Cap. 24

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Soltó la linterna de inmediato intenten ando salir corriendo a su encuentro, pero alguien la detuvo.

- ¡DEJAME IR CON EL! ¡TE LO RUEGO! -sollozo la chica.

En un momento se giró a ver a Wirt. Este se había dejado caer de rodillas al suelo, las lágrimas comenzaron a correr por su rostro y... al ver al chico expresar tal tristeza, al ver a la persona que más amaba, sufrir; su cuerpo fue invadido por una ira incontrolable.

- ¿D-donde esta Beatriz? -pregunto ella enseguida intentando controlarse internamente.

- ¿Qué es lo que te preocupa _______? -comento el ignorado la pregunta paseando sus garras por los hombros de la chica- ¿Por qué no dejas de pensar en eso? No necesitas de nadie mientras yo esté aquí.

Ella cerro los ojos e intento regular su respiración. Su pecho estaba agitado. Pensaba que estaba asustada, que en serio estaba asustada... pero no era así y fue algo de lo que no se percató.

En realidad, estaba furiosa, y estaba tan furiosa que aquello ya no le permitía sentir el más mínimo temor. Si se hubiera dado cuenta de ello seguramente que la Bestia también y eso habría complicado bastante las cosas.

-Dime donde esta ella. Por favor... -insistió ______.

-El estúpido pájaro que estaba con el niño ¿no es cierto? También lo asesine. -contesto la Bestia de la manera más fría que pudo proferir.

La chica se quedo pasmada al escuchar esas palabras, y más aún por el desinterés y crueldad con que las pronuncio. Apretó los puños y se aparto de el de manera brusca.

- ¡ERES UN MONSTRUO! ¡¿CÓMO PUDISTE HACER ALGO SEMEJANTE?! -lo interrogo indignada.

-Lo hice por ti... Quiero que veas lo que puedo hacer por ti... -susurro su voz a su oído acercándose de nuevo a ella- Mi linda _______.

Esa voz asemejaba una sonrisa que no alcanzaba a ver por culpa de la oscuridad. ¿Por qué? ¿Por qué sonreír? ¿Por qué disfrutar de algo parecido? No lo comprendía, sin embargo y por alguna razón aquellas palabras lograron importarle.

- ¿Por mi...? -soltó ella después.

-Así es. -comento la Bestia- Si nunca te hubieras ido, si jamás te hubieras atrevido a desobedecerme, no habría tenido ninguna razón por la cual hacer esto. Por la cual demostrarte que...

- ¿E-es...? ¿Es... mi culpa? -pregunto la chica de inmediato con la voz quebrada.

-No. -interrumpió Wirt de pronto- No lo es. -añadió levantándose y mirando directamente con sus ojos enrojecidos por el llanto, a la Bestia, quien a su vez clavo su brillante y penetrante mirada sobre el chico.

-Ah, por supuesto... Tú también estas aquí. ¿No crees que es hora de que acompañes a tu hermano, niño inútil? -pregunto el hombre de manera amenazante acercándose a pasos decididos hacia él.

- ¡Detente! -le grito _______ detrás suyo- No te atrevas a lastimarlo... -añadió- Hablo en serio.

Sus manos comenzaban a temblar y en un punto, sin que ninguno de los dos se diera cuenta, ya había empuñado la misma arma con la que apuñalo al leñador. La escondía detrás suyo.

Luchaba de manera interna por la voluntad de soltar aquella daga, pero no podía hacerlo. Ya no quería hacerle daño a nadie, pero algo dentro de ella, una mitad de ella, le pedía a gritos lastimar.

Finalmente apretó los dientes y se agacho por la linterna.

-La apagare, la apagare si no lo dejas en paz. -amenazo ella.

-No lo harías. -respondió la Bestia- Lo sé, no necesitas decir esas cosas. -añadió.

Ella se enfureció ante aquel comentario, pero nuevamente trato de retener aquel sentimiento ya que sabia que si lo dejaba ir no podía controlarle y algo malo sucedería.

-Te conozco _______. -volvió a hablar el volviéndose hacia ella otra vez- Te conozco mejor que tu misma al parecer. Conozco la inmensa dulzura que te caracteriza, sé que no te atreverías a dañar absolutamente a nadie, se que por eso no me ayudaste a acabar con la vida de este mísero humano y sé muy bien también que jamás me dañarías. Se que no quieres apagar esa luz.

Ella dejo caer la linterna al suelo de nuevo.

Era cierto lo que dijo.

No quería apagar la luz de esa linterna.

No quería porque... eso seguramente no le dolería al morir.

Lo imagino agonizando y agacho la vista para cubrir su boca, porque ahora sonreía. Escondió aquello porque sabría que, si Wirt la veía, se asustaría y que, si la Bestia lo notaba, sospecharía algo.

-Es cierto... -murmuro fingiendo tristeza- No quiero lastimar a nadie.

Wirt la observo, mientras el hombre sonreía satisfecho por aquellas palabras. El muchacho pensó en lo asustada e indefensa que debía sentirse y que suerte para la chica que él pensara eso.

Cuando finalmente se decidió a cumplir su papel de defender a la damisela y acabar con la Bestia, aquella niña dejo su raciocinio detrás y tras esa mueca de locura por fin decidió usar el filo de esa navaja por segunda vez.

-No lastimare a nadie mientras no interfiera con conseguir lo que quiero... -añadió ella terminando su frase en un susurro.

Afortunadamente nadie alcanzo a oírla. Aquello hubiera delatado la locura que comenzaba a crecer dentro de ella.

Poco a poco comenzaba a perder la cabeza.

De vez en cuando se daba cuenta, pero otras veces decidía ignorarle.

Decidía correr el riesgo y satisfacer ese extraño instinto recién nacido.

Por conseguir lo que quería. Por dejar de ser una prisionera.

Dos caras de una misma moneda. Una peligrosa doble personalidad creciente.

Asesinar a quien se cruza en su camino para lograr amar.

"Wirt, yo solo soy una chica que necesita ser salvada, solo soy una princesa esperando su rescate, una prisionera buscando libertad. Ambos nos manchamos las manos de sangre, pero el monstruo es él, no yo. Créeme, te amo. Hare lo que sea para que podamos estar juntos. Hare lo que sea para que el no interfiera. Por favor no te asustes... Por favor, yo no soy el monstruo aquí..."

La Prisionera [WirtxTuxTheBeast] Over the Garden WallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora