Abigail Chamberlain.
Diecisiete años.
Maestra en el arte del sexo.
Abigail siempre ignora el toque de queda y lleva a su padre al límite, hasta que él la envía derecha a un reformatorio llamado Foxcroft Cove. Allí, es registrada para sesiones tera...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
+
ABIGAIL CHAMBERLAIN
Muchos pensamientos rondaban por mi cabeza mientras caía de rodillas, apoyándome contra la pared fría. Mi mano descansaba en mi estómago y mordí mi labio inferior para impedirme gritar del shock.
Estaba embarazada de un hombre de veinticuatro años.
Debería de haberlo visto venir, debería de haber supuesto que mis acciones iban a traer consecuencias, pero no lo esperaba tan pronto. Una sola lágrima cayó por mi mejilla. ¿Cómo iba a decírselo? ¿Qué pasa si él planea irse a otro sitio a trabajar? No podría hacerlo porque está obligado a quedarse conmigo y sé que lo haría porque es un buen hombre. Le he quitado su futuro por mi estupidez y mi inmadurez.
No puedo criar a un niño. No sería una buena madre, la mía propia no estuvo ni siquiera conmigo, ¿qué clase de ejemplo tengo? Y después está Courtney, la cual me quiere muerta y, aunque ha estado una semana fuera, sé que regresará.
Hubo un toqueteo suave en la puerta que me hizo sobresaltarme. ─ ¿Abigail? ─Su dulce voz me llamó y suspiré. ─Ya salgo ─repliqué y me levanté, tirando los test a la basura. Pasé una mano por mi pelo y exhalé costosamente, antes de abrir la puerta y encontrarme con la mirada esperanzada de Justin. ─ ¿Y bien...? ─Su ceja se arqueó y miré a sus manos. Agarré los puños de mi camiseta y asentí, sin ser capaz de hablar. Vi como tragaba saliva; él estaba aterrorizado también─. Lo estás, ¿verdad? ─Volví a asentir y su primera reacción fue abrazarme cálidamente, lo cual me tomó por sorpresa. Apoyé mi frente contra su hombro y sacudí la cabeza. Con mis brazos abrazados a su cuello, susurré un "lo siento, Justin".
Estaba claro que ninguno de los dos estábamos listos para esta responsabilidad, es decir, ni he terminado el colegio.
─No te atrevas a disculparte ─me reprendió, pero su voz era suave─, la única culpa la tengo yo. Soy el adulto y debería de haber sido más inteligente. ─Se maldijo a sí mismo y su agarre se apretó más. Solo estaba presente nuestras respiraciones profundas. Muchas cosas por decir y, aun así, ninguno de los dos éramos capaces de hablar. ─ ¿Qué haremos? ─Me aparté del abrazo─. Courtney no sabe que estoy embarazada. ─Tengo miedo de que eso lo haga peor, en vez de que pare ─su tono era grave mientras miraba mi estómago de nuevo─. Ella se ha hecho la idea de que estoy enamorado de ella, lo cual técnicamente es culpa mía, y si se entera de que estás embarazada de mi hijo, te verá como una amenaza y te torturará de formas inimaginables ─un sentimiento de náuseas creció en mi estómago. ¿Realmente estaba tan enferma para hacer eso? ─. No tienes por qué preocuparte, no la dejaré acercarse a ti.
Sacudí la cabeza en protesta.
─No puedes garantizar eso. Nate ha estado vigilándote durante años y seguramente ni te has percatado. Imagínate qué otras cosas no sabemos. Ella es peligrosa, Justin, y, aunque entiendo lo que dices, si ella no sabe que estoy embarazada, posiblemente me golpeará tan fuerte como para matar a nuestro bebé en el proceso. Tenemos que ser inteligentes.
