Las aguas se removieron a su paso, enfurecidas con el humano que intentaba abrirse paso entre ellas. El mar estaba agitado, como si tuviese vida propia ante los ojos de aquellos que tanto adoraban sus corrientes. Las olas, la marea... Las criaturas marinas acompañaron al moreno que se lanzó sin miedo entre ellas, agitando con fervor una gran lanza que sujetaba con firmeza, dispuesto a llevarse su premio.
Ninguna bestia conseguiría herir a sus criaturas. O al menos, ninguna conseguiría escapar sin un rasguño.
Nadó como si fuese uno más, moviéndose con libertad entre algas marinas y pequeños montículos que albergaban multitud de bancos de peces y conchas preciosas. Sus brazos delgados pero fuertes, le sirvieron de impulso cuando se detuvo y echó el brazo hacia atrás, lanzando el arma con una fuerza descomunal. Atravesó al monstruo de ojos brillantes y dientes afilados, que sangrando y agónico, intentó escapar a nado sin mucho éxito.
Ya era tarde para él; cuando sintió al alfa rodeando su piel viscosa para sacarlo del agua, importándole poco que la sangre se mezclase entre ellos. Los vítores que le esperaban cuando al fin pudo respirar aire, fueron ensordecedores.
―¡Aquí, Elle!
Obedeció al rubio que se acercó a nado, con aquella cabellera como el oro humedeciéndose en el agua. Ambos sacaron a la criatura, poniéndola sobre una barca de madera color ébano para llevarla a la orilla. Respiraban agitados debido al esfuerzo. Elle Lawliet se sintió agradecido cuando sus fieles hombres le felicitaron y las mujeres que trabajaban cerca de la orilla aplaudieron maravilladas. Aquel animal había estado atacando a los Hipocampos* que habitaban en su mar, matando a un par de crías que no tenían suficientes fuerzas como para defenderse todavía.
―Nos daremos un festín esta noche. Avisa a Matt para que venga a llevárselo; su esposa podrá encargarse del banquete junto a los demás ― dijo, sacudiéndose los pantalones rotos y ligeros que llevaba a menudo. Ropa habituada al mar, al trabajo que tenía que desempeñar como alfa.
Mello asintió, guardando silencio. Se aseguró con una breve mirada de que los Hipocampos estaban bien, sonriendo cuando uno de ellos nadó bajo la superficie del agua, buscándolo. El rubio no pudo evitar adentrarse unos metros, extendiendo las manos cuando aquella hermosa criatura marina le acercó el hocico, reconociendo su olor. Le rodeó el cuello, acariciándole la cabeza.
―Ya estáis bien. Todo está bien ahora.
Ensimismado, observó como el animal se alejaba para desaparecer junto a los demás, dejando el agua en calma. La superficie cristalina parecía haber vuelto a la normalidad y los hombres ya habían regresado a sus tareas.
No quiso demorar más su recado, por lo que se recogió el cabello antes de dirigirse hacia las cocinas del castillo.
En cuanto atravesó los pasillos de piedra, el olor a pescado y vino le hizo la boca agua. La verdad es que no se había alimentado correctamente desde la mañana. La cacería había sido difícil y su rey no solía rendirse ante ese tipo de complicaciones. Ayudarlo era su deber. Uno que estaba dispuesto a cumplir sin poner objeciones.
ESTÁS LEYENDO
⸎ Elementales ⸎ (Death Note Yaoi AU- Omegaverse - Fantasía)
FanfictionLight Yagami tiene un ferviente deseo. Regresar a su hogar en el Reino Oriental. Un terrible accidente, un sueño que se repite a menudo y un fulgor rojizo que evitó su muerte... El fuego siempre lo acompañó desde su nacimiento, conduciéndolo en busc...