once again || huang renjun

dos.

Cuando acabaron las tres primeras horas y el timbre sonó para que pudiéramos ir al recreo, caminamos hacia nuestras taquillas, para luego salir del edificio.

"¿Estás segura de que no quieres mirar sus conversaciones? ¿Ver sus redes sociales? ¿No quieres echarle un ojo?" preguntó Yiyang.

"No, no soy tan mala persona. Imagínate que pierdes tu móvil y alguien ve tus conversaciones extrañas con Minghao. ¿Te gustaría eso?"

"¡No son extrañas!" gritó, riendo.

"Como sea. Vamos a llamar a alguno de sus contactos para saber quién es. Cuando lo sepamos, le entregaremos el teléfono y ya está. No quiero meterme en líos una semana antes de irme." dije, mientras encendía el móvil.

"Sí... te echaré de menos."

Nos sentamos en el suelo junto al edificio del instituto, el lugar donde siempre nos sentábamos para pasar el recreo. Esperamos a que Kun viniera.

Por suerte, el móvil no tenía una contraseña o patrón de desbloqueo, así que no me fue difícil poder ponerme en contacto con alguno de sus conocidos.

"Heyyy." saludó Kun, sentándose junto a nosotras. "¿Y ese móvil?"

Yiyang le explicó qué pasaba mientras yo buscaba un contacto en su móvil que realmente lo conociera, lo cual me llevó unos quince minutos, pues no entendía demasiado cómo aquel móvil funcionaba. Además, estaba en letras chinas y debía de admitir que no era lo más fácil para mí. Encontré a quien parecía ser un buen amigo suyo, un tal 'Sicheng'.

Pulsé el botón 'llamar'.

Un pitido...

Dos pitidos...

Tres pitidos...

"¿Renjun? ¿Encontraste tu móvil?" escuché una voz algo grave al otro lado del teléfono.

"Uhm... hola... no soy Renjun. Encontré su móvil en el suelo y-"

"¡Menos mal!" fui interrumpida. "La cuidadora de Renjun se iba a enfadar mucho cuando descubriera que él lo había perdido. ¿Cuál es vuestro instituto?"

"Jilin Korean Eth-"

"¡Genial!" volvió a interrumpirme. Parecía emocionado. "¡Nosotros también vamos a ese instituto!"

"Bueno, uhm... ya que hay un receso ahora, podemos acordar un lugar y os doy el teléfono ahí."

"Bien. No sé dónde está Renjun ahora mismo, solo sé que está buscando su móvil. Si le ves, tiene el pelo rojo, muy brillante."

"Bueno, queda poco para que el recreo acabe, así que..."

"¡Yina, esconde el móvil, rápido!" escuché a Kun gritar. Miré hacia la izquierda y vi que dos profesores se acercaban lentamente. Los profesores siempre caminaban de un lado a otro hablando entre ellos para vigilar si había algún comportamiento incorrecto entre los alumnos, como por ejemplo el hecho de que yo estuviera usando mi móvil.

"¿Estás ahí?" escuché al otro lado del teléfono. ¿Cuántas veces había escuchado a lo largo del día aquella frase? Se escuchaba demasiado alto, así que me vi obligada a colgar la llamada y escondí el teléfono en mi mochila. Parece que no sería ahora cuando se lo devolviera.