – El... el no viene contigo ¿cierto?

-No... ¡De hecho me dejo salir! ¿No es genial?

-Si... para ser el... - se arrodillo frente a mí para quedar a mi altura. – Niña, por favor ten mucho cuidado, no quiero que nada te suceda, y ese hombre es capaz de cualquier cosa.

-No te preocupes, él no me haría daño.

-Eso espero. Lo que me preocupa es que en todo el tiempo que llevo aquí nunca había hecho algo parecido. Creí conocerlo, pero enserio no tengo idea de que planea hacer contigo. – se cubrió la boca de inmediato arrepentido por lo que dijo. De seguro pensó que me espantaría, pero no paso.

-Repito, leñador. No te preocupes. A su lado estoy a salvo.

-Lo que me preocupa es que tu sigas creyendo eso ________. No puedes confiar en alguien como él.

-No tengo opción. – dije finalmente. El me miro con tristeza. – No pongas esa cara leñador, yo ya estoy aprendiendo a ser feliz en este lugar ¿sabes? A su lado. No tengo opción, pero ahora lo estoy aceptando. No hay problema. – mentía, todo lo que dije fue una gran mentira.

-Me recuerdas mucho a mi hija. – dijo mirando la lámpara con los ojos vidriosos. – Me encantaría que la conocieras.

-Algún día, leñador, algún día.

Si el supiera que su hija nunca ha estado ahí. Ahí dentro estaba el alma de él, de la Bestia ¿podre conocer algún día a su hija? ¿ella será libre? ¿podre yo ser libre? ¡ME MATA LA DESESPERACION DE NO PODER DECIRLE...! pero si lo hago eso solo le llevaría a un horrible destino y eso es lo último que desearía.

Comencé a escuchar su voz cantando en la profundidad del bosque y se me erizo la piel.

- ¡Tengo que irme! – dije alarmada. Fue cuando me di cuenta de que el noto que lo anterior que dije había sido una falsedad. El que me espantara el simple hecho de oír su voz no mostraba para nada que yo estuviera feliz a su lado.

-Ve _______, pero promete regresar.

-Lo hare.

Empecé a correr lo más rápido que pude. Ya no parecía cantar tan alegremente como hace un momento, sonaba enojado, desesperado en lo más profundo de él.

Sentí de repente mis manos más frías mientras corría. El terror me estaba invadiendo completamente, y, sin embargo, corría hacia él.

Tropecé un par de veces, y estuve a punto de chocar con varios árboles por culpa de esa espesa neblina, pero aun así continúe corriendo sin detenerme, el aire frio golpeaba mi rostro, mire el cielo y estaba oscuro ¿Cómo podía pasar el tiempo tan rápido?

Finalmente lo vi. Agitada y jadeando me detuve y observé como derribaba arboles con un odio increíble dentro de él. No podía evitar sobresaltarme con cada golpe que daba.

-~Corta leña... y hazla ARDER. – recitaba.

Entonces se giró a verme.

- ¿DONDE ESTABAS? – me dijo acercándose decididamente.

-No... no tarde mucho... - intente retroceder, pero tropecé con una raíz detrás mío y me caí al suelo.

- ¡LAS PERSONAS SIGUEN AHÍ AFUERA! ¡Y SI TU INTENTAS ESCAPAR...!

- ¡No! ¡No intentare escapar! ¡Nunca lo he intentado! Sigo aquí... a tu lado... - dije temerosa sin atreverme a mirar sus ojos.

Después de unos segundos sentí como limpiaba unas lágrimas que no me fije que estaban ahí.

-No debes temerme... - dijo. No respondí. ¿Cómo planeaba que no lo hiciera?

Alcance a ver sus garras hechas de madera. Cerro el puño y eventualmente se convirtieron en manos de piel humana.

Retrocedí en el suelo impactada por lo que vi.

Se acercó un poco más lo que llamo mi atención y mire su rostro. Sus ojos... sus cuernos hechos de ramas de Edelwood, seguían ahí. Pero la luz me dejo ver la silueta de un rostro humano. Cabello un poco largo y rizado, pero no sabía de qué color, solo era una sombra aun, escondida en la oscuridad.

- ¿Tu eres...?

-No. – dijo sin dejarme terminar. Tiro de mi brazo haciéndome levantarme y me atrajo hacia el – Pero puedo serlo, por ti y por qué desees quedarte a mi lado, lo hare. Tengo el poder de hacer lo que sea. – podía sentir su cuerpo y su ropa que no veía, solo sentía esa capa de piel hecha jirones que colgaba sobre sus hombros y que a veces utilizaba para que yo no pasara frio en las noches. Era tan alto.

Me congele del miedo y me aparte delicadamente.

-Tu... dijiste que me dirías algo... cuando volviera... - dije para cambiar de tema.


La Prisionera [WirtxTuxTheBeast] Over the Garden WallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora